Tras el último escándalo de corrupción del emérito que pagó más de 678 mil euros a hacienda para evitar la vía penal, el viernes se presentaron en el Congreso dos solicitudes para investigar al emérito y a la Casa Real. Pero este martes ya han sido rechazadas. Hace falta algo más que una solicitud “sin viabilidad política” que se detiene ante el veto del bloque monárquico.

Lucía Nistal @Lucia_Nistal
Martes 15 de diciembre de 2020
A nadie le cabía la menor duda, el Congreso no iba a permitir que se investigue a la monarquía, ni siquiera al rey emérito que colecciona decenas de escándalos de corrupción ya evidentes. Y así, con las dos nuevas solicitudes para crear una investigación, la mesa del Congreso ha rechazado por cuarta vez este año una investigación de las cuentas del emérito.
Los representantes del PP, de VOX y, por supuesto, el PSOE, siempre al servicio de su majestad, se aseguraron de que no se abra comisión alguna. ¿El veredicto? La inviolabilidad del emérito es permanente. Además, la petición de Unidas Podemos ni si quiera ha sido tenida en cuenta bajo la excusa de que una iniciativa de ese tipo “le corresponde a la Mesa, a dos grupos parlamentarios o a la quinta parte de los miembros de la Cámara". Ha vuelto a quedar claro con este nuevo veto que a la monarquía, desde el Congreso, no se la toca.
Las solicitudes llevadas a cabo el pasado viernes 11 para abrir una investigación llegaron después del último gran escándalo de la corona, el acuerdo con hacienda por el que el emérito, desde su retiro dorado en Abu Dabi, ordena el pago de más de 678 mil euros a Hacienda para evitar la investigación que implicaba a varios miembros de la familia real.
En esta ocasión, se trataba de hasta 250 mil euros anuales (el máximo para no constituir delito fiscal) que venían del magnate mexicano, Allen Sanginés-Krause, conocido por evitar obligaciones fiscales a grandes fortunas, con la inestimable ayuda del coronel del Ejército del Aire y ayudante de campo Nicolás Murga, que administraba la cuenta bancaria a la que llegaban los fondos. Por algo el rey es el mando supremo de las Fuerzas Armadas y el capitán general del Ejército del Aire.
Como explicábamos en un artículo anterior, este último caso de corrupción conocido hasta hoy tiene dos agravantes. El primero, que las operaciones databan de fechas posteriores a su abdicación, entre 2016 y 2018, y por lo tanto en teoría ya había perdido la figura medieval de la inviolabilidad. En teoría, decimos, porque parece que la inviolabilidad del monarca no acaba nunca.
El segundo que, de investigarse, iba a cuestionar el relato sostenido por toda la casta política –incluida la que hoy ocupa Moncloa– de que los excesos del rey emérito son una excepción y el resto de la Familia Real, especialmente el ejemplar Felipe VI, no tendrían nada que ver con ello. De momento ya se sabe que tanto la reina Sofía, como las infantas Elena y Cristina y hasta los nietos Frolián y Victoria Eugenia, han utilizado las tarjetas black del patriarca para financiarse sus viajecitos, fiestas, lujos y aficiones aristocráticas. Parece difícil, una vez más, que al rey Felipe VI “no le conste”, como suelen decir.
En este contexto la CUP, ERC, Bildu, JxCat, Más País, Compromís y BNG impulsaron una solicitud para que se investigue "la trama vinculada a las presuntas ilegalidades e irregularidades cometidas por miembros de la Casa Real y las influencias políticas, diplomáticas y comerciales con Arabia Saudí". Y solicitaron la comparecencia de la Ministra de Hacienda María Jesús Montero para explicar las circunstancias en las que se ha producido “la regularización fiscal parcial llevad a acabo por Juan Carlos de Borbón”.
👑 @EHBildu impulsa una nueva iniciativa para investigar las irregularidades de Juan Carlos de Borbón en el Congreso e instar la comparecencia de la ministra de Hacienda.
🏛️ Solicitud presentada con @Esquerra_ERC, @JuntsXCat, @CUPnacional, @BNGcongreso, @MasPais_Es y @Compromis. pic.twitter.com/npcs5bMXI8
— EH Bildu Congreso - Senado (@EHBilduCongreso) December 11, 2020
Por su parte, Unidas Podemos, desmarcada de esta solicitud, presentó la suya con un carácter claramente acotado, solicitando la creación de una “Comisión de investigación sobre el uso de tarjetas de crédito opacas por parte del Rey Emérito, con posterioridad a su abdicación, con cargo a fondos procedentes del extranjero”.
