La agudización de la crisis del capital se expresó con una caída del -18.7 del PIB en el segundo trimestre de este año. Apuntalada por la reapertura de la economía de exportación, sobre todo la industria maquiladora del norte, bajío y centro del país, el PIB se “recuperó” llegando a - 8.6 %. El sacrificio de esta llamada “Nueva Normalidad” han sido más de 90 mil muertos confirmados por covid-19.
Viernes 30 de octubre de 2020
En el segundo trimestre de este 2020 la economía cayó estrepitosamente, el PIB se contrajo en -18.7 %. Con la reciente “recuperación” el PIB alcanza el -8.6 %.
La cuarentena obstaculizó la acumulación de capital anclada en las cadenas de suministros que significa la industria maquiladora de exportación de nuestro país, uno de los pocos nichos de crecimiento en la economía nacional. El desplome en abril y mayo alcanzó los 20 mil 273 millones de dólares, esta caída es equivalente al crecimiento que la economía de exportación tuvo durante una década “prospera” y regresa a los niveles de la primera década de este siglo.
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Ante esta situación, el gobierno federal (postrado a los intereses de esta industria maquiladora) impuso la reapertura económica con el eufemismo de “Nueva Normalidad”. El costo de la reapertura es que, a partir de este periodo, los contagios y las muertes despegaron desproporcionadamente. Ya para septiembre, representaban el 86 % de las muertes totales.
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Es decir, es imposible no vincular la reapertura impuesta por el capital de exportación y asociados, el crecimiento del PIB y los más de 90 mil muertos confirmados (y contando) por covid-19.
¿Cómo celebrar este aumento del PIB sobre la vida de las y los trabajadores? Sólo el capital celebra esta recuperación sobre la tragedia humana. Mientras el gobierno de López Obrador emite un decreto para declarar un luto nacional por los fallecidos, a la par continúa sin siquiera proveer de manera suficiente insumos, pcr’s masivos y protección para la población y el personal de la salud que atiende la pandemia.
Eso significa el gobierno para pobres y ricos: permitir la criminal reapertura económica para los grandes empresarios y honrar a los trabajadores fallecidos por esta reapertura.
Si el impacto de la cuarentena golpeó en primer lugar al sector industrial exportador, con la “Nueva Normalidad” fue el más beneficiado. El sector secundario (donde se encuentra esta industria) tuvo una recuperación del 22 % con respecto al trimestre anterior, mientras que el sector primario y terciario ronda una recuperación del 8 % cada uno.
#PIB se estima que el Producto Interno Bruto del país creció 12.0% t/t durante 2020-T3, impulsado por las actividades primarias (7.4%), secundarias (22.0%) y terciarias (8.6%); aún así, todavía quedaría con una contracción anual de (-)8.6% a/a vs 2019-T3. pic.twitter.com/MBs4Uv4BrX
— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) October 30, 2020
Sin embargo, a pesar de esta recuperación, el PIB sigue en números negativos (ver gráfico). Incluso se puede apreciar que, prácticamente, en todo el 2019 se mantuvo en números negativos.
La crisis y la forma en que el gobierno de la 4T la afronta, queda al desnudo, a pesar de la legitimación que aún mantiene. La conquista de los intereses de las y los trabajadores no va a llegar de la mano del gobierno (mucho menos de la derecha), sino consolidando una lucha con independencia política, que no se subordine a los gobiernos del capital, enquistados en el aparato de Estado.