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Red Internacional
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Mujer y trabajo. Participación laboral: malabares para conciliar el trabajo y familia

La conciliación entre la participación laboral y el trabajo en cuidados y labores domésticas afecta en mayor proporción a las mujeres. La brecha de género en ingresos comienza a pronunciarse cuando las mujeres llegan a la edad de la jubilación, esto se expresa en las lagunas previsionales.

Teresa Melipal

Teresa Melipal Santiago de Chile

Martes 7 de marzo de 2023

Existen investigaciones que reflejan cómo las mujeres son las más expuestas a la pobreza. Un factor de ello es el rol que tiene la mujer en la sociedad respecto a los cuidados, las tareas domésticas y la familia. La encuesta Casen 2020 en pandemia refleja algunos datos invisibles entorno al cuidado. En la encuesta, 3663 personas respondieron que no pudieron trabajar el mes anterior porque no tiene con quién dejar los niños, el porcentaje que correspondía al sexo femenino se expresó en el 98,3%, mientras que la edad promedio fue de 35 años y la edad que más se repite son los 30 años de edad. El sexo femenino continúa repitiéndose con la respuesta “no pudo trabajar porque no tenía con quién dejar a los adultos mayores” con un 85%, siendo el promedio de edad de 54 años y la edad de 58 años la más frecuente.

El reporte “Cuidar: estudios sobre tiempos, formas y espacios de cuidado en casa durante la pandemia” 2020, refleja que, antes de la pandemia, durante la jornada de la mañana los establecimientos educacionales juegan un rol clave en el cuidado de menores de 12 años (66%), mientras que en la jornada de la tarde, el servicio doméstico (22%) y las madres (49%) adquieren mayor carga de cuidados. Durante la pandemia la ausencia de red de cuidados reflejó que las madres fueron quienes más asumieron la carga de cuidados menores con un 73,6% en la jornada de la mañana, un 69,4% en la jornada de la tarde y un 71,3% en la jornada de la noche.

La precariedad laboral tiene rostro de mujer

De acuerdo con la última publicación de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) en 2021, con datos de 2021, el 41,8% de las personas ocupadas fueron mujeres. El 50% de ellas obtuvo ingresos mensuales iguales o menores a $405.348, provenientes de su ocupación principal. Esto es equivalente a un 18,9% menos que el monto mediano recibido por los hombres ($500.000).

Según el INE, las mujeres, en todos los grupos etarios, recibieron en promedio menos ingresos que los hombres; la distancia más marcada se presentó entre quienes tenían 65 años o más. Las mujeres en ese tramo etario ganaron $395.608 en promedio y los hombres, $591.087, lo que significa una brecha de género de -33,1%.

Es por esto que la urgencia de impulsar la organización y la coordinación entre la clase trabajadora, estudiantes, pobladores, el movimiento de mujeres, pueblos originarios y movimientos sociales hay que luchar por un programa de los trabajadores y sectores populares, para que la crisis la paguen los grandes empresarios y no nosotras, partiendo por el aumento general de salarios acorde a la inflación y un salario mínimo de 650 mil pesos, poner fin a las AFP y por una pensión básica de 650 mil pesos y un sistema público de reparto solidario y tripartito.