El gobierno de Sebastián Piñera prometió tiempos mejores, pero estos solo han llegado para los empresarios, mientras nuestras condiciones de vida y laborales se agravan.
Miércoles 1ro de mayo de 2019
El gobierno de la derecha está empeñado en realizar una serie de reformas que solo beneficiaran a las multinacionales y a los grandes grupos económicos del país. La reforma laboral (a presentarse el 2 de Mayo) contiene un claro contenido precarizador y anti sindical, mientras vienen haciendo una serie de ataques bajo decretos, como el dictamen de la dirección del trabajo que quita el pago de transporte a las trabajadoras madres por concepto de lactancia, acusándolas de “enriquecimiento sin causa”, la aprobación del TPP – 1 en la cámara de diputados -con votos de sectores de la ex nueva mayoría-, son muestra de los lineamientos empresarias del gobierno.
Mientras que para nosotras, las trabajadoras, quienes somos parte activa en la producción de la economía capitalista, se aproximan mayores ataques, bajo un discurso de inclusión y flexibilización, quieren quitarnos derechos, aumentando de esta forma los bajos salarios, la inestabilidad laboral, etc, el teletrabajo del gobierno se basa en la desigualdad de las mujeres en el mundo del trabajo. En este sentido, el fenómeno de la precarización laboral se impone con más fuerza sobre los hombros de las mujeres y siendo uno de los pilares con los cuales se ha edificado la economía del libre mercado.
A la derecha no le da vergüenza ser los portavoces del imperialismo norteamericano, avalando la intentona golpista en Venezuela y entregando todos nuestros recursos naturales al saqueo a las transnacionales y magnates del país. La reforma previsional, que refuerza el sistema de AFP y la reforma tributaria hecha a medidas de los ricos muestran que los tiempos mejores son solo para ellos, mientras que para nosotros solos nos ofrecen miseria.
Para pelear por todos nuestros derechos, debemos abrir paso a la más amplia unidad de base, transformando las viejas estructuras sindicales que se niegan a lugar y que llevan toda nuestra energía a la confianza en el lobby parlamentario, necesitamos levantar un plan de lucha unificado junto a la juventud, las mujeres, las organizaciones medioambientalistas y los trabajadores. Tenemos la posibilidad de cimentar nuevos caminos donde nos propongamos hacerle frente a las reformas precarizadoras de Sebastián Piñera.