Cine. Orson Welles, el cineasta de todos los mundos y del mate

Su madre era concertista de piano y su padre un inventor, el Welles niño era adepto al piano y al violín, a la actuación, a la pintura y a la escritura. En 1930, huérfano de padre y madre, quedó bajo la tutela de un amigo de la familia y al egresar de la escuela, entró a la Escuela de Arte de Chicago. Luego de estudiar por un período corto, viajó a Dublín donde audicionó en el Gate Theatre y durante un año permaneció en esa ciudad. De vuelta en los Estados Unidos, actuó en diferentes compañías de teatro representando a los grandes clásicos, especialmente Shakespeare. Junto con el productor John Housemann formaron el famoso Mercury Theatre. En 1934, aprovechando su distintiva voz de barítono, comenzó a hacer radio creando radionovelas innovadoras. Se hizo famoso luego de su transmisión, en 1938, de La guerra de los mundos. En ese programa de radio, presentó como una noticia en tiempo real una invasión extraterrestre causando pánico entre los oyentes que pensaron que los marcianos estaban invadiendo Nueva Jersey.

La fama que logró a raíz de esta transmisión llamó la atención de la RKO Pictures donde hizo su debut como director de la película más impresionante de la historia del cine Ciudadano Kane, 1941, considerada una de las mejores películas jamás realizada. Con técnicas narrativas y tecnológicas innovadoras, Welles cambió la cara del cine lo que le valió el apodo de Boy Wonder, el chico maravilla.

Luego dirigió Los magníficos Amberson, 1942, un fracaso financiero que provocó su salida de la RKO. En 1942 fue a Río de Janeiro a filmar un documental sobre el país financiado por Estados Unidos, It´s all true y visitó Argentina donde fue agasajado en el Teatro Nacional Cervantes, comió asado y se tomó unos mates. En Brasil el cineasta vio una foto de Rita Hayworth y pensó que a su regreso la invitaría a salir. En 1943, Orson Welles y Rita Hayworth se casaron en secreto. Se separaron en 1947. Welles dirigió dos películas más antes de comenzar un exilio autoimpuesto de Hollywood debido a la persecución que sufría por parte del FBI que consideró que Ciudadano Kane era una evidencia de propaganda comunista, el gobierno lo tenía en la lista de personas que debían ser aprehendidas porque representaban una amenaza. Welles sabiendo que estaba siendo atacado, se mudó a Europa por ochos años. En 1948 actuó en El tercer hombre, de Carol Reed pionero del rodaje en exteriores del cine británico.
Regresó a Hollywood para dirigir Sed de mal en 1958, un clásico del cine negro. Su célebre versión del personaje de Shakespeare, Falstaff, en Campanadas a medianoche, 1966, le valió elogios de la prensa internacional pero fue ignorado en los Estados Unidos. Del 70 al 76, Welles filmó y editó Al otro lado del viento, una sátira sobre el mundo del cine. Sin dinero pasó momentos difíciles y en 1975 volvió a los Estados Unidos donde permaneció ocupado en varios proyectos al mismo tiempo que aparecía en la pantalla grande y ponía su voz a una variedad de roles como narrador en diferentes films. En sus años finales tenía en carpeta Orson Wells Solo, un film autobiográfico.

Welles cambió con su genio las caras de la radio y del cine con imaginación, ambición, talento y audacia técnica. Murió en 1985 en Los Ángeles de un ataque cardíaco dejando un legado como artista y autor cuya influencia se extendió a varias generaciones de cineastas. Sus cenizas fueron esparcidas por España donde, según su hija y su esposa, Welles había sido feliz.