El momento de luchar es ahora. Falta de gas o diversas deficiencias edilicias impiden el dictado de clases en cientos de escuelas públicas. El cinismo oficial choca de frente con una realidad inocultable.

María Díaz Reck Docente y congresal de Suteba La Plata
Lunes 27 de agosto de 2018 01:28
Agosto 2018. Vianda “tipo” en escuelas públicas bonaerenses
Mientras el presidente y otros funcionarios de Cambiemos, como el intendente de La Plata Julio Garro, “replicaron” un mal chiste del exhumorista Alfredo Casero y se mostraron comiendo flan, hay miles de chicos que comen su única comida del día en comedores escolares.
Ante la falta de gas en miles de escuelas, la vianda que reciben es fría y consiste muchas veces en un escaso sandwich o un pedazo de pizza donde el queso es transparente.
“Flan casero”
El viernes 17 de agosto por la noche, en el programa “Animales Sueltos” (América) que conduce Alejandro Fantino, Alfredo Casero criticó al “universo kirchnerista” apelando a una metáfora de muy mal gusto, al mejor estilo de la derecha gorila, cuyo destinataria es la porción cada vez más grande de la población que vive en la pobreza.
Durante ese programa, Casero había comparado la actuación de la oposición con el de un grupo de personas que ingresa a una casa en llamas pidiendo que se les dé flan. Luego vinieron las fotos de Macri y otros funcionarios comiendo flan.
Sin flan ni comida caliente
En las miles de escuelas de la Provincia de Buenos Aires las y los estudiantes no solo no comen flan, sino que apenas acceden a viandas frías y totalmente insuficientes.
A más de dos semanas del crimen social que se llevó la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez en Moreno, miles de estudiantes siguen sin clases a causa de las desastrosas condiciones de infraestructura.
Casi mil escuelas están con las actividades suspendidas en toda la Provincia. Algunos colegios retoman las clases sin gas. Esto empeora la ya mala situación de los comedores escolares, ya que muchas veces no hay lugar ni para hacer un mate cocido o calentar una vianda.
Está claro que el vaciamiento y la desinversión vienen desde hace años. Con Daniel Scioli hubo infinidad de movilizaciones exigiendo el aumento de presupuesto educativo, el urgente arreglo de escuelas que se caían a pedazos y comida adecuada en los comedores. Nunca fueron escuchadas.
Hoy los auxiliares hacen malabares y hasta calientan agua con leña. Al lado de estas condiciones las fotos de Macri y los funcionarios de Cambiemos comiendo flan en coquetos restaurantes son una provocación.
Hace algunos meses, luego de que la gobernadora Vidal tomara la decisión de descentralizar el Servicio Alimentario Escolar al ámbito municipal, las denuncias en La Plata y en varios distritos de la provincia se multiplicaron aún más. Poca comida, carne y fruta podridas y viandas en mal estado.
También se ha denunciando reiteradas veces que los insumos muchas veces llegan sin cadena de frío y por ende en malas condiciones de conservación. A mediados de abril en la escuela secundaria 54 del barrio Villa Alba de La Plata recibieron empanadas con moho para el menú escolar. Este diario aún espera que se cumpla el compromiso de la intendencia de Cambiemos de responder qué había sucedido.
Solo estos dos ejemplos muestran que la desidia y el desprecio estatal a la educación pública es una constante.
Ellos y nosotros
Mientras esto sucede, la inmensa mayoría de los hijos de los funcionarios, como Antonia Macri, van a escuelas privadas donde la cuota es más alta que los salarios de muchos trabajadores.
En esos selectos jardines, primarias y secundarias tienen un menú de restaurante. Es muy común que los chicos y chicas allí coman “Chopsuey” o “Strogonof” de cerdo, o “Arroz Pilaf”. Al menos eso dice la carta de comidas publicada en la página web del Colegio Jean Mermoz de la Ciudad de Buenos Aires, adonde asiste la hija de Mauricio Macri y Juliana Awada.
Los problemas edilicios en las escuelas y la situación de los comedores escolares forman parte del ajuste que implementa este gobierno contra el conjunto de las trabajadoras y los trabajadores, mientras destinan millones a pagar una fraudulenta deuda externa.
Cinismo le sobra a esta camarilla de políticos de todos los partidos patronales que viene gobernando al servicio de los grandes empresarios nacionales y extranjeros y del FMI.
Mientras hacen bromas con el “flan”, el dólar terminó la semana pasada en $ 31.47 y el riesgo país avanzó hasta superar los 700 puntos. Al mismo tiempo, la pobreza creciente golpea el nivel de vida de amplios sectores de la población trabajadora.
En ese marco tienen lugar duras peleas como la de los trabajadores del Astillero Río Santiago y la de la comunidad educativa en defensa de la educación pública.
El tiempo de luchar y derrotar el ajuste es ahora. Fuerzas hay. ¡Basta de esperar el 2019!
El paro de 72 horas convocado por todos los gremios docentes en la Provincia de Buenos Aires se tiene que transformar en un puntapié para avanzar en un plan de lucha conjunto con los trabajadores del Astillero y con los docentes universitarios.
¡Es necesario un paro nacional activo ya! En defensa de la educación pública y un plan de lucha en el camino de una huelga general para derrotar el ajuste del gobierno de Macri-Vidal.