Miércoles 3 de abril de 2024
Genocidio, rearme y militarización de las fronteras. No hablamos de la próxima serie de Netflix, sino de la realidad del sistema capitalista. El Estado de Israel está llevando a cabo una masacre contra el pueblo palestino con más de 32.000 asesinados en Gaza, entre ellos 13.000 niños. Por su parte, las potencias imperialistas de la UE y EE. UU lo avalan mientras preparan sus planes de guerra aumentando los presupuestos de Defensa. Nos hablan de proteger la “seguridad” y “libertad” y “valores” para justificar la escalada militar; al mismo tiempo que endurecen las fronteras para rechazar a quienes huyen del hambre y la miseria provocada por el expolio de las multinacionales.
A las generaciones anteriores a la nuestra, les dijeron que el neoliberalismo sería el crecimiento continuo y llegó la crisis del 2008. Luego nos hicieron creer que las pandemias eran cosa del pasado y estalló la covid. Nos vendieron que las guerras en territorio europeo habían quedado atrás y estalló la reaccionaria invasión de Putin, la cual ha sido respondida con los reaccionarios planes de guerra por parte de la UE. Los gobiernos capitalistas – “progresistas” o conservadores – han dejado claro cómo actúan: en defensa de sus burguesías nacionales y descargando el coste sobre la clase trabajadora y los sectores populares. Así, rescataron a la banca tras el 2008 a cambio de recortes en los servicios públicos, reformas de pensiones y laborales; protegieron las ganancias de los capitalistas mientras los trabajadores se exponían al contagio; y ahora nos quieren preparar para una guerra en defensa de los intereses del imperialismo patrio y sus multinacionales. Todo ello es el caldo de cultivo perfecto para la extrema derecha después de la desafección generada por los reformistas y su agenda de cambio sin cambio. A estas crisis se añade la amenaza de la devastación ambiental, un problema que forma parte ya de nuestro presente, que genera desplazamientos en todo el mundo, calor y frío extremos y que los gobiernos capitalistas no enfrentan porque son cómplices de las empresas y multimillonarios que contaminan y nos dejan sin futuro.
Pero la juventud no pensamos ser aval para este negocio. No seremos carne de cañón para sus guerras espectadores de sus masacres ni resignarnos a no tener un planeta habitable. Si todo aquello que nos dijeron que era cosa del pasado ha demostrado ser pura actualidad, tocará recuperar el legado del marxismo que hace más de un siglo advirtió de la barbarie capitalista. Porque la época de guerras, crisis y revoluciones caracterizada por Lenin se reactualiza y la frase de “socialismo o barbarie” de Rosa Luxemburgo resuena como un llamado a la acción.
La juventud no seremos peones en su partida, sino la punta de lanza para organizar la pelea junto a las y los trabajadores. Porque nos dicen que somos la generación de las crisis, pero ocultan que somos la generación que ha estado a la cabeza de las movilizaciones y las protestas : en Chile contra el régimen heredero de Pinochet, en Francia contra la reforma de las pensiones, en Estados Unidos por el Black Lives Matter o en el Estado español, con la juventud catalana a la cabeza, contra el régimen españolista y monárquico, con las jóvenes de todo el mundo tomando las calles por el derecho al aborto y contra la violencia patriarcal.
Pero no nos conformamos con resistir ni tenemos tiempo para más desvíos que nos conducen a la derrota. Si la victoria de las revoluciones es una tarea estratégica que se prepara, nosotros y nosotras somos parte de quienes quieren tomar partido en ella.
Contracorriente y Pan y Rosas somos agrupaciones impulsadas por la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras junto a independientes en Estado Español, formando parte de una red internacional de agrupaciones presente en Francia, Alemania, Italia, EE. UU, Argentina, Brasil, Chile y muchos países. Quienes militamos en la CRT formamos parte de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI)
Luchamos por una salida socialista y revolucionaria desde abajo con independencia de clase frente a la catástrofe a la que nos lleva el capitalismo. Por eso, creemos que es el momento de construir una juventud socialista, revolucionaria y antimperialista que combata el imperialismo, el rearme militarista y los reaccionarios mecanismos de la deuda imperialista.
