×
×
Red Internacional
lid bot

EL "PLAN ECONÓMICO" ANTIOBRERO DE MADURO. Paquetazo: Maduro anuncia precio de la gasolina a niveles internacionales

El precio de la gasolina a niveles internacionales afectará a millones en un país ya sumido en la catástrofe, pero días antes el gobierno había anunciado la exoneración del impuesto sobre la renta a las petroleras así como beneficia a los empresarios que no pagarán por las importaciones.

Martes 14 de agosto de 2018

El pulso no le tiembla a Maduro al anunciar sus medidas de claro corte neoliberal, con un plan de ajuste recargando aún más las calamidades sobre el pueblo trabajador y pobre. En un discurso transmitido por televisión, adelantó este lunes que tiene previsto anunciar en pocos días un nuevo esquema de precios del combustible y un “subsidio directo” que mantendría por unos dos años para una parte de la población. "La gasolina y los hidrocarburos internos tienen que colocarse a precio internacional para que se acabe el contrabando hacia Colombia y hacia el Caribe", dijo Maduro en el Palacio de Miraflores tras una reunión con su “gabinete económico”.

Colocar el precio de la gasolina a niveles internacionales es toda una medida escandalosamente neoliberal se vea por donde se lo vea, y peor aún en un país en completa catástrofe económica, todo su “plan” de conjunto es abiertamente antipopular y antiobrero, además de entreguista: a la nueva ley de inversiones extranjeras, sancionada por la “Constituyente” a finales de 2017, que es vergonzosamente complaciente con el capital transnacional, suma el anuncio hace días de exonerar de impuestos a las transnacionales petroleras. Maduro habla que un "subsidio directo" será entregado a las personas a través del "Carnet de la Patria", un documento con el que el gobierno deposita bonos y otras ayudas sociales desde enero del 2017.

Aquí nadie se engaña con este anuncio y las promesas de subsidio para aminorar el impacto. Hasta los economistas liberales y de la derecha cuestionan la idea de llevar el precio a los niveles internacionales. La subida no solo es brutal y descomunal (suponiendo que el precio lo coloque en 1 dólar por litro, y la referencia del dólar es el de las remesas o el paralelo, ya el aumento es más que estratosférico), sino que el impacto en los precios del transporte y los productos de consumo será seguro, por más que el gobierno hable de subsidio.

Si tal subsidio será progresivo en un plan de dos años, esto quiere decir además que, en un lapso de 24 meses todos tendrán que pagar la gasolina a niveles internacionales. Para acceder al subsidio al que Maduro hace alusión, las personas deben inscribir sus datos y los del vehículo en un censo, para lo que es obligatorio tener el “Carnet de la Patria”, aunque Maduro no entregó detalles de cómo funcionará el sistema.

Te puede interesar: Carnet de la Patria, o el intento de ocultar gigantescos recortes en nombre de la "inclusión"

Por otro lado, aun cuando no lo han dicho con claridad (como muchas cosas con este gobierno), el subsidio no parece que será total, sino solo un porcentaje, si así fuere, aún el porcentaje que deba pagar la población por el combustible, llevado a ese precios, sigue siendo algo prácticamente impagable para el trabajador común, pues comparado con “los niveles internacionales” el ingreso de los trabajadores del país es una verdadera miseria. Si fuere así, aún con el subsidio de una porción del combustible, lo que pasará a pagar el transporte de carga y el público, será altísimo y con seguridad será cargado al consumidor final.

El gobierno beneficia con exoneración millonaria de impuestos a los empresarios y las petroleras

Hablando de hidrocarburos, es de recordar que a comienzos de agosto el gobierno nacional decretó la exoneración del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) a PDVSA, sus filiales, empresas mixtas de la Faja Petrolífera del Orinoco domiciliadas o no domiciliadas en Venezuela –que incluye a grandes transnacionales petroleras.

