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Red Internacional
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UNIVERSIDAD GENERAL SARMIENTO. Patotas del SMATA contra estudiantes solidarios con los trabajadores de Lear

Jueves 11 de septiembre de 2014

El viernes 5 de septiembre una patota encabezada por el SMATA e integrada por militantes de la JP Descamisados, Peronismo Militante, Kolina y La Cámpora, agredió físicamente a estudiantes que, acompañados por obreros despedidos de Lear, pedían una respuesta al ministro de trabajo que visitaba la Universidad de General Sarmiento (UNGS) en la zona norte.

Ese día la universidad dio sus instalaciones para la entrega de certificados del programa “Jóvenes con más y mejor trabajo” con la presencia del ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad social, Carlos Tomada, junto a las principales autoridades de la universidad. En medio del acto, el estudiante Julián Matu pidió la palabra y el secretario de Empleo Matías Barroetaveña que estaba junto al ministro, lo habilitó a hablar. El joven se dirigió a Tomada por la situación de los 60 despedidos que aún falta reincorporar a sus puestos de trabajo en la autopartista Lear, y por el maltrato que sufría su hermano Rubén Matu (delegado opositor a la conducción del gremio), ya que en ese entonces trabajaba dentro de una jaula en la planta y aislado de sus compañeros

Pero las patotas que responden a Ricardo Pignanelli no actúan sólo en las fábricas en complicidad con las empresas para amedrentar a los trabajadores. Mientras se desarrollaba el evento, afuera del salón una patota encabezada por el SMATA (que acompañaba la visita del Ministro) echaba a los empujones por las escaleras al consejero estudiantil por el Frente de Izquierda y militante del PTS, Juan Manuel Urruty, quien trataba de ingresar para acompañar a Julián Matu. Mientras Matu hablaba, la patota se jactaba de las agresiones que se desarrollaban afuera, y los estudiantes solidarios con los trabajadores advertían al ministro y a la rectora de la universidad, Gabriela Diker, que intervenga para evitar las agresiones. Tanto el secretario como el ministro y la rectora, dejaron que se desarrollen las agresiones sin intervenir.

Luego la violencia se incrementó. Treinta patoteros al grito de “troskos putos dejen laburar a los obreros de Lear” comenzaron a perseguirlos a las corridas para pegarles y robarles las cámaras que habían documentado las agresiones. Ante esto, estudiantes y docentes de esta universidad repudiaban lo que ocurría en el campus.
Una docente del profesorado de Lengua declaró en un comunicado público: “En el día de la fecha, la compañera […] se vio impedida de asistir a la clase de lectoescritura porque ingresaron a la facultad un grupo de sujetos que adujeron pertenecer a movimientos sociales, acción que remite a la metodología de los peores años de nuestra historia, y persiguieron, golpearon y maltrataron verbalmente a militantes de izquierda estudiantil entre los que se encontraba una de las estudiantes del curso. Esperamos que este hecho quede asentado como un precedente para proteger y mantener el buen clima de esta universidad”.

Horas más tarde un comunicado publicado en la página oficial de la universidad firmado por la rectora Gabriela Diker y por el vicerrector Pablo Bonaldi, afirma: “Manifestamos nuestro enérgico repudio a los hechos de violencia acontecidos en el día de la fecha (5 de septiembre) en ocasión del acto de entrega de certificados del Programa Jóvenes por Más y Mejor Trabajo (…)La Universidad es y seguirá siendo un espacio abierto a la participación de organizaciones e instituciones del Estado y de la comunidad para la realización de actividades de distinto tipo”. El comunicado de las autoridades fue cuestionado por los estudiantes, porque deja la puerta abierta a que las patotas del SMATA y el PJ vuelvan a ingresas a las instalaciones para amenazar y amedrentar a cualquier estudiante que se solidariza con la lucha de los trabajadores despedidos de Lear.