Como parte de este objetivo, creemos que es imprescindible sumar fuerzas para poner en pie un movimiento antiimperialista e internacionalista con estos ejes. En ese sentido, las universidades deben ser una trinchera y, por ello, planteamos a las organizaciones del Movimiento Socialista, el SEPC, Abrir Brecha, el Sindicato de Estudiantes y el Frente de Estudiantes, así como a las agrupaciones antirracistas y de apoyo a Palestina, a las asociaciones ecologistas, feministas y LGTB, impulsar en común iniciativas con esta perspectiva que sea también la punta de lanza contra la extrema derecha.
A aquellos y aquellas jóvenes que comparten esta visión, a las organizaciones y militantes que acuerdan con esta urgente necesidad, los llamamos a impulsar bloques en los centros de estudio y de trabajo.
Alto al genocidio y la intervención militar israelí contra el pueblo palestino. Basta de complicidad del gobierno PSOE-Sumar
Desde su creación, el Estado sionista de Israel se ha basado sobre la ocupación y la masacre contra el pueblo palestino, siendo un enclave en Medio Oriente para la defensa de los intereses imperialistas. La complicidad de la UE y EE. UU se extiende hasta a la actualidad, y la coalición del PSOE y Sumar es parte implicada por más que trate de separarse con palabras.
Sin compartir los métodos ni la estrategia de Hamás, debemos denunciar la brutalidad en curso y la complicidad de nuestros gobiernos. Reivindicamos el derecho a la resistencia contra el colonialismo genocida de Israel y así nos ubicamos en el campo de la lucha y la resistencia del pueblo palestino - con independencia de sus direcciones - contra el Estado de Israel.
El gobierno “progresista” sigue vendiendo armas a Israel, manteniendo relaciones diplomáticas y velando por los negocios de las empresas españolas en la región. Entre 2021 y 2023, el Banco Santander le dio más de 1.500 millones a compañías que están haciendo negocio con la masacre según el informe Inversiones insostenibles. El BBVA tampoco se queda atrás: casi 1.200 millones según datos de Banca Armada. Constructoras como CAF, Saphir, Comsa, Sacyr o ACS – presidida por Florentino Pérez – sacan millones con las obras de ferroviarias.
Las universidades españolas son parte de las instituciones públicas que blanquean el Estado genocida de Israel a través de los convenios de colaboración y la presencia de empresas que hacen negocio. La Universidad Autónoma de Madrid desarrolló entre 2017 y 2022 el proyecto Conflex en alianza con la empresa Rafael, una de las principales empresas armamentísticas israelís. La Universidad Carlos III de Madrid trabajó con la misma empresa entre 2016 y 2019 en el proyecto Outcome. La Universitat Politècnica de Catalunya tiene relación con la empresa ICL, la cual gestiona las minas de Súria y Sallent de donde se extrae parte del material que se utiliza para hacer las bombas de fósforo blanco.
La represión contra activistas que se solidarizan con la causa del pueblo palestino también llega al Estado español. En Madrid, decenas de estudiantes han sido multados por protestar el año pasado contra la presencia de la embajadora israelí en la Complutense, entre las cuales compañeras de Contracorriente y Pan y Rosas. En Barcelona, ocho personas que participaron en la jornada mundial del 7 de febrero en denuncia al genocidio fueron detenidas en las últimas semanas por los Mossos d’Esquadra.
Desde Podemos critican ahora la complicidad del gobierno, pero no nos olvidamos de que hicieron exactamente lo mismo cuando estaban en él. De hecho, estuvieron hasta el último momento rogando por un ministerio dispuestos a volver a callar de nuevo. No nos tragamos la hipocresía reformista porque sus consecuencias son el silencio cómplice.
¡Ruptura de todos los acuerdos con Israel! ¡Abajo la ayuda financiera y militar del imperialismo español, la UE y Estados Unidos! ¡Basta de complicidad de la casta universitaria! ¡Fuera de nuestros campus las empresas que hacen negocio con Israel! ¡Por una Palestina libre, laica, obrera y socialista!
