El acatamiento a la convocatoria de los sindicatos RMT y TSSA es alto. El gobierno tory amenazó con restringir el derecho a huelga, mientras el líder laborista prohibió la concurrencia a los piquetes.
Miércoles 27 de julio de 2022 14:54
Trabajadoras y trabajadores agrupados en el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT) y el Sindicato de Trabajadores Asalariados del transporte (TSSA) realizan un paro este miércoles, en el marco de una serie de paros que tienen lugar en defensa de los salarios, golpeados por la alta inflación.
Solo en el RMT, unos 40.000 trabajadores de 14 compañías de la red ferroviaria se declararon en huelga. El TSSA es más pequeño y agrupa a personal que opera salas de control, señalización y energía.
La acción de este miércoles es parte de una serie de huelgas que se desataron el mes pasado y prometen continuar. Los días 21, 23 y 25 de junio, el RMT realizó una huelga histórica. Ambos sindicatos están planeando huelgas coordinadas para el 18 y 20 de agosto, mientras que el RMT anunció una huelga en el metro de Londres el 19 de agosto.
Además de la recuperación salarial, están en juego muchos puestos de trabajo, en una fuerte ofensiva de las empresas, que buscan aprovechar la crisis para aumentar sus márgenes de ganancia. Sin embargo, la oferta de la empresa no se acerca a las necesidades de los trabajadores.
El 13 de julio ofrecieron un aumento de 4 % para este año y 2 % para el próximo, muy por debajo de la inflación que alcanza ya el 12 %. La empresa exige, además, compromisos de productividad más altos, lo que pone en riesgo la seguridad del transporte. El vocero de la empresa, Tim Shoveller, confirmó los planes de reducción de la planta, indicando que la propuesta "garantiza que no habrá despidos obligatorios, pues todas las salidas serán voluntarias".
El impacto de la medida es fuerte. Solo uno de cada cinco trenes está circulando en aproximadamente la mitad de la red. La estación Euston, una de las más concurridas de Londres, se encontraba vacía a la hora pico. Algunas líneas directamente cerraron.
En este marco de fuerte descontento y escalada de las huelgas, el secretario de Transportes, Grant Shapps, amenazó con prohibir “huelgas de diferentes sindicatos en el mismo lugar de trabajo dentro de un período determinado” y ”garantizar que industrias críticas como el ferrocarril mantengan niveles mínimos de servicio". Se trata de 16 medidas que provocaron la condena por parte de los líderes sindicales, que las calificaron de “ataque al derecho fundamental de huelga” y que “serían la luz verde para volver a los peores abusos laborales del pasado”.
La ubicación del laborismo, por su parte, no es unánime. El líder del Partido Laborista Keir Starmer amenazó con disciplinar a quienes fueran a los piquetes a solidarizarse con el paro. Sin embargo, varias figuras opositoras a la dirección actual del partido laborista se hicieron presentes en los piquetes, como Jeremy Corbyn o John McDonnell.
Great to join Eddie Dempsey, @johnmcdonnellMP and members of @IslingtonNorth on the @RMTunion picket line at Euston this morning to show my support for striking rail workers!#SupportRailWorkers pic.twitter.com/58LheoKgJa
— Jeremy Corbyn (@jeremycorbyn) July 27, 2022
Recordemos que Jeremy Corbyn es miembro de base del PL pero no es diputado. Si bien en 2019 era líder del partido, en las próximas elecciones no podrá presentarse como diputado por el laborismo sino que deberá hacerlo como independiente, salvo que cambien la medida disciplinaria que pesa sobre él.
Por su parte, el ministro de Transportes "en las sombras" -así se le denomina a la figura de la oposición que expresa que hubiese hecho o haría en ese ámbito- Sam Tarry también se mostró solidario en un piquete, desafiando abiertamente a Starmer pero intentando contemporizar diciendo que en una hipotética gestión de Starmer, esto no estaría pasando porque se asegurarían de que hubiese "una propuesta justa sobre la mesa".
Sin embargo, Tarry fue despedido. "Como gobierno a la espera, cualquier incumplimiento de la responsabilidad colectiva se toma muy en serio y, por estas razones, Sam Tarry ha sido removido de la banca", dijeron desde el laborismo.
En respuesta a su despido, Tarry, partidario del exlíder Jeremy Corbyn, agradeció a Sir Keir por "los últimos dos años y medio", pero dijo que era "una verdadera lástima" que lo hubieran despedido por "unirse a un piquete".
Esta disputa al interior del laborismo, que viene ocurriendo frente a cada acción huelguística, muestra la dificultad que tiene el laborismo para compatibilizar su programa no muy distinto al de los conservadores con el creciente descontento de la clase trabajadora.
Para este viernes se espera un paro de 40.000 trabajadores de las telecomunicaciones nucleados en el sindicato CWU. Para el sábado habrá un paro de maquinistas ferroviarios nucleados en el sindicato de maquinistas ferroviarios ASLEF.