Miércoles 26 de noviembre de 2014 16:25
Desde el martes 25 y durante todo el día de hoy la Federación Argentina del Petróleo, Gas y Biocombustibles viene realizando un paro total de actividades en los yacimientos, plantas de gas y refinerías. Los motivos del sindicato para la huelga son la exigencia al Ministerio de Trabajo a que reconozcan una elección del 14 de este mes en la regional de Cuyo, donde una lista que responde al secretario general de la Federación Alberto Roberti declara haberse impuesto sobre la del diputado kirchnerista Dante González. El Ministerio de Trabajo, alineado con Pereyra, ha recibido las denuncias del oficialismo sobre irregularidades en la elección y ha decidido que las elecciones se volvieran a realizar. Frente a esto Roberti ha convocado al paro, el mismo no fue decidido democráticamente por los trabajadores afiliados al sindicato.
En la refinería de la Shell, la más grande en el Polo Petroquímico de Dock Sud, la bronca no tardo en hacerse notar. Mientras el sindicato no había convocado una sola medida de lucha cuando la empresa despidió a nueve obreros que impulsaron una lista opositora a la Comisión Interna actual, ahora pretendía bajar línea de un paro que no tomaba ninguna de las reivindicaciones más sentidas de los trabajadores de la Shell. Por eso durante la noche del lunes, una masiva asamblea de los obreros de la refinería se realizó en contra de la voluntad de la Comisión Interna y discutió si parar o no y las razones por las cuales se iba al paro. Contra la línea del Sindicato, de parar por las elecciones en Mendoza, se resolvió parar por sus propias demandas. Se votó un pliego de reivindicaciones que fue previamente discutido por los trabajadores.
Una asamblea histórica arrancada a la burocracia
En un hecho que no ocurría desde hace años, los trabajadores de la Shell impulsaron un petitorio de asamblea presentado a la Comisión Interna que finalmente se llevo a cabo con la presencia de dos turnos. La asamblea se impuso desde abajo. Los trabajadores se negaban a realizar un paro por una interna política entre kirchneristas y massistas, y los planes de la burocracia de garantizar un paro matero comenzaban a tambalear. En la asamblea se los increpó que a ellos nadie los había votado, todavía están frescas en la memoria las denuncias por fraude, y le exigían que mostraran el padrón de las elecciones donde decía que supuestamente aquel día habían ido petroleros a votar. Frente al llamado de un trabajador a que levantasen la mano los que habían votado a la Interna, solamente cuatro obreros levantaron la mano, lo que desató una risotada general.
La Comisión Interna amenazaba que si no se plegaban al paro iba a “haber consecuencias” a lo que los trabajadores respondían que ya hubo consecuencias cuando despidieron a nueve trabajadores por organizarse y ellos no movieron un dedo. Analía Portillo, presente en la asamblea y una de las trabajadoras recientemente reinstalada al igual que Fernando Luna, les preguntaba “¿ustedes ya se preparan para salir de testigos en el juicio de (Gustavo) Michel a favor de la empresa?”. Estos dichos eran repetidos por los trabajadores y los ánimos se caldeaban, y los obreros decían que no querían parar por lo que decía Roberti sino por sus propias demandas: reincorporación de Gustavo Michel que tiene un fallo de reinstalación a su favor que la empresa incumple, y de todos los despedidos, la defensa de las reinstalaciones conquistadas de Analía Portillo y Fernando Luna, por un bono de fin de año y contra el impuesto al salario. Estas mociones fueron aprobadas por unanimidad. Se iba al paro con las banderas de los trabajadores en contra de lo que quería la Comisión Interna que responde a Alberto Roberti y al Frente Renovador de Sergio Massa.