Contra el rearme imperialista y militarización de las fronteras
Desde la invasión rusa en Ucrania, los países de la Unión Europea vienen elevando su discurso belicista. La reaccionaria ofensiva de Putin en defensa de la oligarquía rusa ha sido contestada con los planes de rearme. Así, la Comisión Europea presidida por Úrsula Von der Leyen ultima la nueva estrategia de defensa para impulsar la industria militar europea.
El gobierno “progresista” se ha sumado de pleno. Tras la declaraciones de Margarita Robles en las que decía que “la amenaza de la guerra es total y absoluta”, Pedro Sánchez salió a defender en Bruselas la necesidad de fortalecer la industria militar europea. La última noticia es la cesión del puerto de Maó a la OTAN en Menorca. Un rearme imperialista que cuenta con el visto bueno de Sumar que apoya en el Consejo de ministros. De hecho, su candidata a las elecciones europeas, Estrella Galán, es patrona de la Fundación Alternativas, la cual publicó un informe titulado The State of the European Union en el que se reivindican las actuaciones frente a la guerra en Ucrania, la importancia de la Defensa y el logro del pacto migratorio.
@pablocastilla_00 🚨Lo de la ministra de Defensa Que dice que la amenaza de la guerra es real y seamos conscientes. Aviso: para defender el rearme imperialista que llamen a otros. #fypシ #lentejas #odioloslunes #anticapitalismo #fyp #pt #parati #foryoupage #foryou ♬ sonido original - El rojo de clase
De nuevo, las universidades son cómplices de las políticas imperialistas del Estado. De manera ilustrativa, el informe “Preparados para la guerra. Cómo el militarismo permea en nuestras sociedades” elaborado por el Centro Delàs en 2021 recogía que existían 101 convenios de colaboración entre el Ministerio de Defensa y las universidades españolas. Todo ello sin sumarle las múltiples relaciones con el Banco Santander y otras entidades que invierten en la industria armamentística.
El rearme imperialista tiene por objetivo prepararse para defender los negocios de las multinacionales españolas y blindar las fronteras. El gobierno del PSOE y Unidas Podemos fue parte de ello: acogió la última cumbre de la OTAN y peleó por incluir la inmigración como “amenaza híbrida”. Sumémosle las devoluciones en caliente, el asesinato de decenas migrantes en Melilla o los acuerdos con la dictadura marroquí para aumentar su control de la frontera a cambio de vender definitivamente al pueblo saharaui…
Con estas políticas de derecha solo se alimenta a la derecha: Vemos cómo las ideas de extrema derecha crecen entre la juventud. Vox y PP señalan y criminalizan a los inmigrantes, se tiran contra el feminismo y salen en defensa de la “unidad de España La derecha internacional trata de canalizar el malestar en forma de patriotismo para seguir gestionando los negocios de sus burguesías nacionales. Frente a esto es necesario volver a poner en pie la lucha del feminismo. Las compañeras de Pan y Rosas reivindicamos la herencia del feminismo socialista, que se opuso a las guerras en el siglo XX y que denuncia tanto a la extrema derecha rancia como a todos los que desde una supuesta izquierda le abren la puerta. Hoy las feministas debemos estar con Palestina, contra el rearme y la deuda y denunciando a nuestros hipócritas gobiernos.
Mientras la respuesta del “progresismo” y la “moderación” termina comprándole gran parte de la agenda. Desde sectores reformistas como a Podemos se limitan separarse discursivamente de la escalada (como si no hubieran sido parte del gobierno que aprbó los mayores gastos militares en 40 años) y plantean la necesidad de una política europea exterior propia. Pero ¿qué significa eso? Abogar por la gestión de la política exterior para administrar mejor los intereses (imperialistas) europeos significa continuar matando migrantes en las fronteras y expoliando recursos más allá de ellas. Eso no suena a mal menor ni frena a la derecha, más bien le blanquea el relato y le abre la puerta.
¡No a la guerra y al militarismo imperialista! Ni un euro para financiar el envío de armas. ¡Ni Putin ni OTAN! Por una posición independiente en la guerra de Ucrania. ¡Basta de militarización de las fronteras! Regularización inmediata de todas las personas migrantes ¡Derogación de la Ley de Extranjerías y los pactos migratorios! ¡Cierre de los CIEs! ¡Ruptura de los convenios de las universidades con el Ministerio de Defensa y fuera las empresas que hacen negocio con la guerra!
