Después de las elecciones intermedias del pasado 6 de junio hay tres partidos políticos que no alcanzaron el 3%de la votación requerida para mantener su registro.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 10 de junio de 2021
El Partido Encuentro Solidario (PES), Fuerza por México (FxM) y Redes Sociales Progresistas (RSP) están en riesgo de perder el registro como partidos politicos nacionales, una vez que sólo alcanzaron el 2.83%, 2.57% y 1.83% de los votos, respectivamente. No obstante que el mensaje dejado en las urnas fue claro, cada uno de estos partidos puede aún pelear en los tribunales lo que no obtuvieron en las elecciones.
Desde antes de la jornada electoral todo apuntaba a que la cantidad de votos alcanzados por estas formaciones políticas sería mínima. Pese a que, por ser partidos de reciente creación la legislación les prohíbe ir en alianza con otros partidos, en los hechos todos se plegaron a las diferentes coaliciones en el marco del escenario político nacional y en algunos casos a la dinámica partidaria local, además, cada uno de ellos con independencia del número de votos recibido ejerció 161.9 millones de pesos del presupuesto destinado a los partidos políticos.
Pero ¿quieénes son estos partidos y de dónde provienen estos partidos?
Si bien la contienda electoral quedó dominada por el Morena, el PAN, el PRI y en otro nivel por MC, el PVEM y el PT, alrededor de los grandes partidos orbitan otros de menos tamaño e importancia. Estos tienden a plegarse a los primeros en cuanto al proyecto político se refiere sin ningún tipo de consideración ideológica, así, el PVEM otrora aliado por largos años del PRI ahora forma parte del partido en el gobierno (vale la pena recordar que para el verde algo así ya había sucedido después de que en el 2000 acompañaron la campaña de Vicente Fox a la presidencia)
Por otro lado el PES que ya había perdido su registro en 2018 después de no alcanzar el número de votos requerido, resurgió con otro nombre y apoyo desde el mismo gobierno, pues no olvidemos que éste fue parte de la coalición que llevó a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. El PES, antes Encuentro Social, ahora Encuentro Solidario, se caracteriza por la influencia que tiene de sectores amplios de la Iglesia evangélica y que desde su inicio se posicionó contra los derechos reproductivos de las mujeres los derechos de la diversidsd sexo-genérica.
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Fuerza por México, partido fundado por Pedro Haces quien antes militó largos años en el PRI para integrarse después a morena 6 y ahora pasa a liderar FxM, es un partido igualmente vinculado a lo que fue Nueva Alianza, partido con fuertes lazos en el magisterio integrado al SNTE, en los años en que Elba Esther Gordillo fungía su rol protagónico en las esferas de la política partidaria.
Finalmente están las RSP, éstas se definen como un partido “defensor de un proyecto de capitalismo progresista, plural y feminista” verborrea que tímidamente oculta que son un partido más al servicio de los intereses del empresariado y que bajo la bandera del progresismo en abstracto intentan lavar la cara de quienes dirigen el partido; una cúpula burocrática al interno del magisterio que orbita alrededor de Elba Esther Gordillo y que al igual que el resto de partidos satélite, se coloca al lado de quien le permita mantener sus privilegios dentro del antidemocrático sistema político y electoral.
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Tras el veredicto de las urnas todo indica que estos partidos desaparecerán, sin embargo, aún falta un largo camino en el marco de los tribunales y los conteos distritales donde estos intentarán torcer e interpretar a modo la ley para mantener sus prerrogativas. Y lo logren o no, en lo fundamental el sistema antidemocrático de partidos se mantiene.
Las y los trabajadores seguimos sin contar en el terreno electoral con un proyecto que vaya hasta el final en la defensa de los derechos y reivindicaciones históricas de la clase obrera. Así como lo plenteó la candidatura independiente, anticapitalista y socialista de Flora Aco para el Distrito 23 de Coyoacán y que fue impedida de participar en el proceso electoral a través del proscrictivo régimen para las candidaturas independientes.
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