Ayer, desde temprano comenzaba a pintar en la fachada de la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires el artista Milo Lockett, quien había sido convocado por la Secretaría de Cultura.
Viernes 24 de junio de 2016
El Mural fue pintado junto con ayudantes, mientras vecinos y algunos transeúntes hacían fila para sacarse foto con el reconocido artista plástico chaqueño, quien ya había sido convocado en anteriores ocasiones por la gestión del PRO en CABA. Intervino las estaciones subte y la entrada al Shopping de Abasto, además fue contratado por la gestión de la Municipalidad de Resistencia, donde es intendente Jorge Capitanich, cobrado una importante cantidad de dinero por la realización de un extravagante mural de 3.200 metros de longitud, en una de las provincias más pobres del país.
El mural de Pablo Motta, realizado sin ningún tipo de financiamiento exterior, por la invitación de la Biblioteca, sólo por la voluntad que genera el muralismo en quienes lo realizan, no tenía ningún tipo de deterioro ni de “escrache” y tenía tan sólo 18 meses de antigüedad. El autor –según comentó en una entrevista a Diario Contexto- tenía conocimientos de que probablemente lo contactarían de la Biblioteca para contarle que iban a tapar su mural, el llamado nunca llegó sino hasta la noche anterior a ser blanqueada la pared.
La indignación y el repudio en las redes Sociales no tardó en llegar, algo de esperarse en una ciudad con decenas de artistas muralistas que pintan “a pulmón”, donde existe una Facultad de Bellas Artes con la carrera de muralismo y ni aun así se tiene en cuenta a los artistas locales quienes no reciben ayuda ni de empresas ni de ningún organismo del Estado.
“Mi total rechazo ante la decisión de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, donde no solo se tapó una pieza excelente de Pablo Mota, sino que dejó en evidencia el total desinterés para con los artistas locales, la ineptitud de sus dirigentes y el farandulismo que le pretenden dar a la cultura, ya que el "artista" que TAPÓ la obra de Pablo Mota no es un muralista reconocido, sino un empresario en su auge como pintor, que poco de calle tiene y mucho de cobrar le sobra. Por eso mi repudio al gasto (en este caso no es una inversión cultural) que se hizo para con este mural, tapando agujeros con cinta scotch y seguro lavando uno que otro billete. Aguante el trabajo de los que sí conocen y pintan la calle, aguante la cultura autogestionada e independiente. Aguante el graffiti Platense, lleno de artistas de enorme nivel” publicó en su cuenta de Facebook, Santo Uno, artista de graffiti de la ciudad.
La organización de este mural demuestra el total desinterés y el ataque por parte del gobierno de Cambiemos a la cultura y al arte independiente, junto con el cierre de varios centros culturales y clausuras como fue la del Pura Vida Bar, que gracias a la organización de los artistas se logró su reapertura, lo que demuestra que sólo la organización y la acción de los artistas en defensa de sus espacios es capaz de hacer retroceder al gobierno municipal, provincial y nacional en su ataque a la Juventud en general en pos de favorecer la privatización de la misma.
