×
×
Red Internacional
lid bot

Educación pública. Participaciones en el Encuentro por una Juventud Revolucionaria

¿Te perdiste el Encuentro por una Juventud Revolucionaria? Acá te dejamos las participaciones de apertura.

Martes 18 de octubre de 2022

Te puede interesar: ¿Te perdiste el Encuentro por una Juventud Revolucionaria? Te contamos cómo fue

Primero que nada, quería brindar un aplauso a la asistencia de hoy, que demuestra, una vez más, que la juventud está saliendo a las calles y viendo la necesidad de organizarse de manera independiente al gobierno y los partidos del régimen.

Convocamos este encuentro como un espacio donde pudiéramos discutir entre todes qué hacer frente a lo que nos encontramos y lo que hemos visto las últimas semanas. Pero primero quería enmarcar el contexto en el que se da todo esto,

Tenemos que partir de que estamos en un periodo de crisis a nivel internacional, profundizada por la pandemia, que nuevamente demuestra la inviabilidad del capitalismo, que está atravesado además por una guerra capitalista, iniciada por Putin y alimentada por la OTAN, donde es la clase trabajadora la que está pagando los platos rotos de la confrontación bélica, así como del agravamiento de la crisis económica donde la inflación crece y crece en todo el mundo.

En este marco, estamos viendo a la clase trabajadora salir a las calles y luchar contra la carestía de la vida, como en Alemania, Inglaterra o Francia, donde ha habido huelgas de trabajadores de la industria aeronáutica y de los puertos, sectores estratégicos para el funcionamiento del capitalismo, o como en Estados Unidos, donde jóvenes precarizados en empresas como Amazon y Starbucks conquistaron el derecho a la sindicalización, después de haber sido parte del Black Live Matters y del movimiento por el derecho al aborto, como las protestas en Irán contra el asesinato de Masha Amini a manos de la policía de la moral

Son nuevas generaciones de trabajadores que salen a luchar, muchas veces a contracorriente de sus propias direcciones sindicales traidoras, haciendo enormes experiencias y sacando conclusiones de la importancia que tiene la organización de la clase trabajadora, para frenar los ataques patronales, el ajuste y para conquistar sus derechos.

Y esto es porque quienes vemos el peso, el golpe, somos la clase trabajadora y, en este caso, los hijos de la clase trabajadora, en los bolsillos y en las mesas de nuestras casas. En México, las políticas del gobierno, aunque en algún momento se haya dicho que la 4T iba a gobernar para pobres y ricos, hemos visto, sobre todo en la pandemia, que esto no era así, sino que se priorizaba la nueva normalidad y la reactivación económica en función de las ganancias de los capitalistas. Otra de las cosas que hemos visto es que López Obrador prometía que resolvería el problema de la educación, pero lo que vemos hoy por hoy es que hay otras prioridades, su prioridad, por otro lado, es la utilización del Ejército en tareas de seguridad pública.

La situación de precarización y la elitización de la educación, aunado a que el gobierno no ha resuelto demandas democráticas como el derecho al aborto, la demanda contra la violencia hacia las mujeres y las disidencias sexogenéricas expresada en el aumento de feminicidios u crímenes de odio, o por ejemplo la continuidad de los mega proyectos ha hecho que la juventud nuevamente salga a las calles, desde las escuelas, demandando medidas mínimas para garantizar la educación, como por ejemplo comedores, transporte, aulas dignas, para lo cual es urgente un aumento al presupuesto educativo y que el mismo sea gestionado por estudiantes, docentes y trabajadores, que conocemos de primera mano las necesidades de nuestras escuelas, no como la casta dorada que solo lo gasta en sus altísimos sueldos.

Esta lucha también ha mostrado que es urgente pelear por democratizar las universidades, y por acceso irrestricto a la educación media superior y superior, echando abajo su examen estandarizado.

Somos parte de una nueva generación que se pone de pie para defender nuestros derechos como estudiantes, pero es necesario avanzar a ponernos de pie también contra este sistema de explotación, aliarnos con los trabajadores, pues para fortalecer todas las luchas es clave la unidad entre los distintos sectores dentro y fuera de nuestras escuelas.

Pero las universidades no pueden ser transformadas en el marco de un sistema que, como ya explicaba, no tiene nada que ofrecernos, de ahí que es importante que una de las conclusiones que podamos sacar en común es que hay que organizarnos de forma permanente, no solo para arrancar las demandas que hoy tenemos, sino también en la perspectiva de transformarlo todo.

***

Seguro junto a muches de ustedes hemos compartido asambleas, paros y marchas, pues para nosotres es fundamental poder aportar a que el movimiento se desarrolle, para que cuestione cada vez de manera más profunda la antidemocracia que impera en nuestras universidades, la situación de precarización que viven los docentes y los trabajadores del sector educativo y el hecho de que la educación superior sea un derecho restringido para tan solo el 27 % de la población en el país, mientras de sus aulas se sigue expulsando a miles de jóvenes que no pueden costear el derecho a la educación.
 
Por esto, denunciamos que es falso que no haya recursos, sino que el problema son las prioridades del gobierno que se visibilizan en la distribución del presupuesto, así como la casta dorada de funcionarios y directores en las universidades que, ante todo, existen para que a través de su régimen antidemocrático se impongan las políticas que buscan elitizar la educación y para mantenerla como una herramienta de reproducción del capitalismo, garantizando las políticas dictadas por organismos imperialistas como el FMI, la OCDE y el Banco Mundial.

