ERC y EH Bildu se oponen a la propuesta de reforma descafeinada de la Ley Mordaza apoyada por el PSOE, Unidas Podemos y PNV. La policía tranquila y la derecha victoriosa.
Miércoles 15 de marzo de 2023
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La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana negociada en la Comisión de Interior no ha logrado superar el trámite después de que los votos en contra del PP, Vox, Ciudadanos, Vox, Junts, ERC y Bildu superasen los votos a favor del PSOE, Unidas Podemos y el PNV. La derecha y la policía celebran y el gobierno “progresista” critica el no de algunos de sus socios, mientras ERC y EH Bildu se oponen por considerar que se trata de una reforma descafeinada. La Ley Mordaza sigue en pie.
Desde los mal llamados “sindicatos” de la Policía Nacional y la Guardia Civil se oponían a la eliminación de las sanciones por la grabación y difusión de actuaciones policiales. Aunque la reforma mantenía la penalización en los supuestos en que “la seguridad e intimidad de los agentes se viera comprometida”, algo tan ambiguo y arbitrario que iba a permitir que se siguiera sancionando a periodistas y activistas como vienen sucediendo desde 2012.
Otra de las modificaciones de la fallida reforma incluía que las declaraciones de los agentes debían seguir criterios de “lógica, coherencia y razonabilidad” para gozar del principio de veracidad, cosa que levantó el malestar entre los policías. El gobierno “progresista” les pedía que en caso de mentir, por lo menos se lo currasen un poco con sus montajes.
Además, la modificación preveía que las manifestaciones espontáneas no fueran objeto de multas o que las concentraciones realizadas ante el Congreso de los Diputados, el Senado o las asambleas autonómicas pasaran a ser infracciones leves.
A pesar de lo parcial y timorato de la reforma de PSOE y Unidas Podemos, esta generó la indignación habitual entre el “facherío” político, policial y mediático.
Por su parte, ERC y EH Bildu avanzaron este martes su rechazo al texto basándose en que no acatarían las líneas rojas establecidas por el Ministerio de Interior. Estas se referían a cuatro puntos centrales: se seguirían permitiendo el uso de pelotas de goma como material antidisturbios, se mantendrían las multas por faltas de respeto a los agentes, las sanciones por desobediencia y las devoluciones en caliente de inmigrantes en la frontera.
En este sentido, la portavoz de ERC en la comisión, María Carvalho Dantas, señalaba que las sanciones relativas las conductas irrespetuosas y el delito de desobediencia han sido utilizados indiscriminadamente por los agentes para multar a cientos de activistas estos años.
Desde los socios morados de la coalición gobernante han hecho esfuerzos para tratar de que este nuevo sapo pasase como una gran conquista. Como han hecho en materia de reforma laboral o pensiones, sus grandes “logros” son ante todo una revalidación progre del legado,m en este caso en materia represiva, de los gobiernos de Rajoy.
Enrique Santiago, Secretario General del PCE, ha tratado de justificar que los puntos más lesivos de la ley eran otros, como “los referidos a la protesta social, los derechos de reunión, manifestación y expresión. Pero es justamente en estos ámbitos donde las continuidades son lo central, como hemos dicho. Desde Unidas Podemos, tanto Belarra como Echenique han apuntado en la misma línea que Santiago. El portavoz del grupo parlamentario morado en el Congreso ha querido reconocer el trabajo su compañero en la negociación y, de nuevo, ha aludido a la necesidad de lograr una mayoría “más allá de que podamos estar más o menos contentos”.
Contrariamente, el diputado de EH Bildu, Bildu Jon Iñarritu, ha criticado el chantaje de las formaciones del gobierno remarcando que no “caerán en el falso dilema del mal menor, de tener que elegir entre la ley mordaza de Rajoy y la de Marlaska". Un cuestionamiento compartido por ERC que, a través de Dantas, ha querido remarcar “la pérdida de una oportunidad histórica para que el PSOE pueda demostrar que no es lo mismo que el Partido Popular”. Sería interesante que este rechazo al mal menor lo aplicaran en el resto de materias donde tanto EH-Bildu como ERC vienen jugando el papel de muleta fiel al gobierno “progresista”.
Concluye la legislatura pues sin derogación ni reforma de la Ley Mordaza. Otra promesa rota por el gobierno “progresista” y otra evidencia de que gran parte de la política del PSOE y Unidas Podemos durante esta legislatura ha sido apuntalar las políticas de la derecha con maquillaje.
Después de las conocidas infiltraciones policiales en movimientos sociales en Catalunya y Valencia, hoy ha saltado el caso de una agente infiltrada en este tipo de espacios ahora Madrid. El gobierno de las políticas “sociales, verdes y feministas” se ha dedicado a infiltrar agentes en la izquierda independentista, los sindicatos combativos y el movimiento ecologista incluso a través de relaciones sexoafectivas con mujeres militantes.
A todo ello, cabe sumarle la masacre de Melilla, el envío de ejército y policía a Ceuta para garantizar las devoluciones en caliente, la represión contra el asesinato homófobo de Samuel o las tanquetas en la huelga de los trabajadores del metal en Cádiz. No hay mejor forma de blanquear y abrir camino a la derecha que aplicar sus políticas. Por mucho que Unidas Podemos tire de relato sobre las cloacas del Estado, la realidad es que está mierda hasta el cuello.
Sin embargo, ERC y EH Bildu no se quedan atrás en cuanto a postureo político. Toda la legislatura ha estado plagada de denuncias que nada han cambiado su total apoyo al gobierno de coalición. Desde la aprobación de la reforma laboral de Yolanda Díaz que legitimaba la de Rajoy hasta la reforma del Código Penal. Precisamente, el delito “desórdenes públicos agravados” que se amplió castiga la mera posibilidad de que el orden público se pueda ver alterado. Además, se prevén sanciones para las situaciones en las que, incluso sin violencia, se interrumpa el tráfico o se perturbe de forma relevante la actividad normal de una entidad.
Ante esta situación, debemos seguir luchando por detener la escalada represiva iniciada por el gobierno de Rajoy y continuada bajo el mandato de Pedro Sánchez de la mano de Unidas Podemos. Luchemos por la derogación total de la Ley Mordaza y el resto de las leyes que atacan los derechos y libertades democráticas al mismo tiempo que defendemos la amnistía para las miles de personas encausadas y encarceladas por protestas sociales y disidencia política. Por una respuesta autoorganizada con independencia de los partidos capitalistas sean de la derecha o el “progresismo” (estatal o autonomista).