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Red Internacional
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Internacional. Países europeos refuerzan políticas anti-migrantes

El 10 de mayo, el canciller alemán Olaf Scholz reforzó la política antiinmigrantes de Alemania. Esto significa más deportaciones, persecución, refuerzos de la patrulla fronteriza y acuerdos económicos con los países de origen. La nueva política se está implementando en toda Europa. Es necesario superar los discursos de odio hacia las personas migrantes y luchar por que se integren a los países con los mismos derechos que cualquier trabajador.

Sábado 3 de junio de 2023

Luego de reunirse con los 16 líderes de los Länder (los 16 estados-regiones de Alemania), el gobierno alemán tomó una serie de medidas para combatir la “inmigración ilegal”.

Usando la lógica xenófoba de “buenos y malos inmigrantes” como tapadera, Alemania se está preparando para intensificar su represión de inmigrantes en las fronteras, persiguiéndolos y deportando en mayor número.

Ésta es una política general de los estados miembros de la Unión Europea, en previsión del próximo Pacto Europeo de "Asilo e Inmigración", previsto para 2024.

Un salto en la política xenófoba de Alemania

El canciller Olaf Scholz, un socialdemócrata que encabeza una coalición con "los Verdes" y los Liberales, anunció medidas que son dobles: reforzar las medidas represivas dentro del país y cerrar aún más las fronteras.

En cuanto al primer punto, el gobierno alemán planea revisar sus sistemas informáticos para procesar rápidamente las solicitudes de asilo y visa, con el objetivo que el estado deporte más fácilmente a quienes han sido rechazados.

Paralelamente a esta simplificación administrativa, el gobierno encerrará (privará de libertad) a los solicitantes de asilo rechazados por más tiempo: la duración máxima de la detención para la deportación aumentará de 10 a 28 días.

Scholz tiene la intención de basarse en acuerdos de incentivos o restricciones económicas impuestas a los países de origen de las personas migrantes, obligándolos a aceptar la afluencia de deportaciones.

Según lo citado por France 24, Scholz dijo: “Se trata de facilitar la llegada de personal calificado de estos países, pero a cambio, concluir acuerdos muy claros sobre el regreso de aquellos que serán rechazados”.

Además, la canciller y el gobierno federal también planean fortalecer el control policial sistemático en las fronteras a través de acuerdos bilaterales con países vecinos, como ya se ha hecho con Austria y Francia.

El acuerdo con Francia incluye el establecimiento de una fuerza policial compartida para reprimir aún más a las personas que intentan cruzar la frontera entre los dos países porque sus solicitudes de asilo han sido denegadas. Este es el significado de “solidaridad” y “cooperación” para la Unión Europea.

En toda Europa se están haciendo esfuerzos para simplificar la burocracia, acelerar los procedimientos y fortalecer las fuerzas policiales, que tienen como objetivo hostigar a migrantes, persiguiéndolos e incluso rompiendo sus tiendas, como bien hace la policía francesa.

Una política global de la UE y la OTAN

El Pacto de Asilo e Inmigración, previsto para la primavera de 2024, prevé una estandarización de la normativa europea en la misma línea que la propuesta por Scholz y por el presidente francés Emmanuel Macron.

Los miembros de la UE se preparan, una vez más, para superarse unos a otros en seguridad fronteriza (más drones y torres de vigilancia, junto con el refuerzo de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia Costera y de Fronteras). Los imperialistas europeos pretenden poner todo su peso sobre los países semicoloniales para acelerar las expulsiones, aunque eso signifique poner en peligro económicamente a países como Pakistán.

Estos objetivos inhumanos ya estaban en el centro de las resoluciones de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio de 2022, que definía la inmigración como una “amenaza híbrida”.

Así, mientras Pedro Sánchez —presidente del Gobierno español y líder de la coalición PSOE/Podemos/PCE— se niega a construir nuevas alambradas financiadas con fondos europeos (debido, en verdad, a una simple discrepancia contable), él está al frente de la estrategia que apunta a reforzar la dependencia económica de los países de origen de los migrantes para utilizarlos como monedas de cambio para la “ayuda al desarrollo”. Promete que “España trabajará duro para conseguir” un consenso sobre el pacto europeo en materia de inmigración.

En Bélgica, además de restringir el acceso a la reagrupación familiar, el acuerdo de marzo sobre migración podría permitir al Gobierno duplicar las expulsiones en dos meses. Para ello, el primer ministro Alexander De Croo ha establecido una mejor “cooperación” con los países de origen para acelerar las deportaciones, al tiempo que facilita el sistema de deportación y el seguimiento de los migrantes con el establecimiento de nuevas fuerzas represivas.

Las mismas políticas se siguen fuera de la UE. En Inglaterra, el primer ministro conservador Rishi Sunak está trabajando en un proyecto de ley de inmigración que permitiría que los inmigrantes “ilegales” sean detenidos en transbordadores, campamentos militares o prisiones sin fianza ni revisión judicial durante los primeros 28 días de su detención.

Detrás de las tensiones pasajeras, todos los gobiernos comparten el mismo objetivo: convertir el Mediterráneo en un enorme cementerio.

En Francia, mientras el gobierno vuelve a poner sobre la mesa la ley de inmigración, está llevando a cabo una operación policial y colonial a gran escala en Mayotte, un archipiélago en el Océano Índico que Francia utiliza como colonia.

Es urgente movilizarnos contra estas políticas racistas y asesinas, exigiendo la apertura de las fronteras y el ingreso legal de los indocumentados.

En Chile las políticas de migración han demostrado ser militarizacion en las fronteras y deportación con "rostro humanitario". Mientras que no hay garantizado el derecho a tener ciudadanía, derechos laborales ni fiscalización a las violaciones de derechos humanos en las fronteras y dentro del país a las personas migrantes.

Nota traducida y editada del periódico Left Voice, que a su vez, fué traducida por Ida Bréilte publicada por primera vez en francés el 17 de mayo en el diario Révolution Permanente.