El desborde de las proyecciones del ministro Guzmán. Las causas y los heridos. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos, 89.9. En texto y audio.

Pablo Anino @PabloAnino
Viernes 15 de abril de 2022 10:06
- A un mes de que Alberto Fernández lanzará la guerra, el primer parte muestra que la inflación está ganando por goleada.
- En marzo, los precios aumentaron 6,7 % y acumulan un alza de 16,1 % en lo que va del año. Se trata del aumento mensual más alto en veinte años y del registro trimestral más elevado desde 1991.
- Los alimentos y bebidas, una vez más, tuvieron aumentos por encima del promedio: 7,2 % en marzo. Desde que comenzó el año, se elevaron un 20,9 %.
- Recordemos que en el fallido Presupuesto 2022 el ministro de Economía, Martín Guzmán, había proyectado una inflación de 33 % para todo el año.
- Luego, en el acuerdo con el FMI, la pauta inflacionaria se proyectó en un rango entre el 38 % y el 48 %.
- Ahora, la inflación real, la que mide el INDEC, se aceleró hasta 55,1 % de aumento interanual. Y podría irse más arriba si se mantienen los registros mensuales que vimos en los primeros meses.
¿Cuáles son las causas de la aceleración?
- En el movimiento reciente se conjugan factores internacionales y nacionales.
- Entre los factores internacionales, hay que señalar la suba de las materias primas, en particular de alimentos y combustibles.
- Esto se ve claro con el incremento del precio del trigo que impacta en el aumento del pan, los fideos y otros productos alimenticios.
- Esa transmisión de los aumentos internacionales a nuestro país opera a través del comercio exterior de granos, que está dominado por unas pocas empresas, mayormente multinacionales, pero también algunas nacionales.
- Ese esquema de concentración económica se observa también en la mayoría de los productos de consumo popular.
- Según CEPA (Centro de Economía Política Argentina) tres cuartos de la facturación de los productos de las góndolas es explicado por veinte empresas.
- Por otra parte, hay que señalar que existe una responsabilidad de la política del gobierno. En que el programa económico acordado con el FMI necesita de la inflación.
- Con la inflación elevada es más fácil erosionar las partidas presupuestarias destinadas a las jubilaciones, a la salud, a la educación, a las remuneraciones de las trabajadoras y trabajadores públicos. Y, más en general, erosionar todos los ingresos populares.
- El esquema de aumento del dólar oficial pactado con el FMI, aunque sea gradual, impulsa todo el sistema de precios hacia arriba, todo el tiempo.
- Otro aspecto central del acuerdo es el aumento de tarifas de servicios públicos que también empuja todo el sistema de precios al alza.
- No solo eso. Por fuera de lo pactado con el Fondo, la inflación de marzo incorpora aumentos autorizados por el gobierno, como los de la medicina prepaga y de los combustibles.
- Es evidente que ni al gobierno ni al FMI les conviene un desborde inflacionario que conduzca a un caos económico y una crisis social mayor, pero con el programa económico en curso el oficialismo camina por la cornisa.
¿Quiénes son los heridos de esta "guerra"?
- La inflación actúa como una “paritaria” de toda la clase capitalista. En la medida que aumenta por encima de la evolución de los salarios mejora las condiciones de las ganancias empresarias.
- Es lo que ocurre en los últimos años. En enero el poder de compra en el sector privado registrado se ubicaba un 20 % debajo de su nivel en octubre de 2015. En el sector público, el retroceso era del 28 % (enero 2022 versus octubre 2015). Entre los informales el retroceso era del 29 % (en este caso en relación a octubre de 2016).
- En todos los casos, el poder de compra está igual o un poco por debajo del nivel que tenían cuando arrancó la gestión de Alberto Fernández.
- Está situación, de inflación galopante y salarios degradados, es la que está detrás del malestar y de los rumores de cambios en el gabinete para después de Semana Santa.
- En los últimos días, en los pasillos del poder, muchos funcionarios no se atreven a afirmar si el lunes próximo van a estar en funciones. Y algunos empiezan a sentir la bronca de cerca.
- Es lo que ocurrirá con el ministro Guzmán que la semana próxima va a escuchar la protesta de trabajadoras y trabajadores de su organismo contra los bajos salarios y las condiciones de trabajo.
- El costo del ajuste lo sentirá en la puerta de su despacho.

Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.