Empresas, incluyendo las internacionales, no pagarán un centavo en cuanto impuesto ISLR, siendo que ya había decretado también de la exoneración de impuestos a las importaciones de materia prima y maquinarias para todo tipo de producción durante un año, para todas las grandes empresas que operan en el país, en las que están también las petroleras y demás transnacionales de otras ramas industriales y de servicios. Una exoneración de millones y millones de dólares que irán en beneficio para estos empresarios. Todo esto mientras el pueblo sigue siendo pechado con el impuesto del IVA con un 12%, y además de que todas las personas que ganan un poco más de dos salarios mínimos mensuales sí pagan impuesto sobre la renta según lo último anunciado en diciembre del año pasado.

Maduro anuncia su paquete, que no está del todo definido, como parte de un conjunto de “medidas económicas” que ya había comunicado a finales de julio hablando de “un vuelco de la economía”. Medidas que se lanzan en medio de una economía al borde del colapso, donde la hiperinflación amenaza alcanzar cifras siderales en este año de acuerdo a muchos pronósticos (el FMI ha calculado que será de 1.000.000%) y donde los ingresos en divisas por exportaciones y las reservas del Banco Central (BCV) sumadas no alcanzarían para pagar las importaciones imprescindibles y el servicio de la deuda externa.

Como hemos escrito en un reciente artículo: El gobierno habla esta vez que ha lanzado un “plan” y no medidas aisladas, pero hasta el momento todas las medidas económicas y planes que uno tras otro ha anunciado pomposamente Maduro en los últimos 3 años han fracasado sin pena ni gloria contribuyendo a la anarquía económica y financiera y el descalabro general. Y todo indica que el recién lanzado “plan” tendrá el mismo fin. Maduro decretó además que el próximo lunes 20 de agosto como día no laborable para “facilitar la entrada en vigor de la reconversión monetaria y de la nueva familia de billetes” que, señaló, convivirá con el actual cono monetario hasta su extinción.

Te puede interesar:Maduro aplica un paquete de “racionalidad” capitalista contra los trabajadores y el pueblo

El plan de Maduro para atar el bolívar al precio del petróleo en dólares

Además Maduro anunció que "a partir del lunes que viene Venezuela va tener una segunda unidad contable a partir del precio, del valor del “petro”. Va a ser una segunda unidad contable de la República y va comenzar operaciones como unidad contable obligatoria de nuestra industria petrolera PDVSA", explicando que Venezuela tendrá el “petro” y el "bolívar soberano" como unidades contables desde el 20 de agosto cuando entrará en vigor una reconversión monetaria que le quitará cinco ceros a la moneda nacional, el bolívar.

Ya hemos desarrollado que esto último se trata de una medida que carece de sustentabilidad, es más propio para el discurso interno buscando dar sensación de “solidez” de los anuncios, o a lo sumo podría servir como una especie de “unidad de cuenta” para la contabilidad, una medida de segundo orden, subsidiaria a la puesta en orden de las finanzas fiscales y nacionales. Se trata de hacer un anclaje con una pretendida divisa inexistente y que no es aceptada absolutamente por nadie como tal en el ámbito financiero internacional.

Pero lo que se puede esconder tras esta medida es realmente una real semidolarización de la economía, dado que el “petro”, de acuerdo al gobierno, es cotizado según el precio del barril del petróleo en dólares, que por una simple relación transitiva en verdad un “bolívar soberano” estará anclado a determinada cantidad de dólares que variará de acuerdo al movimiento del precio del petróleo de la canasta venezolana.

El otro anuncio de este lunes, de que el Banco Central (BCV) "comenzará a publicar las cifras oficiales del valor del bolívar soberano de acuerdo al petro y el valor del petro de acuerdo a las divisas internacionales", a decir verdad, no es más que decir que las “cifras oficiales” estarán determinada en función de la canasta petrolera, siendo lo de la relación con el “petro” es solo un eufemismo para esconder esta medida neoliberal.

Es de recordar que a comienzos de agosto, vía la llamada “Asamblea Nacional Constituyente”, se aprobó un decreto ejecutivo con el que se deroga el régimen de "ilícitos cambiarios" que hasta ahora otorga la exclusividad de las divisas al Estado. Este decreto de liberalización de la tenencia y compraventa de divisas apunta también a una semidolarización de la economía, creando dos circuitos económicos separados: ciertos bienes de consumo popular a precios subsidiados y racionados, y una rápida y más amplia actualización de precios y mercado libre para el resto. Golpeando considerablemente el ingreso del bolsillo del trabajador y las penurias del pueblo.

