Es el judoca ecuatoriano Lenin Preciado, medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2015. De nombre curioso, puede ser figura de la disciplina en la que brilla la argentina Paula Pareto.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Miércoles 11 de mayo de 2016
Foto: sitio Infocancha
Si alguna curiosidad podían tener los Juegos Olímpicos que se disputarán en el mes de agosto en Río de Janeiro, esta es primicia para La Izquierda Diario: en una disciplina deportiva de lucha, el Judo, competirá un Lenin. Claro que nada tiene que ver con el legendario revolucionario internacionalista Vladimir Illich Ulianov, quien pasó a la historia con ese nombre y por haber dirigido el partido bolchevique que condujo el primer Estado obrero de la historia moderna (entre muchas otras cosas). Este Lenin ecuatoriano de 22 años sólo es “tocayo” de Vladimir. Pero también pretende luchar por hacerse un lugar frente a los poderosos: en el caso del Judo, titanes como Tadahiro Nomura, histórico campeón mundial y olímpico que ostenta tres preseas doradas.
Sería todo un acontecimiento si el campeón de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, uno de los primeros clasificados a las olimpíadas por parte de Ecuador, subiera al podio en Río 2016: inscribiría su nombre, Lenin Preciado, en las pantallas de los canales deportivos y en las estadísticas.
Según la definición del diccionario, preciado significa “Que es muy estimado o querido por su valía”. ¡Vaya si Vladimir Lenin lo es para quienes aspiramos a un cambio social radical que establezca una sociedad sin opresores ni oprimidos! Para muchas generaciones de revolucionarios y luchadores, desde fines del siglo XIX existe un Lenin preciado, muy preciado.
Si el joven deportista clasificara entre los tres primeros de su categoría, haría algo de justicia poética con el maestro del marxismo que ante la convulsiva situación política que se vive actualmente en Brasil (ante la posibilidad de juicio político a Dilma Rousseff impulsado a modo de golpe institucional por sectores reaccionarios) intervendría vivamente pensando cómo transformar esa situación compleja –enfrentando el golpe y también el ajuste antipopular del propio gobierno del PT- en una oportunidad para la intervención independiente de las masas y para el desarrollo de una corriente revolucionaria que se prepare para desalojar a los capitalistas del poder. Permítanos el público lector de La Izquierda Diario jugar con esa fantasía, después de todo el deporte también incluye un aspecto lúdico y poético.
Lenin Preciado Alvarado, oriundo de Machala (provincia de El Oro, Ecuador) e hijo de un pescador artesanal, le arrebató el título en la final de los Juegos Panamericanos (una especie de previa continental de los Juegos Olímpicos) al brasileño Felipe Kitadai, que era el campeón panamericano hasta esa derrota. De esa manera se transformó en el primer judoca ecuatoriano en conseguir una medalla de oro. Promete ir por mucho más y para eso se está recuperando con esfuerzo de una lesión leve. Puede darle mayores alegrías a su tierra natal que tanto las necesita, azotada recientemente por un feroz terremoto que dejó el trágico saldo de más de 700 muertos y casi 50 personas desaparecidas.
En la descripción de su cuenta de Twitter, Lenin Preciado se autodefine con la frase “me gusta ayudar”; aunque no realiza ninguna referencia a Vladimir Illich, de alguna manera resulta una coincidencia con aquel que hizo lo posible por barrer de la faz de la Tierra a terratenientes, aristócratas, burgueses y burócratas de toda calaña para ayudar a la clase trabajadora y a los pueblos oprimidos a transitar el camino hacia la liberación de la humanidad. Aquel Lenin experto en la lucha de clases para transformarla en lucha revolucionaria, este otro Lenin experto en la lucha milenaria nacida en la tierra del sol naciente, Japón.
Desde la sección deportiva de La Izquierda Diario seguiremos con atención el desempeño de la campeona argentina Paula Pareto que con su esfuerzo y habilidad hizo del Judo una disciplina a ser considerada por todos los medios deportivos. Pero también observaremos con atención y enviándole buenos augurios a nuestro descubrimiento, Lenin Preciado.