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Red Internacional
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Educacion. Paro nacional docente en Valparaíso. La respuesta del gobierno es insuficiente. ¡Vamos por un paro nacional indefinido organizado en asambleas de base!

La respuesta entregada por el Ministerio de educación al Colegio de Profesores es insuficiente y en la mayoría de los puntos sólo se comprometen a “analizar, estudiar y diagnosticar”. Dicho diagnóstico de la crisis de la educación lo hemos vivido en carne propia docentes y trabajadores de la educación, con la instalación de los servicios locales, y la precarización a la cual hemos sido arrojados en colegios y liceos, donde ya el año pasado nos venimos movilizando para exigir el fin de estos y que el estado financie 100% a la educación pública. Debemos seguir el camino de la movilización, para ganar esta pelea tenemos que ir al Paro nacional indefinido organizado desde las bases.

Miércoles 9 de agosto de 2023

El pasado miércoles 2 de agosto comenzaba el paro de 48 horas anunciado por el colegio de profesores y profesoras. El Ministro Marco Ávila hizo entrega la respuesta al Colegio de Profesores. Durante ese momento más de 20 mil profesores y profesoras marchaban en Valparaíso, cansados del agobio laboral y de que las demandas históricas docentes no fueran resueltas.

La respuesta del ministerio de educación no resolvía nada y los puntos más críticos sólo quedaron en futuros análisis y diagnósticos que están muy lejos de entregar soluciones concretas. La única medida “concreta” es la eliminación de la doble evaluación que se votará en el Senado, en relación a esto no sabemos cómo saldrá aquella votación ya que hasta último momento la derecha estuvo poniendo en cuestión la ley.

La dirección del Colegio de Profesores decidió unilateralmente quitar una demanda tan sentida como el 50/50 en horas lectivas y no lectivas, para supuestamente facilitar el diálogo con el gobierno y mostrarse no tan “duros” con un gobierno que consideran cercano, una estrategia que solo ha perjudicado a las y los docentes.

Mientras a nivel local, la estrategia que ha determinado la cabeza del colegio de profesores en Valparaíso con la conducción del Frente amplio, quienes fueron parte de la implementación de los SLEP, ha llevado a la nula discusión política y deliberación por parte de docentes, limitando los espacios deliberativos a los consejos gremiales y no tener una política activa de asambleas comunales o regionales para debatir un plan de lucha ascendente o incluso de cómo llevar adelante la propia movilización. Quieren una movilización controlada por arriba, política que además ha generado una división con un aliado central para nuestro movimiento como son los propios estudiantes, quienes durante años se enfrentaron a los gobiernos y que han recibido una fuerte criminalización del gobierno anterior y este. Esto último lo pudimos ver nítidamente en la última movilización, donde comunidades escolares emblemáticas como el Liceo Eduardo de la Barra o el Liceo Industrial de Miraflores que, históricamente marcharon junto a las y los estudiantes, esta vez no lo hicieron.

Necesitamos exigir asambleas de base en todos los colegios para discutir un plan de lucha para alcanzar nuestras demandas en unidad con trabajadores de la educación, estudiantes y apoderados y el conjunto de la comunidad educativa.

Lo que se necesita en educación es una solución de fondo que enfrente decididamente la crisis educativa. Es necesaria la implementación inmediata de un plan de emergencia para el financiamiento de la educación pública, donde el Estado transfiera directamente a las comunidades educativas los fondos necesarios para enfrentar las condiciones de infraestructura, la falta de personal docente y no docente, la implementación de planes que la propia comunidad educativa discuta e implemente para enfrentar la violencia y las enormes problemáticas en salud mental de nuestros niños, niñas y adolescentes. Deben ser las propias comunidades educativas, profesores y profesoras, trabajadoras de la educación, estudiantes y apoderados quienes gestionen y administren la educación.

Además, tenemos que exigir el pago íntegro de la deuda educativa para todos los profesores y profesoras que aún están con vida, pero también con pago retroactivo para quienes fallecieron esperando el pago del Estado.
Se necesita aplicar de inmediato un impuesto a las grandes fortunas, y avanzar a la renacionalización de los recursos naturales como el litio y el cobre, pero bajo gestión y administración de sus propios trabajadores.
Fin a la subvención estatal para los empresarios de la educación, se debe fortalecer la educación pública y dejar de destinar recursos estatales para que los privados se hagan aún más millonarios. Y todo liceo o escuela que quiebre, lucre o que sus comunidades así lo decidan, puedan pasar al sistema público educativo, que se transforme en una red nacional y unificada de educación estatal.

Solo con demandas de este tipo estaremos avanzando en una respuesta real y de fondo a la crisis educativa abierta. Pero para pelear necesitamos que las definiciones de paro sean decididas desde las bases, en asambleas locales y comunales donde las y los profesores tengan voz y voto en las decisiones.

Debemos exigir al Colegio de Profesores que llame a la conformación de un frente nacional educativo y de lucha, desde donde podamos organizarnos con asistentes de la educación, con sindicatos de escuelas y liceos, con docentes no colegiados, apoderados y estudiantes. Con un frente de estas características, tendríamos un paro nacional indefinido que se proponga seriamente pelear por nuestras demandas y dejar de utilizar nuestra fuerza como mera presión parlamentaria.