Las cúpulas sindicales marchan este jueves en unidad con los empresarios nacionales y en apoyo a la campaña peronista. El Movimiento de Agrupaciones Clasistas en el Frente de Izquierda exige un paro de 36 horas, un plan de lucha y llama a pelear por la independencia política de la clase trabajadora para derrotar a los ajustadores.
Miércoles 3 de abril de 2019 17:17
En los últimos meses la crisis económica, social y política no ha parado de agravarse. Mientras el pueblo trabajador vive el ajuste día a día, las cúpulas sindicales en todas sus alas no han tomado ni una sola medida de fuerza. Para este 4 de abril la CGT ha llamado a una marcha “por la unidad, la producción y el trabajo nacional”. Llevarán al Congreso un proyecto de ley en apoyo a los empresarios nacionales. Son los mismos que nos atacan en FATE, Siam, Techint y cientos de “pequeñas y medianas empresas”. Ellos serán parte de la convocatoria y estarán en la cabecera, no los trabajadores que están luchando contra el ajuste.
De la jornada participarán también el “Frente Sindical” y las CTA.
Con estas marchas folclóricas los dirigentes cegetistas quieren disimular que se oponen a convocar a medidas de lucha serias para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Pero la tregua del sindicalismo peronista es imposible de disimular. Se movilizan mientras dejan pasar el tarifazo, la pérdida del salario por la inflación, los despidos. Mientras la mitad de los chicos y chicas está en la pobreza.
La CGT se niega a hablar siquiera de un paro. El Frente Sindical y la CTA amenazan convocarlo pero no han hecho nada hasta ahora ni están dispuestos a un plan de lucha que es la única forma de derrotar a los ajustadores. Más allá de sus matices, todos coinciden en algo: su objetivo es que en octubre haya un recambio político ligado al peronismo. Un peronismo que de llegar al gobierno va a aceptar que el país siga mandado por el FMI y seguirá pagando la deuda a costa de ajustar nuestros salarios y de la educación, salud y las condiciones de vida de nuestro pueblo.
Unos, como el kirchnerismo, buscando una alianza con los gobernadores y ofreciéndose a seguir pagando la deuda y no romper con el FMI. Otros directamente más derechistas como Alternativa Federal.
Por eso hoy necesitan “no hacer olas”, mantenernos desmovilizados y que en octubre “votemos al mal menor”. Después de octubre también nos necesitarán desmovilizados porque gobierne quien gobierne le dará otra vuelta de tuerca al ajuste.
Ese plan va en contra de que se exprese la bronca que hay en los lugares de trabajo, que se desarrollen las luchas, que la clase trabajadora responda unitariamente y con todas sus fuerzas. Lo muestra la CGT pero también Baradel (SUTEBA-CTA), que participa de esta marcha con el mismo objetivo: acepta el techo salarial de Vidal para evitar que se desarrolle la lucha docente.
Frente a esto, desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (PTS e Independientes) llamamos a no participar de la convocatoria de la CGT para continuar con la tregua, apoyar a los empresarios nacionales e impulsar la campaña del peronismo. Peleamos para que la clase trabajadora tenga un programa independiente para derrotar a Macri, el FMI y los gobernadores. Llamando a no pagar la deuda, a rechazar cualquier despido y repartir las horas de trabajo, a conquistar un salario igual a la canasta familiar actualizado por la inflación, a anular los tarifazos y nacionalizar las empresas de servicios. Para eso desarrollamos el Frente de Izquierda: para pelear por la independencia política y un gobierno de la clase trabajadora.
Mientras apoyamos cada conflicto, como venimos haciendo en Docentes, FATE, Coca Cola, Siam, Cerámica Neuquén, Astilleros Río Santiago y tantos otros. Peleamos por la más amplia unidad para defendernos de los ataques. Por eso exigimos, empezando por los sindicatos que se reclaman opositores, un paro de 36 horas y un plan de lucha de todo el movimiento de obrero. Así empezamos a preparar la huelga general hasta derrotar el ajuste en marcha.