×
×
Red Internacional
lid bot

Legalización de la marihuana. PSOE, PP y VOX y la confluencia reaccionaria para seguir ilegalizando el cannabis

Este martes el PSOE volvió a alinearse con la derecha y extrema derecha en una cuestión tan básica como la legalización del cannabis. Bajo una visión retrógrada y reaccionaria continúan con una legislación que criminaliza a la juventud y favorece a las redes del narcotráfico

Viernes 22 de octubre de 2021

Como ya te contamos, este martes 19 de octubre se debatió en el Congreso de los Diputados la proposición de Ley de Más País sobre la regulación del cannabis, tanto para fines medicinales como para fines recreativos.

El PSOE, junto a PP y VOX, emitieron su voto en contra, sumando 263 votos; mientras que UP, MP, ERC, CUP, Bildu, JxCAT, parte del PDECat e incluso Ciudadanos votaron a favor, sumando 75 votos; por último el PNV y parte del PDECat se abstuvieron, sumando 9 votos. Según el CIS, un 49´7 % de la población estaría a favor de esta propuesta, frente a un 40´9 % en contra. Mientras en el Congreso de los diputados, supuestamente el órgnano supremo de la “democracia” en el estado español, el porcentaje de votos en contra era de un 75 %, casi el doble del porcentaje que refleja el CIS en su encuesta. Este dato nos viene a recordar que este sistema -supuestamente- “democrático” del estado español no tiene nada de democracia. Otro dato, cuanto menos, curioso es que el PSOE -ese partido que se dice tan progresista- confluye con la derecha más rancia en asuntos de libertades; incluso en contra de lo recogido en el informe del CIS.

Dichos datos deberían motivar a la clase trabajadora a luchar por mejorar la democracia en el Estado español y, a quienes se consideren “de izquierdas” -aunque sea un poco-, a no confiar en absoluto en un partido que ha demostrado reiteradamente que no es en absoluto de izquierdas. Aunque no nos extraña nada que el PSOE haya confluido con la derecha más reaccionaria y retrógrada del Estado español votando en contra de la regulación del consumo de cannabis -incluso después de su congreso este fin de semana en el que se las daban de muy progresistas-, realmente no sabemos si reír o llorar cuando vemos al señor Felipe Gonzalez, en el Congreso del PSOE, dando lecciones de social democracia o a Pedro Sanchez decir que va a derogar la ley Mordaza y la reforma laboral del PP (de la de Zapatero ni hablamos) después de llevar un tiempo más que razonable como presidente del gobierno y no haber movido ficha alguna. Realmente no merece la pena dedicar mucho más tiempo a las actuaciones de este partido político, que favorece a la monarquía corrupta española mientras se siguen considerando republicanos.

Los argumentos esgrimidos por el PSOE, entre otros, es el número de muertes por tabaquismo y las familias destrozadas por el alcohol, cosa que poco tiene que ver con el consumo del cannabis. Mientras el PP trataba de justificar que consumir droga no es un derecho fundamental, sino un problema de salud pública; como si el vino fuera una sustancia completamente inocua (cabe recordar estas declaraciones de Aznar https://www.youtube.com/watch?v=GUy4fwKSLzc). Y por parte del partido ultraderechista VOX, Juan Luis Steegmann comentaba que la izquierda quiere tener a los españoles colocados.

Situación actual del cannabis en el estado español

Actualmente está completamente prohibido el uso recreativo del cannabis en la vía pública. Transportar o consumir cannabis en la vía pública está penado con multa de más de 400 euros, la primera infracción, y con un aumento considerable en la cuantía para personas reincidentes; mientras, el autocultivo se encuentra en una situación, que podríamos considerar como, alegal. Aquellas personas que decidan autocultivar su propio cannabis y sean sorprendidas por la policía deberán de probar ante un juez que dicha cantidad es para consumo propio y no para venta. En ese caso no se les impondrá pena alguna, ni de cárcel ni de cuantía económica; no obstante todas las incautaciones se realizan mediante un proceso penal, es decir que aunque no cometas ninguna infracción ni delito puedes pasar un par de días en el calabozo -por otra parte algo habitual en un estado represivo como es el estado español- y olvidarte de recuperar la cantidad incautada que te pertenece -mientras este sistema defiende a ultranza la propiedad privada-. No obstante existen algunas excepciones para el consumo medicinal, siempre y cuando sean aprobadas por la Agencia del Medicamento; aunque son bastante escasas.

Cualquiera que defendamos el socialismo y la libertad no podemos estar en contra de la regulación de drogas suaves, como es el cannabis. La toxicidad del cannabis es muy inferior a la del alcohol y su adictividad inferior a la del tabaco. Efectivamente no es una sustancia inocua (como tampoco lo es el alcohol, el tabaco, el café, el azúcar y otras tantas que son legales) ni desde aquí se pretende incitar a la juventud a su consumo; pero sí nos gustaría explicar las ventajas de su legalización.

