El Parlamento de Ucrania aprobó una ley que autoriza la presencia de tropas extranjeras en su territorio, después de que volvieran los combates en el este de ese país. Acusaciones cruzadas con Rusia.
Sábado 6 de junio de 2015
Foto: EFE / Roman Pilipey
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, dijo este viernes que las fuerzas ucranianas han liberado completamente la localidad de Marinka, donde los separatistas prorrusos habían lanzado una ofensiva, y que un ciudadano ruso ha sido detenido.
"El 4 de junio se llevó a cabo una operación de limpieza... Como resultado, hoy puedo comunicar que Marinka ha sido liberada completamente de saboteadores. Se ha detenido a 12 personas, entre ellas un ruso", afirmó en conferencia de prensa en Kiev.
Los combates en esa localidad de la región de Donetsk, que estallaron esta semana entre las fuerzas ucranianas y las milicias prorrusas han sido los más graves desde que rige el alto el fuego alcanzado en Minsk en febrero pasado.
En su mensaje anual al Parlamento, Poroshenko denunció que el país sigue amenazado por "una guerra en toda regla" por parte de Rusia, que "mantiene en territorio ucraniano a más de 9.000 soldados".
"Se mantiene una amenaza colosal de que se reanuden las acciones militares de envergadura por parte de los grupos terroristas rusos. Catorce batallones tácticos rusos, integrados por más de 9.000 efectivos, permanecen en territorio de Ucrania", declaró. Agregó que Rusia continúa suministrando a los separatistas "armamento de última generación", además de municiones, combustible y alimentos.
Frente a las acusaciones del gobierno de Ucrania, el Kremlin reiteró que Rusia no tiene tropas en el este de Ucrania.
"Allí pueden estar ciudadanos de todos los países: de Ucrania, de Rusia y de países europeos. Pero allí no están las Fuerzas Armadas de Rusia, como dicen todo el tiempo nuestros colegas en Ucrania, en Europa y en Washington", dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov acusó a Kiev de "acciones de sabotaje" para provocar los combates por Marinka, mientras que Poroshenko denunció que "entre 500 y 1.000 milicianos prorrusos" intentaron asaltar esa localidad a unos 20 kilómetros al oeste de Donetsk.
"Sólo podemos constatar que los acuerdos de Minsk se incumplen sistemáticamente por parte de Kiev, lo que sin duda lleva al empeoramiento de la situación, sin hablar de las acciones de sabotaje por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania", apuntó Peskov.
El portavoz del Kremlin no quiso comentar las declaraciones de Poroshenko acerca de una "amenaza sin precedentes de una invasión rusa" y señaló que "el Ministerio de Defensa ruso ya se ha referido con bastante claridad a este tipo de palabras que se oyen desde Kiev".
Dos días después de los combates por Marinka, a unos 20 kilómetros al oeste de la ciudad de Donetsk, las hostilidades entre los dos bandos se han reanudado a lo largo de toda la línea que separa sus posiciones a pesar del alto el fuego que rige en la zona.
En un salto en los enfrentamientos, el 4 de junio, el Parlamento de Ucrania, autorizó el despliegue en su territorio de fuerzas extranjeras “para mantener la paz y seguridad” según un mandato de la ONU o de la Unión Europea.
La ley impide participar en dichas operaciones de paz a aquellos países implicados en la "agresión militar contra Ucrania", en clara referencia a Rusia, a la que Kiev acusa de armar a las milicias separatistas del este del país.
Un total de 240 diputados respaldaron la iniciativa del partido oficialista que precisa que el despliegue de tropas extranjeras debe responder a una petición expresa por parte ucraniana.
La Constitución ucraniana prohíbe expresamente el emplazamiento de tropas y bases militares de otros países, por lo que en cada caso debe ser aprobada una ley ex profeso.
Así es como los diputados ucranianos también aprobaron en marzo pasado una ley que permite el despliegue de tropas de EE.UU. y Polonia para maniobras militares, tras lo que instructores de esos países y también del Reino Unido operan en el oeste del país.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, aboga por desplegar fuerzas de interposición en el este de Ucrania y en la frontera con Rusia para el arreglo del conflicto, a lo que se oponen terminantemente tanto los separatistas como Moscú.
Esta ley fue aprobada después de que la región de Donetsk fuera escenario de los combates más cruentos entre fuerzas gubernamentales y milicias prorrusas desde que ambos bandos aceptaran en febrero un alto el fuego.