Esta semana comenzó un nuevo capítulo en la discusión paritaria para los sectores estatales en la provincia de Jujuy. El Gobierno provincial ofreció un 18% en tres cuotas a los sindicatos. Una burla para miles que viven día a día la carestía de la vida por la inflación. Necesitamos un plan de lucha unificado para torcer la política de ajuste al salario por parte de los Gobiernos y el FMI.

Natalia Morales Diputada provincial PTS-FIT, Jujuy | @NatuchaMorales
Viernes 24 de junio de 2022 09:04
Foto: marcha de APUAP jueves 23/6
Las reuniones comenzaron el martes con la presencia de funcionarios del Gobierno de Jujuy Carlos Sadir, ministro de economía; Gaspar Santillán, ministro de trabajo y Normando Alvarez García, ministro de gobierno; y miembros de los sindicatos docentes Adep, Cedems, UDA, Asdea y Amet. Posteriormente hubo reuniones por separado con sindicatos de salud y estatales como ATSA, SOEMFA, ATE, UPCN, APUAP, SEOM, entre otros.
La propuesta del gobierno para el segundo trimestre fue de un 18%, en tres cuotas de 6%, lo que generó, no solo malestar en las direcciones sindicales que plantearon un aumento entre el 25 y 30%, sino en la base docente, de estatales y de la salud que se expresaron en las redes sociales y también en las calles ante la carestía de la vida como sucedió hoy, con la movilización de los profesionales nucleados en APUAP.
El aumento otorgado en el primer semestre del 19/20 % por el Gobierno de Gerardo Morales quedó muy por detrás del casi 30% de inflación acumulada en lo que va del año. El ajuste se siente en los bolsillos y sobra mes al final del salario, que se pierde día a día por la inflación. El ministro de trabajo Gaspar Santillán afirmó en medios locales que desde el Gobierno “se está haciendo todo lo que está al alcance de las arcas provinciales”, ¿pero es así?
Mientras el Gobierno avanza con el plan de ajuste al salario vía inflación de decenas de miles de estatales en la provincia, con paritarias a la baja, mueve cielo y tierra para conseguir beneficios para sectores empresariales como los del azúcar, tabaco, transporte y las mineras. Lo vimos recientemente con la aprobación en la Legislatura provincial, del oficialismo y el PJ, de una ley para eximir de pago de ingresos brutos y otros impuestos por 10 años a la patronal de Budeguer en el Ingenio La Esperanza, el lobby del Gobierno ante el chantaje de patronales como la de Ledesma por el aumento del gasoil, el aumento del Fondo Especial del Tabaco o de los subsidios para empresarios del transporte, con la reciente aprobación en el Congreso de la Ley de Emergencia en Transporte en el interior del país.
Así para las y los trabajadores, la miseria de lo posible, a la que se suma la precarización en el Estado. Más allá de anuncios realizados por el Gobierno de pase a planta permanente y mejoras en las condiciones de trabajo, los estatales provinciales y municipales de Jujuy tienen uno de los salarios más bajos del país, por debajo de la línea de pobreza e incluso indigencia, como denunciaron las enfermeras autoconvocadas que visibilizaron su situación en las calles, cobrando salarios entre 35 y 40 mil pesos por mes. Por eso, son cada vez más estatales que tienen dos, tres, hasta cuatro trabajos para poder sostener económicamente a sus familias, más aún si la canasta básica familiar pisa los 100 mil pesos por mes.
La política del Gobierno es también de atomizar de las instancias paritarias, para dividir y seguir reinando. ¿No sería conveniente paritarias unificadas con la participación de todos los sindicatos por sector? Las direcciones sindicales estatales deben rechazar esta negociación a cuenta gotas.
En Jujuy hay más de 85 mil estatales en la provincia, su fuerza organizada con un plan de lucha unificado en las calles puede desarticular todo el plan de ajuste del gobierno. Ni hablar si es en unidad con las organizaciones sociales que vienen peleando contra el hambre en las calles de la provincia.
En estas semanas hemos visto como sindicatos como APUAP, o los profesionales de la salud autoconvocados, vienen mostrando que la bronca sale a las calles y se visibiliza, pero por sus direcciones lo hacen en forma dividida, o que a pesar del malestar que se expresa entre los trabajadores, directamente militan la pasividad y desmoralización para no confiar en las fuerzas de los trabajadores organizados. Un buen ejemplo a seguir, es la unidad y coordinación de trabajadores rurales nucleados en la UATRE Ledesma que en Yuto coordinan con organizaciones sociales como TORRE, FPDS-CP y MTL en defensa de los puestos de trabajo ante los despidos en curso, y por los derechos de las familias trabajadoras.
Ante esta situación, las y los trabajadores, y agrupaciones que impulsamos desde el PTS FIT-U exigimos a las direcciones sindicales estatales, muchas nucleadas en la CTA o el en Frente Amplio Gremial, asambleas y un plan de lucha unificado para poder dar pelea por aumento salarial ajustado por mes según la inflación y que el mismo parta de lo que cuesta la canasta familiar, por el pase a planta permanente de todxs lxs trabajadores precarizados, y en defensa de los derechos laborales, como la protesta y contra la persecución a los que luchan.
Por la unidad entre trabajadores ocupados, precarios y desocupados, del sector estatal, privado, y quienes están en las organizaciones sociales para enfrentar las políticas de ajuste de Morales y Fernández a pedido del FMI.