A punto de cumplirse dos semanas del caso cuádruple de feminicidio de Nadia, Yesenia, Mile y Alejandra y del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa en la colonia Narvarte, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha llamado a declarar a Javier Duarte, quien se ha deslindado del crimen y los señalamientos en su contra. En tanto, el descontento social aumenta y las calles se llenan de indignación.
Nancy Cázares @nancynan.cazares
Jueves 13 de agosto de 2015
El pasado 11 de agosto el gobernador de Veracruz, el priista Javier Duarte, se deslindó de las acusaciones que le señalan como el principal responsable del crimen del pasado 31 de julio en la colonia Narvarte. Además, dijo estar en contra del “linchamiento” que se ha hecho en su contra, asegurando que desviaban la atención de los verdaderos culpables.
En La Izquierda Diario México hemos señalado que el llamado a Duarte a declarar, no como acusado sino como testigo, constituye para la familia y para las víctimas una afrenta que garantiza la protección de los responsables del crimen y su impunidad. Para las miles de personas que se han movilizado exigiendo justicia para los 5 es evidente que no habrá tal mientras no se investiguen los móviles políticos del crimen: a Nadia y a Rubén los perseguían por su actividad política en Veracruz.
¿A quién protegen las leyes mexicanas?
El crimen de la Narvarte no sólo puso el dedo en la llaga sobre los números rojos en los que se encuentran los derechos humanos en México. La invisibilización de lo que los medios llamaron fácilmente “las cuatro mujeres” evidenció una línea que ha naturalizado la violencia en contra de las mujeres, quienes enfrentan a la par el azote de la pobreza y las reformas estructurales, pero que cargan con dobles cadenas que las atan al trabajo impago del hogar.
En uno de los países con más altos niveles de feminicidios (definición que ha costado años de lucha poder arrancarle a la legalidad de los poderosos y que aún no se extiende por todo el país), las autoridades optaron por negarse a dar los nombres de ellas y cuando lo hicieron, fue para criminalizarlas.
Hasta el momento, las familias de Mile y de Alejandra han sido delegadas a segundo plano por las autoridades mexicanas. Apenas ayer fue emitida la orden para repatriar los restos de Mile y ninguna autoridad se ha pronunciado para explicar qué ocurrirá con la familia de la que Alejandra era responsable. Mientras las familias de Espinosa y Vera enfrentan junto con las otras la impunidad y la impotencia, las de Alejandra y Mile enfrentan además el silencio.
Duarte, por su parte, aceptó comparecer ante la PGJDF ¿y cómo no habría de hacerlo, si su protección está garantizada? Luego de responder (por escrito) a la totalidad de las preguntas que se le realizaron, tuvo aún la astucia de emitir un comunicado de prensa en donde dijo “no creer en los fueros” y destacó el intercambio con Miguel Ángel Mancera. Todo el proceso de la entrega de declaración fue realizado en completa discreción, sin que se le permitiera a ningún medio o periodista ingresar al Palacio de Gobierno.
La organización Artículo 19, quien ha estado a la cabeza del seguimiento a este caso, comunicóque a pesar de haber solicitado que algunas preguntas fueran incluidas en el formato de interrogatorio a Duarte, no fue notificada si fueron integradas y desconoce aún el contenido de las respuestas entregadas por el gobernador veracruzano.
De la indignación a la movilización
El descontento por este crimen ha cruzado fronteras y se ha sumado a la lista de ataques en contra de la población en donde se han visto involucrados funcionarios e instituciones ya sea por acción u omisión. La crisis abierta por Ayotzinapa está muy lejos de cerrarse y la población no duda en señalar al Estado mexicano como principal responsable.
Diversas movilizaciones han sido convocadas en todo el país para exigir justicia para los 5. Desde actividades culturales hasta protestas en las representaciones estatales de Veracruz y en edificios y monumentos importantes. Esta semana diversas organizaciones políticas y sociales, como el Movimiento de los Trabajadores Socialistas, están convocando a una marcha en el Distrito Federal el próximo 16 de agosto que partirá al medio día del Ángel de la Independencia para arribar a las instalaciones de la PGJDF.
La consigna es clara: ¡Porque fue el Estado, fuera Duarte!