Jueves 29 de octubre de 2015 12:43
Los resultados de las elecciones del pasado domingo transformaron en incógnita lo que parecía un seguro triunfo del candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, por encima de Mauricio Macri y Sergio Massa. La escasa diferencia del 2 % a favor del actual gobernador bonaerense por sobre Macri, abrió un debate a nivel nacional de cuál es la mejor opción entre dos candidatos los cuales basaron sus campañas más en la mala imagen del rival que en virtudes propias.
Esto lleva a muchos a pensar cuál es el “mal menor” de cara a un futuro que parece más oscuro aún que este difícil presente para la clase trabajadora. Tal como venimos denunciando, el gremio gráfico atraviesa una situación preocupante ante las medidas de ajuste tomadas por las patronales que se expresan en cientos de despidos y cierres de fábricas, como los de MadyGraf y WorldColor (dos de las gráficas más grandes del país) o los de Vulcano, Cedinsa, Poligráfica Del Plata y Cortiñas, todos estos en menos de un año.
Esto sin duda no responde a ninguna casualidad sino que representa un plan ideado desde la FAIGA (Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines) para incrementar las ganancias patronales a costa de dejar familias en la calle. Frente a este escenario, antes de elegir a alguno de estos candidatos, es importante recordar las declaraciones de Juan Carlos Sacco, Presidente de FAIGA y Vicepresidente de la UIA (Unión Industrial Argentina) quien por entonces aseguraba que si Scioli era electo Presidente “hará los ajustes que hay que hacer”, además de afirmar que “no hay grandes diferencias entre Scioli y Macri”.
En esta serie de brutales medidas, también es clave la complicidad de la Federación Gráfica Bonaerenses que apoya explícitamente a Scioli, pero que a lo largo de los años ha tenido la habilidad necesaria para “ubicarse” con cada gobierno de turno. Está claro que los intereses de los empresarios nada tienen que ver con los de los trabajadores, por eso las palabras de Sacco son una alerta para quienes venimos resistiendo el ajuste, quienes venimos enfrentando los despidos discriminatorios por luchar como Ramón Chozas y AGM, y refuerza la convicción de quienes integramos el Frente de Izquierda de llamar a votar en blanco para no apoyar a ninguno de los “candidatos del ajuste”.
Es necesario aclarar que el voto en blanco no favorece a ningún candidato, por el contrario, expresa el rechazo a quienes se han mostrado a lo largo de toda su campaña como representantes de los intereses de los capitalistas y no de los trabajadores. En el Frente de Izquierda somos consecuentes con nuestra lucha por los derechos de los trabajadores, lo cual nos permitió alcanzar alrededor de un millón de voto en estas elecciones y convertirnos en la cuarta fuerza a nivel nacional, lo que significa un gran respaldo para enfrentar los ataques que puedan venir.