En este sentido, nos organizamos en todas nuestras escuelas para conquistar becas universales que cubran la canasta básica, por el acceso irrestricto a la universidad, por acabar con las cuotas y cobros ilegales, por basificación y aumento salarial para los docentes, por comedores y transporte gratuitos, por escuelas sin violencia hacia las mujeres ni a las disidencias y para que las universidades sean gobernadas por estudiantes, docentes y trabajadores de manera democrática.

Para nosotres esto significa encarnar las lecciones que el movimiento estudiantil ha dado a lo largo de la historia del país, desde el 68, la huelga del 99, la Coordinadora metropolitana contra la militarización, el 132, la lucha en apoyo al SME y al magisterio, el gran movimiento por la aparición de los 43 normalistas, y el Fuera Porros de la UNAM, todos ellos (a excepción del 68), procesos de los que hemos sido parte como Movimiento de los Trabajadores Socialistas, y desde hace seis años, impulsando la Agrupación Juvenil Anticapitalista.

Por esto, el día de hoy queremos invitarles a que, junto a nosotres, pongamos todos nuestros esfuerzos para que en todas nuestras escuelas se extienda la organización a la mayor cantidad de estudiantes posible, pues contra todas aquellas lógicas que plantean que un pliego petitorio o un paro por sí mismo logrará arrancar nuestra demanda, estamos convencides de que es en la masificación del movimiento donde radica la fuerza del mismo, apelando siempre a la mayor democracia en todos los espacios organizativos. Esto a la par de invitarles a que juntes pongamos todo de nuestra parte, para lograr articular a los distintos sectores que hoy enfrentan el ataque a la educación bajo la consigna de “dinero a la educación y no a la guardia nacional” que ha comenzado a levantar el movimiento estudiantil, lo cual implica comenzar por los docentes y trabajadores de la educación.

Sin embargo, para conquistar esta demanda, es crucial salir de las cuatro paredes de las universidades, llamando también a les trabajadores que viven en carne propia la explotación capitalista, a quienes en su gran mayoría es negado el derecho a la universidad e inclusive a los bachilleratos y a la educación básica; y no solo eso, sino que son elles quienes día a día hacen que funcionen las telecomunicaciones, el transporte, la industria, los servicios y toda la economía del país, y que por ende, tienen el poder de fuego para paralizar las ganancias de los capitalistas y dotar de una fuerza enorme a la lucha en defensa de la educación y contra la militarización del país.

La lucha por la defensa de la educación es indisoluble de la lucha contra el capitalismo, pues los centros universitarios son ocupados por la burguesía para formar a sus cuadros políticos; ocupando además a la educación como un mecanismo de segregación social, donde solo algunes tenemos el derecho a poder tener un título de profesionales, mientras las grandes mayorías están condenadas a la esclavitud capitalista. Pero, además, sabemos que nuestro futuro no es tan distinto al de las grandes mayorías asalariadas, pues las universidades se enfrentan a una gran contradicción en el capitalismo, y es que mientras de las universidades salen cientos de miles de egresados profesionistas, las necesidades de la economía capitalista no requieren de tanto conocimiento especializado, sino más bien de obra de mano barata.

Es por esto que los gobiernos de todo el mundo, que gobiernan para proteger los intereses de la minoría empresarial, jamás garantizarán ni el presupuesto ni las condiciones necesarias para que el derecho a la educación sea realmente universal, a pesar de las promesas que puedan hacer presidentes como López Obrador.

Por eso, nosotres estamos convencides de que a la par de aportar a que el movimiento se desarrolle y radicalice políticamente elevando sus demandas y fusionándose con la clase trabajadora en las calles, tenemos que construir una gran corriente de jóvenes revolucionaries que luche por un mundo sin clases sociales ni propiedad privada, pues mientras la producción siga respondiendo al hambre de ganancias de los capitalistas, la educación no podrá estar al servicio del libre desarrollo de las personalidades de toda la humanidad, ni las ciencias ni la investigación que emanan de las universidades aportarán a satisfacer las necesidades de las grandes mayorías. Nosotres nos organizamos en la perspectiva de una sociedad donde los medios de producción, las grandes fábricas y bancos, sean de propiedad social y se planifique la economía de forma democrática, a partir de asambleas y consejos de trabajadores, solo así lograremos una sociedad donde se produzca en armonía con la naturaleza y salgamos de la irracionalidad capitalista que produce para que unos pocos acumulen fortunas gigantescas.

Queremos invitarles a ser parte de un proyecto que se plantea luchar por esa sociedad de productores libres y asociados, como decía Marx, por una sociedad comunista construida sobre las cenizas de la sociedad capitalista, tarea que solo podremos realizar con la clase trabajadora al frente.

En la AJA, PyR y el MTS, tenemos la firme convicción de que no hay tiempo que perder para cambiar este mundo de raíz, por eso, quienes impulsamos estas organizaciones, hemos decidido declararle la guerra a muerte a este sistema capitalista que no solo nos ha arrebatado el derecho a un futuro digno, sino que ataca directamente nuestro presente, contaminando el aire, los ríos y mares y acabando con bosques y selvas, todo por el hambre de ganancias de unos cuantos parásitos; con guerras entre potencias militares y países imperialistas; convirtiendo la violencia patriarcal y hacia la comunidad LGBTIQ+ en la norma de todos los días, arrebatándonos derechos tan básicos como a la salud y la educación y condenándonos a que el resto de nuestras vidas estén dedicadas a trabajar por sueldos de miseria sin poder decidir qué hacer de nuestro tiempo nuestras vidas, convirtiendo el derecho al ocio y lo recreación y convirtiendo el arte y la cultura en un privilegio.

Construyamos juntos una gran organización revolucionaria, para conquistar un presente y un futuro que merezca la pena ser vivido.