El cuestionamiento fue presentado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires. La maniobra consistió en modificar los pliegos de la licitación. Casi $ 4.500 millones terminaron en los bolsillos del primo del presidente Macri.
Celeste Vazquez @celvazquez1
Miércoles 29 de mayo de 2019 20:39
El lunes pasado el presidente Maricio Macri inauguró la obra más cara de la última década en nuestro país: el Paseo del Bajo. Apenas unos días después, trascendió que la Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires presentó una denuncia en la que dan cuenta de una seria de irregularidades mediante las cuales el presidente benefició a Iecsa, una de las empresas que formó parte del clan Macri hasta el 2017 y perteneció a su primo Ángelo Calcaterra, en la licitación de dicha obra.
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La licitación de las obras del corredor vial, que tiene 7,1 kilómetros, fue realizada en el año 2016 y su costo original era de 6400 millones de pesos, de los cuales más de 4.000 millones fueron a parar a Iecsa y Calcaterra. Mientras, que la ejecución de las obras estaban a cargo de la empresa estatal AUSA y la Corporación Puerto Madero.
Sin embargo, según indica Cecilia Segura, presidenta de la Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “hoy no sabemos cuánto costó o cuánto le está costando a los argentinos porque en el pliego se establece que la obra se va actualizar mensualmente por inflación. Es decir que a las empresas se le va a garantizar mensualmente el ajuste por inflación”.
¿Cómo es el mecanismo denunciado?
En diálogo con Ernesto Tenembaum en Radio con Vos, Segura explicó que “la licitación se realizó en tres tramos. A,B y C. El equipo de la Auditoria detectó una serie de irregularidades, entre ellas que se modificó lo que establecía el pliego (que es el que dice como deben ser las reglas con las que se hace la licitación), para beneficiar a Iecsa que en ese momento era propiedad de Calcaterra".
Hoy se inauguró el Paseo del Bajo, una de las obras más caras de la historia de la ciudad.
“Lo logramos porque dijimos basta a la mentira, a la trampa, a la corrupción”, dijo el presidente Macri en el acto. Abro un hilo para explicar algunas cuestiones. https://t.co/tqNjxI7nax— Cecilia Segura (@ceisegura) 27 de mayo de 2019
Dicho pliego establecía dos cosas. En primer lugar, que las empresas podían presentarse en los tres tramos, pero una vez que resultaban beneficiadas con la adjudicación de uno de los tramos, ya no podían competir por los otros dos. Y en segundo lugar, que los tramos se licitarían del más caro al más barato. De esta manera, el orden debía ser el siguiente: primero el C, con un presupuesto de 4.480 millones de pesos; segundo el B, de 2.350 millones; y tercero el A, por 1.870 millones.
Se supone que estos requisitos persiguen el objetivo de que el Estado termine pagando el valor más barato. Sin embargo, esto no es lo que sucedió ya que AUSA emitió la Circular Sin Consulta N 7 que alteraba ese orden.
“Abrieron primero la licitación del tramo más barato y se lo dieron a Isolux, una empresa española que se había presentado en todos los tramos con ofertas mas baratas” que el resto de las empresas incluida Iecsa señaló Segura.
Mediante este mecanismo, esa empresa quedó afuera del resto de los tramos y entonces Iecsa pudo quedarse así con la obra del tramo C, “el más jugoso”, como lo define Segura.
Calcaterra, Iecsa y el clan Macri
Ángelo Calcaterra fue el director de Iecsa desde el 2007 hasta el 2017, año en el cual la vendió a un amigo presidencial, Marcelo Mindlin, quien decidió rebautizarla con el nombre de Sacde.
Sobre Iecsa pesan muchas denuncias judiciales por corrupción en la obra pública. Una de las más conocidas es que fue señalada como una de las empresas que formó parte del llamado “club de la obra pública” en la causa de las fotocopias de los cuadernos de Oscar Centeno. Según dicha causa, el club que arreglaba con los funcionarios kirchneristas las licitaciones funcionó a partir del año 2004. ¿Saben quienes eran los propietarios de la empresa en ese año? Franco Macri, recientemente fallecido, y sus hijos, entre ellos Mauricio Macri.
Sin embargo, para el juez y el fiscal, Claudio Bonadio y Carlos Stornelli, a cargo de llevar adelante esa causa ese detalle pareciera no tener ninguna importancia.
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Originalmente, la causa por el Paseo del Bajo había recaído en el despacho del juez Sebastián Casanello. Pero el juez Bonadio reclamó la competencia, argumentando que una denuncia sobre la misma licitación había sido presentada en su despacho.
"¿A dónde fue a parar el dinero de los argentinos en tantas décadas?. Decidimos poner fin a que los recursos de los argentinos terminen en manos de unos vivos que vuelan con bolsos por el aire", dijo Macri en alusión al ex funcionario José López quién por estos días comparte el banquillo de los acusados junto a Cristina Kirchner en el juicio por la llamada "Causa Vialidad".
La indignación de Macri no es más que un mentiroso discurso electoral que busca sumar algún que otro voto de cara a las próximas elecciones y en el marco del evidente decible de su gobierno y su figura en particular.
¿Cómo creerle a quien forma parte de uno de los grupos empresarios más poderosos del país que comenzó a hacer su fortuna gracias a los grandes negociados con la obra pública de la mano de la dictadura de Onganía?
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