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Red Internacional
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Por un movimiento estudiantil independiente del gobierno. Para enfrentar el fortalecimiento de la derecha y la represión del gobierno: Coordinación entre secundarixs, universitarixs y trabajadores

Esta coordinación del movimiento estudiantil debe ser en completa independencia del gobierno de Boric, eso significa que es necesario que la Confech rompa con su tregua. Coordinarnos nos permitiría discutir un pliego unificado de demandas y pelear por una educación pública gratuita, de calidad, democrática y no sexista, pues el camino que propone la dirección del movimiento estudiantil, de ir “por un nuevo proceso constitucional”, sólo es condenarlo a ser nada más que base de maniobra para presionar un poco más a la derecha para que acepte entregar más derechos.

Jueves 8 de septiembre de 2022

Esta semana se ha visto una intensificación en la movilización estudiantil tras el resultado del plebiscito de salida de la convención constitucional. Así, no solo con marchas desarticuladas, como ha sido últimamente, el movimiento estudiantil ha comenzado a reactivar sus métodos de organización, que en universidades permanecía especialmente pasiva y tanto secundarios como universitarios a nivel nacional han comenzado a tomar los debates nacionales con mayor profundidad.

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Por ejemplo en la Usach, desde el lunes 5 de septiembre, en vistas de los resultados del plebiscito, FEUSACH llamó a asambleas para analizar los resultados, y ver qué hacer desde el movimiento estudiantil, pero sin proponer política o programa, más bien esperando que las bases planteen sus posiciones, y desde ahí comenzar a desarrollar algo.

En estas asambleas (las primeras pensadas en la participación y deliberación conjunta de las bases de todo el campus de la USACH en mucho tiempo) se pone nuevamente al centro la necesidad de rearticular un movimiento estudiantil frente a la coyuntura nacional, siendo ésta una presión de la base para pensar en la posibilidad de un nuevo proceso constituyente, la lucha contra la educación de mercado, y la unificación con sectores populares y de las y los trabajadores.

En una primera instancia, se recrimina la ubicación cómoda del estudiantado usachino frente a la coyuntura hasta ahora, pero desde Vencer planteamos que la responsabilidad de ello recae en las direcciones de la CONFECH (militantes de las juventudes del gobierno) que abandonaron toda perspectiva de lucha y se sentaron a negociar con el gobierno de Boric las supuestas mejoras para las condiciones de las y los estudiantes, y se subordinaron completamente a sus tiempos desde marzo de este año. De hecho, la en ese entonces presidenta de la Feusach y vocera de la Confech, Noemí Quintana, quién ahora es nada más ni nada menos que Directora Ejecutiva de Rectoría, realizó un punto de prensa en La Moneda luego de una brutal represión a la movilización estudiantil del 25 de marzo por la BAES, la que solo subieron $4800 y que con la inflación no sirven para prácticamente nada.

Así, la Confech, en vez de organizar al movimiento estudiantil, se dedicó a realizar campaña hacia el apruebo en el plebiscito sin mayor posicionamiento del estudiantado y sin llamar a la organización y deliberación de base en pos de una política independiente. Mientras tanto, el borrador de la nueva constitución no se planteaba romper con los pilares de la herencia de la dictadura ni una perspectiva de cambio, por ejemplo, de la educación de mercado.

Entonces, mientras el gobierno se encontraba totalmente subordinado a la agenda de la derecha, militarizando el wallmapu, reprimiendo a los estudiantes, con políticas anti-inmigrantes y cargando la crisis en los hombros de la clase trabajadora, las juventudes del gobierno que dirigen la Confech no se plantearon enfrentar a la derecha en pleno auge de su fortalecimiento, y levantar una lucha contra los límites del proceso y la democracia burguesa, por una educación gratuita, financiada por el Estado, laica y no sexista, y ni siquiera se pronunciaron sobre la represión que ha ejercido el gobierno de Boric sobre los estudiantes movilizados.

Mientras tanto, ¿cuáles son las declaraciones de la Confech ante el triunfo del rechazo? que “será nuestro deber y horizonte impulsar la lucha por una nueva constitución democrática, poniendo fin al legado de la dictadura. Exigimos y exigiremos a todos los sectores políticos que hicieron promesas de nuevo proceso, que las cumplan, que con el mismo énfasis que se pronunciaron por reformas, ahora también, con responsabilidad las efectúen”. Ese es el plan de la Confech, exigirle a la derecha rancia que impulse un nuevo proceso constituyente, confiando en que éste será democrático y que ponga fin al legado de la dictadura. Posición que se confirma en las declaraciones de Feusach, que dicen que “debemos estar de pie para luchar por un nuevo proceso constituyente, que se encargue de entregar a las personas los derechos que por tanto tiempo han luchado”, lo mismo planteó Fabián Tapia (presidente de Feusach) mediante sus historias de instagram, que “debemos presionar a estos sectores” refiriéndose a la UDI. ¿Cómo pasamos de la rebelión, a tener que “presionar a la derecha”? Definitivamente es responsabilidad política de quiénes dirigieron todo este proceso, es decir, los partidos que hoy se encuentran en el gobierno poniendo a Carolina Tohá (PPD) como Ministra del Interior.

