Una nueva muerte obrera nos remece: Herman Honorio Fuentes Cortés, trabajador que fallece la tarde del jueves pasado, cuando al interior de una mina cerca de Paposo, II región, el explosivo que manipulaba detonó sin alcanzar a huir.
Las mineras no fiscalizadas e ilegales son pan de cada día en el norte del país. Sin papeles que acrediten que la empresa se haga cargo de la seguridad y el mantenimiento, hoy vuelven a marcar noticia con la incomprensible muerte de un trabajador, responsabilidad completa de empresarios del rubro cuprífero.
Claudia Moreno Antofagasta, Chile
Lunes 2 de febrero de 2015
El minero, luego de colocar los explosivos no habría alcanzado a salir a tiempo de la mina, siendo alcanzado por la onda explosiva.
Las primeras pesquisas de la PDI, en conjunto con la Fiscalía de Tal-Tal, indican que la mina donde laboraba el trabajador, no contaba con los permisos correspondientes para la compra, almacenamiento y manipulación de explosivos.
Estadísticas
Según el último informe entregado por el SERNAGEOMIN de estadísticas sobre accidentabilidad minera de enero a octubre de 2014, fueron 24 muertes de trabajadores. Aunque el estudio valora la baja de la estadística desde los años 80’ hasta la actualidad, la mortalidad se basa mayoritariamente en la peligrosidad de mineras artesanales y el alto riesgo del trabajo en faena.
En este caso al no contar con los permisos correspondientes, en dicha minera ocurre el desgraciado hecho, sin embargo, así mismo ocurre en otras dimensiones en las grandes mineras donde a pesar de las fiscalizaciones la extensión horaria, las problemáticas de altura geográfica y la contaminación siguen siendo factores de enfermedades crónicas y muertes, las empresas son capaces de pagar multas exorbitantes en vez de realizar procedimientos de reubicación y/o formulación de otras posibilidades de evitar dichas situaciones en desmedro de los trabajadores y sus familias.
Claudia Moreno
@abajoelcodigo
