Es obrero ferroviario e hijo de inmigrantes, reconocido luchador por las causas obreras y populares, y militante de Révolution Permanente que integra la Red La Izquierda Diario. Lo acompaña en la fórmula Elsa Marcel, abogada de trabajadores en lucha y defensora de víctimas de la violencia policial, también militante de la izquierda revolucionaria francesa.
Jueves 13 de junio 22:54
Este jueves, Anasse Kazib y Elsa Marcel anunciaron su candidatura a las elecciones legislativas por la 2ª circunscripción de Seine-Saint-Denis (París). Su candidatura pretende enviar a la Asamblea Nacional (parlamento francés) a un obrero revolucionario y que se plante frente al crecimiento de la extrema derecha, desde la perspectiva de la clase obrera. Reproducimos las principales razones que dio el candidato para su postulación.
Defender a los trabajadores, a los jóvenes y a los barrios obreros
Con la disolución de la Asamblea Nacional el domingo 9 de junio, Emmanuel Macron demostró que estaba dispuesto a todo para mantenerse en el poder, incluso a fortalecer como nunca a la extrema derecha. En un contexto de crisis generalizada -donde la miseria aumenta, las escuelas y los hospitales se deterioran, las guerras se multiplican, el genocidio en Palestina continúa- que la la extrema derecha de RN (Agrupación Nacional por sus siglas en francés) encabezada por Marine Le Pen llegue al poder significaría que se iría aún más lejos que con Macron en la imposición de políticas antiobreras y racistas.
Como demuestran su marcha atrás en la promesa de derogar la reforma de las pensiones, su negativa a subir el salario mínimo, sus reuniones secretas con el gran capital o su apoyo a Israel, el partido de Bardella y Le Pen no tiene nada que ofrecer a las clases trabajadoras más que odio y división.
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Como obrero e hijo de inmigrantes -blanco habitual de la extrema derecha- comprendo la bronca y preocupación que despiertan los avances de la RN en muchos sectores obreros y populares, así como en la juventud combativa. Sin embargo, estoy convencido de que ningún frente electoral con quienes, desde el PS (Partido Socialista) hasta los ecologistas, han llevado adelante políticas neoliberales y antisociales y han contribuido a fortalecer la extrema derecha durante 40 años, proporcionará una salida.
Desde la ley Cazeneuve que da a la policía licencia para matar, hasta la reforma Touraine de 2013 que obliga a los trabajadores a tener 43 años de aportes para acceder al derecho a una pensión, pasando por la Ley del Trabajo que acabó con derechos laborales históricos, o las muertes de Adama Traoré y Rémi Fraisse, tenemos una larga lista de políticas regresivas.
Hace poco, mientras luchábamos por el derecho a apoyar la lucha del pueblo palestino, el PS (entre otros) apoyaba el derecho de Israel a "defenderse", cuando cada día se hace más y más evidente el genocidio que lleva adelante el gobierno sionista de Netanyahu. El ex presidente François Hollande acaba de ratificar esta postura que avala las masacres de Israel. Esas fuerzas políticas francesas no pueden ser la solución para luchar contra el crecimiento de RN.
Para dirigir la lucha contra la extrema derecha, los trabajadores, los jóvenes y demás sectores populares deben apoyarse en sus propias fuerzas, no en los políticos profesionales del régimen. Por eso, con mi compañera Elsa Marcel, nos presentaremos como candidatos en la circunscripción 2da de Seine-Saint-Denis de París. Vivimos y trabajamos en el distrito 93, como trabajadores ferroviarios, por mi parte; como abogada al servicio de las luchas obreras y de las víctimas de la violencia policial, por parte de Elsa.
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Juntos, levantaremos una voz revolucionaria y radicalmente internacionalista contra Macron y la extrema derecha, en solidaridad con Gaza, con el Congo y con Nueva Caledonia, contra el aumento del militarismo en Europa, contra la OTAN y contra Putin, y por la legalización de todos los inmigrantes ilegales.
Transmitiremos las voces de quienes luchan por aumentos masivos de salarios y pensiones, contra los despidos y la precariedad laboral. Defenderemos los intereses de los barrios obreros, que llevan años sufriendo el racismo y la impunidad policial que la extrema derecha quiere convertir en norma.
Este sábado estaremos en las calles participando de las movilizaciones contra la extrema derecha y contra Macron, y llamamos a una participación masiva. Pero estamos convencidos de que, para hacerles retroceder, necesitaremos algo más que marchas aisladas o frentes electorales oportunistas. Para afrontar el periodo que tenemos por delante, necesitamos una izquierda combativa y revolucionaria. Invitamos a todos los que se identifiquen con estas ideas a unirse a nosotros para defender las voces de los trabajadores, de los jóvenes y de los barrios populares.
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