El Gobierno anunció una gran adhesión al canje de la deuda. Un acuerdo que implica patear la mochila para adelante. En los últimos años la deuda se llevó más recursos que lo destinado a salud o a vivienda, sectores críticos en medio de la pandemia.

Mónica Arancibia @monidi12
Viernes 4 de septiembre de 2020 21:52
El pasado lunes en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Martín Guzmán, junto a los gobernadores se dieron a conocer los resultados del canje de la deuda bajo legislación extranjera, con una adhesión mayor al 93,5 %. Guzmán sostuvo que el porcentaje alcanzó al 99 % por la activación de las cláusulas de acción colectiva.
La oposición patronal, los empresarios, e incluso la CGT respaldaron el acuerdo con los bonistas. La alta adhesión al canje también dejó en evidencia que en un mundo en crisis, la oferta de Argentina significa un buen negocio para los acreedores. Se ve que muy frustrados no se sienten, como afirmó el ministro de Economía a comienzo de año en el Congreso.
Esta semana también cerró el primer tramo del canje de deuda bajo legislación local con un respaldo del 98,8 %, según anunció este viernes Guzmán. Pasado los anuncios no se observa una euforia por el acuerdo, el ministro de Economía sumó unos puntos a su favor, pero aún debe enfrentar una economía en crisis.
Te puede interesar: Newsletter: ¿el libreto de la política monetaria a la hoguera?
Te puede interesar: Newsletter: ¿el libreto de la política monetaria a la hoguera?
En una nota del Financial Times publicaron las voces de los representantes del capital financiero sobre el acuerdo con los bonistas. Alberto Bernal, estratega jefe de de Inversiones XP señaló que “lo que viene ahora es si el gobierno argentino puede o no aprovechar la oportunidad de tener una [pizarra] financiera muy limpia para los próximos años a fin de garantizar que el crecimiento comience a recuperarse materialmente”, y agregó "si no pueden crecer con ese nivel tan [bajo] de pagos de deuda venideros, entonces realmente no hay mucho que puedas hacer".
Patrick Esteruelas, jefe de investigación de Emso Asset Management, calificó el acuerdo de deuda como “una condición necesaria pero no suficiente para llevar a Argentina por un camino a largo plazo hacia la sostenibilidad de la deuda”.
Esteruelas advirtió que un próximo acuerdo con el FMI equivaldría a un "ejercicio de poder patear", que puede nublar aún más el panorama del país y agregó "soy optimista de que Argentina no va a incumplir con sus obligaciones de servicio de la deuda en los próximos cuatro años, porque tiene muy poca deuda para incumplir", “¿pero después del quinto año? Todas las apuestas están cerradas."
Te puede interesar: Deuda eterna, eterno sometimiento
Te puede interesar: Deuda eterna, eterno sometimiento
Las declaraciones anticipan que el interrogante se centra en cómo va a crecer el país y cómo obtendrá los recursos para pagar la deuda luego de unos años en un contexto de crisis mundial.
En un artículo publicado en Project Syndicate Kenneth Rogoff, economista y ex directivo del FMI, indicó que “es probable que muchos mercados emergentes y economías en desarrollo luchen contra el COVID-19 en los próximos años y enfrenten la posibilidad real de una década perdida de desarrollo. Después de todo, pocos gobiernos tienen la capacidad de brindar apoyo fiscal de emergencia en la escala que lo están haciendo Estados Unidos, Europa y Japón”.
El economista agregó que “es probable que las recesiones prolongadas en los países de bajos ingresos conduzcan a una epidemia de crisis de deuda e inflación”. Un panorama de tormenta para los países atrasados y dependientes como es el caso de Argentina.
Ajustar hasta que duela
El ministro de Economía en la conferencia del lunes adelantó el recorte que se viene. El proyecto de ley de Presupuesto que será enviado al Congreso en las próximas semanas “establecerá que el déficit fiscal del año próximo rondará el 4,5 % del PBI” afirmó Guzmán. Este año se estima que el déficit fiscal alcanzaría el 8 %, es decir que Guzmán espera 3,5 puntos porcentuales menos que este año.
El economista Francisco Cantamutto declaró vía Twitter “a menos que se venga una gran reforma fiscal para cobrar de modo no excepcional impuestos a la riqueza, no veo muy bien cómo no se va rumbo ajuste. Dudo que la recuperación sea tal que la recaudación supere las necesidades de gasto”. Además, el Gobierno deberá llevar adelante un importante recorte en un año electoral. ¿Misión imposible?
En las últimas semanas dos temas encendieron las alarmas. Las tomas de tierras se extienden en el país dejando al desnudo el déficit habitacional agudizado por la crisis y el sistema de salud colapsado en varias provincias.
La pandemia como en muchos países encontró a la salud de Argentina desfinanciada. Lo mismo se puede decir de la vivienda con pocos recursos destinados desde el Estado. Poder comprar la vivienda propia es inalcanzable para muchos.
En los últimos cuatro años la salud y la vivienda perdieron presupuesto en relación a los servicios de la deuda. Pero no fue exclusivo del gobierno anterior. Desde 2009 el presupuesto de salud no fue mayor al 4 % de los desembolsos del Estado Nacional, y el presupuesto a la vivienda no superó el 2,5 % mientras los pagos de deuda siempre fueron mayores al 6 %. En 2019 representaron un 20,4 %. Si se analizan los años kirchneristas los pagos de deuda fueron, en promedio, 2,5 veces mayores a los desembolsos en salud, y 6,3 veces mayores a los desembolsos en vivienda.
Años de priorizar el pago de la deuda en vez de atender la salud o la vivienda, por nombrar solo algunas partidas esenciales. ¿Por qué esta vez será distinto?
Los trabajadores y los sectores populares tenemos que pelear por otra salida.
Te puede interesar: Ante una catástrofe sanitaria, social y económica: qué propone el PTS-Frente de Izquierda
Te puede interesar: Ante una catástrofe sanitaria, social y económica: qué propone el PTS-Frente de Izquierda

Mónica Arancibia
Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.