Coordinación y organización para conquistar nuestras demandas

La revuelta de 2019 mostró sus límites, y estos fueron que el solamente movilizarnos sin organizarnos y coordinarnos entre los distintos sectores significó una gran debilidad a fin de cuentas, ya que para las burocracias y los partidos que hoy son gobierno fue bastante simple desviarlo tras la firma del “Acuerdo por la Paz” a un proceso constitucional amañado y limitado a las reglas del mismo régimen impugnado en el estallido social.

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Desde VENCER planteamos que es urgente la unificación, coordinación y organización de las y los universitarios con el movimiento secundario, el que convocó a una movilización para hoy por sus demandas internas y que se ha venido movilizando durante toda esta semana, volviendo por ejemplo a las evasiones masivas.

Esta coordinación del movimiento estudiantil debe ser en completa independencia del gobierno de Boric, eso significa que es necesario que la Confech rompa con su tregua. Coordinarnos nos permitiría discutir un pliego unificado de demandas y pelear por una educación pública gratuita, de calidad, democrática y no sexista, pues el camino que propone la dirección del movimiento estudiantil, de ir “por un nuevo proceso constitucional”, sólo es condenarlo a ser nada más que base de maniobra para presionar un poco más a la derecha para que acepte entregar más derechos.

Es urgente que la Confech baje una pauta de discusión en todos los establecimientos del país, en coordinación con la Coordinadora Secundaria Revolucionaria, para pensar cómo nos enfrentamos al fortalecimiento de la derecha que ganó con el rechazo y qué rol puede jugar el movimiento estudiantil. Esto con el objetivo de pensar un plan de lucha en ascenso en la perspectiva de un Paro Nacional, el que para poder realizarse tiene que estar sí o sí de la mano de la clase trabajadora. Para esto proponemos estos puntos claves para integrar en un petitorio unificado, que se puede complementar con las discusiones en asambleas:

1) Presupuesto de emergencia para la educación pública para resolver problemas de calidad, infraestructura, alimentación, salud mental, transporte y mantención.

2) Mayor contratación, paso a planta y aumento de sueldo a un mínimo de $650 mil a todas y todos los trabajadores.

3) Condonación del CAE y toda la deuda educativa sin indemnización a los bancos.

4) Educación Sexual Integral en todos los colegios y universidades para prevenir y enfrentar la violencia machista, protocolos realizados por comisiones triestamentales, independientes de las autoridades.

5) Democratización de la educación pública, co-gobierno triestamental en la universidad y cuatri-estamental en los colegios.

6) Educación pública gratuita, democrática y no sexista con acceso universal y garantizada para hijes de trabajadores de la educación. Fín a las pruebas estandarizadas para un acceso irrestricto.

7) Prácticas profesionales y técnicas pagadas.

8) Fín a las AFP, aumento de las jubilaciones y del sueldo a un mínimo de $650 reajustables según el alza de la inflación

9) Reparto de las horas entre cesantes y trabajadores activos, 6 horas 5 días a la semana sin rebaja de sueldo.

10) Condonación de las deudas de los servicios básicos y congelamiento de los precios.

11) Nacionalización de los recursos naturales.

12) Libertad a lxs presxs políticxs mapuche y de la revuelta, derecho a la autodeterminación del pueblo mapuche.

Tomando como punto de apoyo las asambleas que están surgiendo y las movilizaciones que se están convocando, si pudieran unificarse y coordinarse, podría prepararse la fuerza para poner en el debate la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, en la que se pueda discutir acerca de todos los temas -como por ejemplo la nacionalización de los recursos naturales- y que rompa con todos los poderes del Estado en un proceso ampliamente democrático y de participación sin los límites que impuso la anterior convención constitucional. Sin embargo esto solo se va a dar si se piensa en un plan ascendente de lucha y organización, que de la mano de la clase trabajadora, superando a las direcciones burocráticas del movimiento estudiantil y obrero, prepare una huelga general que la instale con la fuerza de la misma movilización.


Benjamín Vidal

Periodista - Universidad de Chile