El Partido de Trabajadores Revolucionarios, donde milita la vicepresidenta FECH y feminista, Bárbara Brito, aprobó el trámite en el Servel, dando inicio a la recolección de firmas que se realizará en Arica, Iquique y Antofagasta. La organización se propone construir un “gobierno de los trabajadores” en “ruptura con el sistema capitalista”.
Viernes 10 de febrero de 2017
Una nueva organización de izquierda acaba de constituirse como “partido en formación”, en miras del proceso y debate electoral que se avecina este 2017. Se trata del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), agrupación que se propone “ser una voz alternativa a la Derecha y la Nueva Mayoría; una voz anticapitalista de los trabajadores, las mujeres y la juventud, que hoy vienen protagonizando diferentes luchas y movimientos sociales en el país y que han cuestionado profundamente este régimen político podrido y corrupto”, afirma Bárbara Brito, actual vicepresidenta FECH, militante feminista de Pan y Rosas y dirigenta nacional del PTR.
La organización- de la cual son parte trabajadores de base y dirigentes sindicales de la industria, minería y servicios; jóvenes que integran el movimiento estudiantil; mujeres y reconocidas feministas; activistas de la diversidad sexual; profesionales de diversas áreas; personas que apoyan y defienden la causa Mapuche en el sur del país, entre otros sectores- viene a integrar también el espacio de la izquierda “extra PC” en Chile y por fuera del duopolio, hoy representado por la Derecha y la Nueva Mayoría. Es parte del surgimiento de los “nuevos fenómenos políticos” que se plantean ser una alternativa ante los deslegitimados partidos tradicionales.
“Por escritura pública de fecha 04 de enero de 2017 (…) se constituyó como partido político la entidad denominada ‘Partido de Trabajadores Revolucionarios’. Su sigla: ‘PTR’. Su lema es ‘Por un Gobierno de los Trabajadores’”, cita el documento entregado por el Servicio Electoral (Servel).
Con el primer trámite aprobado por el Servel, el PTR podrá dar inicio a la fase de recolección de firmas para así continuar su proceso de legalización. Arica, Iquique y Antofagasta serán las ciudades donde la organización trotskista desplegará sus fuerzas para cumplir este objetivo.
“No estamos dispuestos a seguir aceptando este régimen dominado por los empresarios y políticos corruptos de Chile Vamos y la Nueva Mayoría. Ante esto queremos que sean las grandes mayorías explotadas, oprimidas y excluidas, las que tomen el ‘sartén por el mango’. ¡Queremos que los trabajadores gobiernen!”, proponen en un comunicado público.
La organización de izquierda y revolucionaria se propone “conquistar un gobierno de los trabajadores para terminar con toda la herencia pinochetista. Apostamos por acabar con el Código Laboral y conquistar la negociación por rama, el derecho efectivo a huelga y el fin al subcontrato. Vamos por una educación gratuita para todos, financiada completamente por el Estado a sus instituciones, poniendo fin al subsidio a los empresarios educativos. Bregamos por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito en el sistema de salud pública. Defendemos el derecho a la autodeterminación nacional del pueblo mapuche y la expropiación de las forestales de los Matte y Angelini para ponerse bajo control de trabajadores y comunidades; luchamos por una Asamblea Constituyente, libre y soberana que pueda discutir cada uno de los enclaves autoritarios de la dictadura y los derechos negados por el actual régimen”.
En palabras de Lester Calderón, presidente del Sindicato Orica, Antofagasta, sector que es parte del rubro de la gran minería del país, “buscamos que en Chile exista una alternativa anticapitalista de los trabajadores, revolucionaria y socialista, que pueda hacer sentir su voz en el terreno político, electoral y también en el debate público”, asegura.
Sin duda, el proceso de legalización que está viviendo dicha organización se enmarca en estos nuevos fenómenos políticos que buscan, primero, convertirse en alternativa política nacional ante los partidos tradicionales; y, segundo, representar y encauzar el descontento que expresan diversos movimientos sociales que durante los últimos años han cuestionado profundamente al actual régimen político y sistema que impera en Chile. Pero, ¿todas estas organizaciones políticas, “a la izquierda del duopolio” apuntan a un mismo tipo de sociedad o tienen igual estrategia?
Por un Gobierno de los trabajadores en total ruptura con el sistema capitalista
Desde el PTR se desmarcan del fenómeno Frente Amplio (compuesto por organizaciones como Movimiento Autonomista, Revolución Democrática, Nueva Democracia, Izquierda Libertaria, entre otras), aclarando que “nosotros no queremos ser una alternativa que sólo busque mejorar ciertas condiciones y derechos sociales- que claramente hay que conquistarlos-, ni pretendemos simplemente reformar el Estado capitalista actual o mejorarlo en la medida de lo posible, como se proponen desde el Frente Amplio; creemos que deben ser los trabajadores y trabajadoras, los jóvenes, mujeres y sectores oprimidos los que realmente decidan y dirijan al país. Por eso nuestro lema es ‘que gobiernen los trabajadores’ porque queremos de verdad terminar con el duopolio representado por la Derecha y la Nueva Mayoría y con toda variante burguesa y empresarial”, afirman desde la mesa directiva.
“Nuestra propuesta se desmarca de cualquier tipo de variante empresarial y liberal, no así el Frente Amplio que también está compuesto por organizaciones como el Partido Liberal, nosotros ponemos todas nuestras fuerzas en la organización y participación de la clase trabajadora del país, el movimiento estudiantil, las mujeres, diversidad sexual, y todos los movimientos sociales que hoy cuestionan el sistema.¿Por qué nos enfocamos en los trabajadores? Porque consideramos que son el sujeto clave de transformación, y que junto a los demás sectores oprimidos, puede hacerle frente al sistema capitalista que permite tamaña explotación, opresión, desigualdad, aquí en Chile y el mundo. Esa es una gran diferencia con otras organizaciones de izquierda; nosotros estamos construyendo un proyecto político anticapitalista, revolucionario y socialista, de la clase trabajadora, que cambie estructuralmente esta sociedad y plantee el camino para una nueva. No queremos mantener este sistema intacto en sus pilares más fundamentales”, asegura Antonio Páez, secretario general del Sindicato Starbucks Coffe.
Sus integrantes consideran que en el caso del Frente Amplio es innegable que muchos trabajadores, jóvenes y mujeres confían y ven “con buenos ojos” esta propuesta, y que esta también constituye un factor a izquierda en el escenario nacional, sin embargo, son enfáticos en señalar que dicha organización “carece de estrategia revolucionaria” y presenta más bien un “programa antineoliberal”, pero que no se propone tocar el sistema capitalista. De todas maneras, desde el PTR afirman que se hace necesaria “la unidad de acción entre las organizaciones de izquierda en la lucha educativa, sindical y de género”.
Por último, desde la organización plantean que debe surgir un programa político con total independencia de los empresarios, que se proponga acabar con la herencia de la Dictadura y que impulse “la formación de un bloque político de independencia de clase, que parta de un programa obrero y socialista”.