En primer lugar, es una cuestión de principios: no se puede defender la libertad prohibiendo el consumo de una sustancia que no hace daño a nadie más que a quien la consume. Fumar un porro no se puede considerar un delito contra la salud pública. Si a alguien le molesta ver a otra persona fumándose un porro es porque tiene un problema, y grave. En segundo lugar la legalización incluye también una regulación; la cual permitiría que no se adultere la sustancia, como puede ocurrir facilmente en el mercado negro. La filosofía autoritaria de prohibir no debería tener cabida en una sociedad democrática, y los esfuerzos por parte del estado deberían ir en la línea de minimizar los riesgos; principalmente supervisando que no se adultere el producto vendido con otras sustancias y explicando qué hábitos de consumo pueden generar un riesgo. Evidentemente las personas jóvenes serán más receptivas a la explicación justificada de qué actitudes o situaciones pueden generar un riesgo que una prohibición absoluta poco justificada.

El postureo de los partidos -supuestamente- de “izquierda” al respecto

Las razones que explicamos anteriormente parecen bastante cercanas a las propuestas de estos partidos. No obstante debemos tener en cuenta algunos aspectos de las políticas llevadas a cabo por éstos. Varias especialmente relacionadas con el cannabis, aunque no lo parezca a simple vista.

En primer lugar, las condiciones materiales actuales de la clase trabajadora, y de la juventud, son bastante críticas. Este sistema socioeconómico consiste en que una minoría trate de obtener el máximo beneficio posible a costa de la miseria de la mayoría. En el momento actual de paro y precariedad que nos encontramos, que se cierne con más fuerza sobre la juventud trabajadora -ya que la juventud burguesa no se enfrenta estos problemas al heredar las propiedades de papá y mamá-, es un hecho el aumento de los trastornos mentales. Depresiones y ansiedades que, en muchos casos, están directamente relacionados con las condiciones materiales actuales. Estos partidos, que tanto se dicen de izquierdas, deberían tratar de mejorar estas condiciones para que la juventud desesperada no recurra a ningún tipo de sustancia para calmar su ansiedad o mejorar su estado anímico. Pese a que anteriormente comparábamos la toxicidad del cannabis con el alcohol nos gustaría recalcar que, según criterios médicos, quienes estén pasando una mala racha o un trastorno no deberían recurrir a estas sustancias para calmar su ansiedad o mejorar su estado de ánimo.

En segundo lugar, estas condiciones materiales de precariedad fuerzan a las personas precarias, que deseen consumir esta sustancia, a buscar opciones más económicas, de peor calidad e, incluso, en algunas ocasiones adulteradas. La marihuana es más cara que el hachís, pero es más difícil de adulterar. Si a eso le sumamos el aumento del precio de la electricidad, imprescindible para cultivar todo el año en interiores, el precio de la marihuana se dispara y quienes se encuentren en una situación de precariedad y deseen consumir un derivado del cannabis probablemente recurrirán al hachís, especialmente al barato y de peor calidad; el cual es más probable que haya podido sufrir alguna alteración. A quienes se plantean que, debido a que muchos productores de cannabis no pagan la luz y se enganchan a la red eléctrica, el aumento del precio del cannabis no tiene porqué aumentar; nos gustaría preguntarles si creen que, bajo este sistema económico, el incremento del precio de la electricidad no va a repercutir en el precio de un producto para el cual se necesita dicha electricidad. Evidentemente, como en este sistema se trata de obtener el máximo beneficio, dicho aumento del precio de la electricidad repercutirá en un aumento del precio del cannabis, aunque se enganchen a la red eléctrica o cultiven en exterior bajo la luz gratuita del sol. Así es el capitalismo, amigas.

En esta ocasión ha sido Más País quien ha llevado la propuesta al Congreso, pero Unidas Podemos ya ha adelantado que llevará otra propuesta similar. Con estas propuestas de ley, que sabían y saben que no van a ir a ningún sitio, tanto Unidas Podemos como Más País no pretenden abrir el debate sobre la legalización de la cannabis en el estado español; sino utilizarla de manera electoralista, para crearse una imagen de “progres guays” e intentar arañar algunos votos por parte de la juventud y consumidores de cannabis. Ya que no son capaces de llevar a cabo propuestas, ni siquiera, progresistas en el ámbito económico, laboral o social; pretenden demostrar su supuesto progresismo en asuntos políticos. Estos asuntos realmente tienen importancia para la clase trabajadora, ya que no puede existir socialismo sin libertad; pero quedan bastante deslucidos si no se complementan con propuestas en otros campos, como el económico, porque tampoco puede haber libertad sin socialismo.