¡Basta de saqueo imperialista! Por la anulación de las deudas externas de los países oprimidos.
El rearme imperialista es la continuación de la política imperialista de los Estados y sus multinacionales por otra vía. Actualmente, la deuda externa contraída por los países de Latinoamérica, Asia y África asegura enormes ganancias al capital extranjero a cambio de planes de ajuste contra el pueblo trabajador, privatizaciones y recortes en servicios públicos.
En Argentina, la extrema derecha encabeza por Javier Milei en alianza con la derecha tradicional del país – y la pasividad del peronismo – se propone abrir las puertas de par en par al capital extranjero mientras mata de hambre al pueblo trabajador. Allí, las empresas españolas tienen 18.000 millones de negocio con empresas como Repsol, Telefónica, Santander y BBVA.
Argentina representa hoy un laboratorio para la extrema derecha mundial y, al mismo tiempo, un pequeña muestra de cómo enfrentarla. Con la lucha de clase trabajadora unida con los sectores populares, desarrollando la autoorganización en pelea y exigencia hacia las burocracias en cada centro de estudio y de trabajo, en cada barrio, para discutir cómo parar los ataques de Milei y pelear por una salida para el pueblo trabajador. Esa es la pelea que están dando nuestros compañeros y compañeras del PTS levantando una posición y un programa con independencia de clase y socialista.
Las multinacionales se hacen de oro saqueando recursos en todo el mundo, sembrando hambre y miseria que obliga a millones de personas a tener que emigrar. La flota pesquera española expolia las costas del África Occidental gracias acuerdos del gobierno español o la UE, los cuales suelen ir acompañados pactos migratorios para que dichos países se encarnen de contener la inmigración. Por su parte, la banca hace negocio con la guerra, expolio y la destrucción del planeta. Entre 2016 y 2021, la entidad presidida por Ana Botín, el BBVA y La Caixa invirtieron 75.000 millones en proyectos relacionados con combustibles fósiles según el informe Banking on climate chaos. Km. Más armamentismo y belicismo significan más contaminación a gran escala y, para prueba de ello, los planes de capitalismo verde la UE rápidamente se han convertido en fondos para la guerra.
Ni la derecha ni los “progresistas” nos engañan señalando “amenazas de agresión exterior” o inmigrantes: el enemigo está en casa.
¡Anulación de las deudas públicas externas de los países oprimidos con los Estados imperialistas y el capital financiero internacional! ¡Expropiación sin pago y bajo control de los trabajadores de las empresas imperialistas que saquean los recursos económicos y naturales en los países oprimidos!
¡Súmate a construir una juventud antimilitarista, antiimperialista y socialista revolucionaria!
Quienes militamos en Contracorriente y Pan y Rosas creemos que, ante el rearme imperialista, el genocidio y el expolio, debemos retomar las banderas del antiimperialismo y el internacionalismo para luchar por una salida socialista revolucionaria des de abajo. Porque clase trabajadora unida con los sectores populares es quien mueve el mundo y, por tanto, es la única vía para evitar la catástrofe capitalista y recomponer el mundo sobre nueva bases. Luchamos por terminar con este sistema de opresión y explotación en perspectiva conquistar gobiernos de trabajadores sobre la base de una economía planificada democráticamente y desde abajo en función de las verdaderas necesidades sociales. A quienes compartan esta perspectiva les animamos a militar y sumarse a nuestras agrupaciones.
En el contexto actual, con los gobiernos de la UE haciendo sonar los tambores de guerra mientras se arman hasta los dientes, blindan las fronteras y siguen apoyando al estado genocida de Israel consideramos que es urgente que la juventud demos un paso adelante y nos organicemos en cada centro de estudio, de trabajo y en cada barrio para oponernos con todas nuestras fuerzas a esta barbarie a la que nos quieren llevar. Súmate a poner en pie un gran movimiento para que no nos roben el futuro.