La mayor parte del escrito presentado, como Echenique –el mismo que decía en abril que “ahora no toca” investigar a la corona– explica en su tuit, es una justificación de que los hechos son posteriores a la abdicación y, por tanto, Juan Carlos de Borbón ya no sería inviolable.
Hoy registramos una Comisión de Investigación sobre las tarjetas black del Rey Emérito. Son hechos ocurridos tras su abdicación. No se aplica por tanto la inviolabilidad del artículo 56.3. La Mesa del Congreso no tiene excusa posible para bloquearla. https://t.co/jNmXDB3zpt
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) December 11, 2020
Además de restringir su solicitud a los hechos posteriores a la pérdida de inviolabilidad, asumiendo así de nuevo los privilegios medievales de la monarquía y respetando los marcos establecidos, únicamente solicitan la investigación del emérito y Sofía de Grecia, sin una mención al papel del resto de la familia real tanto en el disfrute como en la gestión de esas corruptelas.
Tanto es así que, si en el escrito recuerdan la investigación en curso sobre las comisiones por la construcción del AVE a la Meca, corren a continuación a separar totalmente estos casos de Felipe VI: “Ante aquellos acontecimientos, el propio Rey Felipe VI decidió retirar al Rey Emérito la asignación que tenía fijada en los Presupuestos de la Casa del Rey. Asimismo, el Rey Felipe VI también declaró que renunciaba a la herencia de Juan Carlos I que personalmente le pudiera corresponder”.
Curiosos republicanos estos de Podemos e Izquierda Unida que se empeñan constantemente en separar al monarca actual de las corruptelas de su padre, dejar su republicanismo para twitter y declaraciones abstractas y limitarse a solicitudes que saben que el partido con el que cogobiernan no va a consentir. Por si quedaban dudas, ya las aclaraba Carmen Calvo cuando dijo que la propuesta de investigación no tiene "mucha viabilidad política".
Una de estas declaraciones para tratar de cubrir la “cuota republicana” fue la rueda de prensa de Isa Serra en la Asamblea de Madrid el pasado lunes. Una intervención en la que critica las corruptelas del emérito, incluso hablando de la “vergüenza internacional” que suponen sus escándalos. Eso sí, ni una mención a Felipe VI. ¿Y el fin de la monarquía para cuándo? Bueno, según Serra, en un ejercicio de ambigüedad bastante evidente: “la república evidentemente tiene nombre de futuro".
Efectivamente, somos muchos los que peleamos por que el futuro sea republicano -por una república de la clase trabajadora, en nuestro caso-, por eso mismo pensamos que hace falta una alternativa valiente, rupturista, que no deje el fin de la monarquía para un futuro incierto como Isa Serra y Unidas Podemos, sino que lo conjugue en presente, y de pasos reales para que, por fin, podamos decidir sobre nuestras vidas, sobre nuestro futuro, que exija procesos constituyentes libres y soberanos. Esa fuerza, desde luego, no va a ser Unidas Podemos, que forma parte de un gobierno monárquico, imperialista, al servicio del IBEX35. Qué suerte ha tenido la monarquía de tener a tales apaciguadores durante estos años que sus escándalos salen a la luz.
Si queremos acabar con esta institución reaccionaria, corrupta, impuesta por el franquismo y que defiende los intereses de las grandes fortunas y los grandes empresarios tenemos que acabar también con el régimen monárquico para ricos que se asegura de no permitir que nada cambie, el régimen en el que UP está totalmente integrado, tan integrado que forma parte de su gobierno.
Haciendo referencia a la definición que diera Marx del gobierno burgués, no se trata de administrar “los negocios comunes de toda la clase burguesa”, sino de acabar con esa junta de los capitalistas, empezando por echar abajo de una vez por todas la herencia de la dictadura, sin detenernos ante vetos de los sectores más reaccionarios del régimen, por conquistar el derecho a decidir, decidir también sobre las medidas urgentes y el programa social para que esta crisis social y sanitaria sin precedentes la paguen los capitalistas. Y para eso hace falta otra izquierda.

Lucía Nistal
Madrileña, nacida en 1989. Teórica literaria y comparatista, profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. Milita en Pan y Rosas y en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT).