Automovilismo. Ortelli cuelga su glorioso casco: ¡Gracias, Guille!

En la conferencia en que anunció su retiro, Guillermo Ortelli declaró: “Mi agradecimiento a toda mi familia y amigos por acompañarme siempre. He estado en muchos equipos y con todos estoy agradecido. En San Juan llevaré a cabo mi última competencia en el TC. Me di el gusto de correr con mis ídolos, con los hijos de mis ídolos y con los nietos de mis ídolos. Siento una emoción enorme. Es el día más difícil de mi carrera, me tiemblan las manos, estoy muy nervioso”. Con estas palabras y a los 48 años de edad, Ortelli comunicó la decisión de dar fin a su carrera en el automovilismo argentino.

En un tiempo que se caracteriza por la rapidez en que un evento tapa al otro, hay que hacer un rebaje y darle la importancia que merece este anuncio. En principio, la noticia da fin a una era en el TC, ya que marca el retiro del último piloto que llegó a correr en ruta. Pero, fundamentalmente, se trata del retiro de un heptacampeón del TC (1998, 2000, 2001, 2002, 2008, 2011 y 2016). Esto lo ubica sólo por debajo de Juan Gálvez, una de las máximas leyendas del TC, que ganó nueve títulos. Así, Guillermo quedó por arriba de otras leyendas como Juan María Traverso (seis campeonatos), Oscar Gálvez (cinco campeonatos), Dante Emiliozzi (cuatro campeonatos), Héctor Gradassi (cuatro campeonatos), Roberto Mouras (tres campeonatos) y Oscar Castellano (tres campeonatos). De los actuales corredores, el más cercano a la marca de Ortelli es Agustín Canapino, que ya obtuvo cuatro campeonatos.

Si observamos los números totales de Ortelli en el TC, veremos que es el corredor con más finales largadas (supera las 400). De ellas, Ortelli ganó 32 (29 con Chevrolet); esto lo ubica séptimo en la tabla de triunfos en el TC, siendo superado por Juan Gálvez (con 56), Roberto Mouras (con 50), Juan María Traverso (con 46), Oscar Gálvez (con 43), Dante Emiliozzi (con 42) y Omar Martínez (con 33). También obtuvo 98 podios, 32 poles positions, 92 series y 71 récords de vuelta. Todos estos logros fueron gratificados con cinco premios Olimpia de plata.

Además, Ortelli brilló en otras categorías, como el Top Race (donde logró quedarse con las coronas de las temporadas 2001 y 2005). Y también participó del TC2000, el Súper TC2000 y del Turismo Nacional. No obstante, en las últimas temporadas Guille solo venía corriendo en el TC y por eso su retiro es general del automovilismo.

Ídolo de Chevrolet

La importancia de Ortelli para Chevrolet se grafica en sus números con la marca: obtuvo siete títulos del total de 22 campeonatos en el TC que ostenta la marca del Moño Dorado. ¿Cómo se construyó esta superlativa trayectoria con Chevrolet?

El Guille, como se lo conoce a Ortelli, de niño era hincha de Ford. Incluso debutó en el TC a bordo de un Ford, como invitado de Fabián Acuña, para competir en las Dos Horas de Buenos Aires. Esto ocurrió el 11 de septiembre de 1994 y también fue su primera victoria en la categoría más popular del automovilismo argentino.

No obstante, en 1997, Ortellli pasó de Ford a Chevrolet y será al comando de una coupé Chevy que logrará su primera coronación. Esto ocurrió en la temporada 1998 e implicó arrebatarle el título a Traverso, por entonces corredor de Ford. Además, determinó que Ortelli se transformara en el campeón más joven de la categoría (tenía 25 años, marca luego superada por Agustín Canapino cuando obtuvo el campeonato 2010 con 20 años). Luego vendrían seis nuevos títulos, con los cuales se consolida la hegemonía de Chevrolet en el TC comenzada por Traverso en la temporada 1995.

Ninguno de sus siete campeonatos de TC fue obtenido por Guille de forma aplastante o contundente. En ello juega el espíritu del reglamento del TC moderno, el cual busca alternar los apellidos en los podios a lo largo de la temporada. Pero también es el resultado de un perfil deportivo: El Guille siempre evitó el manejo agresivo, enfocándose en la cosecha anual de puntos y en hacer brillar la performance de vehículos desarrollados para él por grandes preparadores. Este perfil como deportista, era complementado por una conducta deportiva caracterizada por su caballerosidad dentro y fuera de la pista.

Una de las pocas polémicas en las que Ortelli estuvo envuelto en sus 28 temporadas, refiere a que fue el primer piloto que utilizó un vehículo construido sobre la base de una estructura y no, como sucedía tradicionalmente en TC, de un casco de vehículo. Esto le permitió contar con un auto más liviano que los convencionales, al tiempo que lograba un 20 por ciento más de rigidez estructural en la unidad. Además, al tratarse de estructura desmontable, era más duradera que las estructuras tradicionales. Si bien estas mejoras de performance eran innegables, también era plausible la defensa de los preparadores de Ortelli: para esa altura ya era muy difícil encontrar en el mercado un casco de cupé Chevy. Este vehículo se había discontinuado en 1978, su producción fue mucho más escasa que la del Ford Falcon y se había convertido en un objeto de colección muy codiciado. Entonces, se hacía necesario repensar la forma de construcción de los Chevrolet, lo que inició la metalmorfosis más importante que tuvo el TC en el siglo XXI y dio por resultado a los vehículos que compiten actualmente.

En resumen, el apellido Ortelli logró ubicarse en el Olimpo del Chivo, codeándose con Juan Manuel Fangio, Roberto Mouras, Emilio Satriano y Agustín Canapino, entre otros. Guillermo alcanzó estas cumbres al mostrar un sentido de pertenencia con Chevrolet, al no intentar variar de marca según soplaran los vientos reglamentarios, sin recurrir a declaraciones altisonantes o sobreactuaciones de amor a la marca. Esto fue recompensado con el amor del público de Chevrolet y con el respeto del resto de las hinchadas. Es por eso que todos los fanáticos del TC decimos: ¡Gracias, Guille!