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Red Internacional
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Se grava la crisis económica. Para el Banco Mundial el país entrará en recesión este año

Según el informe Perspectivas económicas mundiales el crecimiento global se desacelerará al 2,1 % este año. Bajo un contexto de mayor riesgo por “tensiones financieras” y de altas tasas de interés, el organismo recortó las proyecciones del PBI de Argentina que caerá un 2% en 2023. En este escenario adverso se agudizarían las contradicciones de la economía nacional, que se mantiene atada con alambres.

Martes 6 de junio de 2023 22:14

“La economía mundial se encuentra en una situación precaria en un contexto de tasas de interés elevadas”, sostiene el comunicado de prensa del Banco Mundial que presenta los resultados del último informe sobre Perspectivas económicas mundiales.

El organismo financiero que preside Ajay Banga recortó las proyecciones para 2023, prevé que el crecimiento mundial se desacelerará, del 3,1 % en 2022 al 2,1 % este año. Este retroceso tiene lugar bajo un clima de intensificación por "el riesgo de que surjan tensiones financieras en los mercados emergentes y economías en desarrollo", todo ello en un contexto de "altas tasas de interés mundiales".

Ante este panorama contractivo de la economía global, fueron recortadas las proyecciones de crecimiento para el país respecto a su informe del mes de abril, cuando se esperaba que el PBI se mantenga sin cambios igual que en 2022. Es decir, las proyecciones del PBI de Argentina paso de un crecimiento de 0% a una caída de caída un 2% en 2023. “En 2024 crecerá un 2,3 % a medida que la economía se recupere de la grave sequía que ha afectado su producción agrícola este año”, señala el informe.

Desaceleración global

El crecimiento de las economías avanzadas pasará del 2,6% en 2022 al 0,7% este año, y continuará siendo débil en 2024. En el caso de la principal economía del mundo –Estados Unidos- luego de crecer un 1,1% en 2023, se proyecta una desaceleración al 0,8% en 2024. El motivo principal para el Banco Mundial fue la sostenida política monetaria contractiva, de subas de las tasas de interés de la Fed, que buscaba contener la suba de precios.

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Para los países que conforman la zona del euro, el informe sostiene que el crecimiento disminuirá del 3,5% en 2022 al 0,4% en 2023. Se trata de una mayor desaceleración producida por un “dilatado endurecimiento de la política monetaria y el aumento de los precios de la energía”.

En Asia oriental y el Pacífico se prevé que el crecimiento aumentará al 5,5 % en 2023 y luego disminuirá al 4,6 % en 2024. Para obtener más información.
En América Latina y el Caribe el Banco Mundial estima que el crecimiento se reducirá al 1,5 % en 2023 y luego se recuperará hasta alcanzar el 2 % en 2024.

En los denominados “mercados emergentes” y economías en desarrollo (MEED), salvo China, se prevé que este año el crecimiento se desacelerará del 4,1 % registrado el año pasado al 2,9 %. Estas previsiones reflejan resultados menos favorables generalizados.

“Muchas economías en desarrollo están haciendo grandes esfuerzos para hacer frente al escaso crecimiento, la inflación persistentemente alta y los niveles de deuda sin precedentes. Sin embargo, su situación podría empeorar si surgen otros peligros, como la posibilidad de que nuevas tensiones financieras en las economías avanzadas generen efectos secundarios más generalizados”, afirmó Ayhan Kose, economista en jefe adjunto del Grupo Banco Mundial.

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Aún sin nuevos cimbronazos, en los países más pobres no hay recuperación luego de la pandemia. Según el Banco Mundial “los daños son enormes, en más de un tercio de estos países, los ingresos per cápita en 2024 seguirán siendo inferiores a los niveles de 2019.”

Mientras la economía global se encamina a una desaceleración generalizada, los efectos contractivos aumentaran las contradicciones en países como Argentina. Por el alto nivel de endeudamiento, la exposición a los shoks externos se acrecienta. La suba de las tasas de interés de la Fed, encarece el endeudamiento externo. Estos son sólo algunos elementos que se combinan con la escasez de dólares que tensiona el tipo de cambio, alta inflación, gran cantidad de trabajo informal que aumenta los niveles de pobreza, entre otros. La economía nacional sigue atada con alambres, mientras crece la incertidumbre poítica de cara a las elecciones.

Pero no todos pierden ante la crisis, el ministro de Economía continúa en la búsqueda de nuevas entradas de dólares para pagar la deuda fraudulenta al FMI. Así se reflejó en la reciente gira por China, en la que cerró acuerdos que implican aumentar el saqueo de los bienes comunes naturales, como en el litio. Para terminar con esta situación de atraso y dependencia nacional, la salida es por izquierda. Romper el acuerdo con el FMI es un primer paso necesario.

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