Nuevamente, los palestinos realizarán este miércoles un “día de ira” en protesta contra la posibilidad de que Trump declare a Jerusalén como capital de Israel.
La Izquierda Diario @izquierdadiario
Lunes 4 de diciembre de 2017 13:31
Embajada de Estado Unidos en Tel Aviv (EFE)
Tal como ya han hecho anteriormente, las organizaciones palestinas en la Franja de Gaza, incluidos el movimiento Hamás y Al Fatah, llamaron a un "día de la ira" para este miércoles ante la posibilidad de que el presidente estadounidense, Donald Trump, declare Jerusalén como capital de Israel.
En una nota, las agrupaciones palestinas convocaron a los residentes de la Franja de Gaza a las 18.00 horas del miércoles (hora local) a "marchas y manifestaciones de rabia e ira contra el presidente Donald Trump y su política hacia Jerusalén".
Este fin de semana, el presidente palestino, Mahmud Abás, habló por teléfono con los líderes de Egipto, Jordania, Qatar y Francia, después de que diversas informaciones apuntaran a que Trump aceptaría Jerusalén como capital de Israel, cuya parte oriental la comunidad internacional considera ocupada y que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado.
Trump se estaría planteando esta posibilidad por no haber hecho efectiva su promesa electoral de mover la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, donde ningún país tiene su sede diplomática porque la comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí en la zona este de la ciudad, ocupada desde 1967 y anexionada en 1980.
Por el momento, Trump no ha firmado el decreto de 1995 para hacer efectivo el traslado y se adapta a la enmienda por la que el presidente puede prorrogar su cumplimiento por seis meses, algo a lo que recurrieron periódicamente sus antecesores Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.
Las autoridades de Israel continúan extendiendo la ocupación ilegal de territorios palestinos, desconociendo incluso la resolución 2334 de la ONU que condena esas prácticas, aprobada tras años de silencio por parte del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos había protegido repetidamente de las críticas a su aliado en Medio Oriente, apoyando y legitimando la ocupación sionista en tierra palestina.