En este camino es que el BCV) autorizó este lunes a las casas de cambio comenzar a recibir remesas a una tasa de 4 millones de bolívares por dólar, la primera señal de una flexibilización del control cambiario vigente, un nivel prácticamente igual al del mercado paralelo, todo un indicativo también a cómo pondrá el dólar oficial el gobierno de Maduro. Hasta el viernes la cotización oficial del dólar para las remesas era de 2,9 millones de bolívares, lo que supone que el BCV autorizó un alza del 27,6 por ciento, la mayor devaluación desde que se creó el esquema en junio.

Te puede interesar: Maduro deroga ley de "ilícitos cambiarios" como parte de su "plan" de "racionalidad" capitalista

También adelantó que se explicará un "nuevo sistema salarial y de fijación de precios de bienes y servicios anclados al petro", agregando que "esto va a significar una mejoría sustancial de los ingresos de los trabajadores" y hará "que vuelva a aparecer el precio máximo de venta al público". Pero sobre lo que no aclaró absolutamente nada.

Pero Maduro ya tiene adelantado el gran sueño de todo neoliberal: reducir el salario a la nada y, más aún, bonificado, dando así garantías de extracción de plusvalía absoluta a los grandes empresarios para la maximización de sus ganancias. Por lo que mover este salario, en el cual el salario mínimo actual es apenas de un dólar y centavos –es decir, en la nada–, de acuerdo a las necesidades capitalistas, empresariales y de la alta burocracia estatal chavista en función de la maximización de sus ganancias dentro de su “plan” y lejos de las necesidades de las masas trabajadoras y populares, es solo un juego para un gobierno perverso y antiobrero.

Todo esto, siendo que el pueblo trabajador y popular vive una situación catastrófica donde la hiperinflación ha pulverizado el salario (un litro de aceite de cocina puede rondar el equivalente a dos sueldos mínimos), los servicios públicos como la salud, el transporte, el suministro de energía, el servicio de agua, etc., están desmoronándose y ya se cuentan por millones las personas que han emigrado del país.

Crecen los reclamos de trabajadores en medio de la catástrofe económica

La situación popular es desde hace tiempo realmente insoportable, y los reclamos obreros se extienden por el país y se desarrollan con más fuerza, como el de las enfermeras, siendo que todos ellos tienen la demanda de un salario digno al nivel de la canasta familiar, expresando una importante demostración del gran malestar social.

Te puede interesar: Coordinar las luchas para enfrentar la crisis que descargan sobre el pueblo

En concreto este “plan” de Maduro, como hemos venido desarrollando, no apunta más que a ser un paquetazo, siendo adosado con un cierto “gradualismo”, pero de nula “confianza” que pueda despertar entre los empresarios y acreedores internacionales, y de la falta de una palanca de apoyo financiero internacional no es solo especulación que se puede enrumbar en otro fracaso, donde los que siguen pagando los platos rotos es el pueblo trabajador.

Hay que afirmar categóricamente que frente la catástrofe que ya se vive, para que una supuesta “normalización económica” –ya sea la que presenta el gobierno de Maduro como la que propone también la oposición de derecha de la mano del imperialismo– no la paguen los trabajadores, la única alternativa es imponer mediante la movilización un plan de emergencia obrero y popular anticapitalista de salida a la crisis, que parta del no pago de la deuda externa para frenar semejante sangría de recursos, imponer la repatriación obligada de la enorme suma de dólares fugados (y que pasen a estar bajo control de los trabajadores y las comunidades, para combatir la irresponsable y corrupta administración de la burocracia estatal), establecer un control obrero y popular del abastecimiento y los precios, ejercido directamente por los propios trabajadores y comunidades, no poder el gobierno, los empresarios ni los militares, y demás medidas de “salvación popular” que se imponen con urgencia.

Te puede interesar: Frente la catástrofe económica la única alternativa es imponer un plan de emergencia obrero y popular