Luego de 3 días, finalmente el presidente Temer se pronunció sobre la masacre en el presidio en Manaus. El silencio mostró su desprecio por la población carcelaria y sus familias. Promesas de nuevas prisiones federales.
Jueves 5 de enero de 2017 16:11
Finalmente el presidente golpista Temer (PMDB) se refirió a la masacre en el presidio de Manaus, presionado por varios sectores de la sociedad y del gobierno. El presidente rompió el silencio este jueves (5), y reforzó algunas de las acciones que el gobierno federal realizará, afirmando que debe amenizar los problemas que enfrenta el sistema carcelario. El gobierno promete millones para seguir encarcelando a sectores de la población, mientras les niega el derecho a la educación, la salud, el ocio y el empleo, donde esta la raíz del problema.
El pronunciamiento del presidente se dio en la apertura realizada en el Palacio de la Casa de Gobierno (Palacio del Planalto) en Brasilia, con representantes del núcleo institucional del gobierno. Al comienzo de su discurso Temer destacó la transferencia de R$ 1,2 mil millones del Fondo Penitenciario Nacional (Funpen) a los Estados, conforme lo previsto en la medida provisoria (decreto) editada en diciembre de 2016. Además anunció la liberación de recursos para cinco nuevos presidios federales.
Con los recortes a los derechos sociales, la reforma del sistema previsional, el desempleo y el deterioro de la economía, Temer junto a los empresarios brasilero promete una situación de vida de mayor precariedad para la población, agravando la criminalidad en la medida que no ofrece alternativas de vida a la población. Por otro lado, gran parte de la población carcelaria no fue juzgada, tampoco existe una política de recuperación de los detenidos. Por el contrario, las cárceles son un medio de corrupción, represión y tortura por parte de facciones y de la policía.
Los datos del Departamento de Investigaciones Policiales y la División de Asuntos Internos de la Policía Judicial y el Núcleo de Estudios de Violencia de la Universidad de San Pablo muestra que más del 67,7% de los encarcelados por ’’tráfico’’ de marihuana fueron capturados en posesión de menos de 100 gramos de drogas, siendo que el 14% de ellos tenía una cantidad menor a 10 gramos. Muchos de ellos son negros.
Por pequeños delitos y por la represión del estado millones de personas viven atrapadas sin alternativas de vida. De acuerdo con la Encuesta Nacional de de Informaciones Penitenciarias (InfoPen), la población carcelaria en Brasil alcanzó la cifra de 622.202 presos. De este número, el 61,6% son negros. Exponiendo una clara política racista del Estado brasilero.
Sin embargo, la respuesta del actual presidente al problema es "Vamos a llevar adelante la construcción de cinco presidios federales para los líderes de alta peligrosidad. La idea es que haya 200 vacantes en cada prisión”, afirmó Temer. “Esto costará entre $40 millones a R$ 45 millones por unidad. Hoy en día el tema de la seguridad pública sobrepasó los límites del Estado y genera preocupación nacional. Tendremos los recursos para este tema, sin invadir las competencias de los Estados. Vamos a estar presentes con asistencia federal en todas estas cuestiones”.
También anunció la liberación de R$150 millones para la instalación de bloqueadores de celular en 30% de los presidios de cada Estado. Así, Temer promete millones para el sistema carcelario y solo perpetua el problema. Mientras un preso en Brasil cuesta R$2.400 por mes y un estudiante de enseñanza media cuesta R$2.200 al año, el dinero que será destinado a más prisiones podría ser aplicado a áreas como educación, salud y placer.
Además de la política represiva y racista del Estado, existen también las empresas que administran los presidios y ganan millones, hecho que contribuye aún mas a que el financiamiento del Estado sea destinado al enriquecimiento de estas empresas en lugar de sustentar las necesidades de la población.
