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Red Internacional
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El Círculo Rojo. Patricia Bullrich “invitada de honor” en Cosquín: ¿la muerte de la rebeldía en el rock?

Política conservadora, festivales y un rock buscado “vivo o muerto”. En el programa de La Izquierda Diario por Radio Con Vos (FM 89.9, los jueves de 22 a 24 hs) debatimos sobre el rock y su relación con políticos de derecha.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Lunes 21 de febrero de 2022 00:00

La exministra de los gobiernos de De La Rúa y Macri en el festival Cosquín Rock. Foto: diario La Nación.

El fin de semana anterior, el Cosquín Rock (el festival más importante del país a nivel mainstream) fue noticia: produjo mucha sorpresa la presencia de la referente del PRO, Patricia Bullrich. Era muy evidente que la exministra de De La Rúa y Macri tenía intenciones publicitarias porque circularon varias fotos de ella con supuestos jóvenes cholulos que se le acercaban como si fuera una estrella de rock. La presencia de Bullrich hizo ruido por su perfil claramente de mano dura, su discurso punitivista y represivo, contrario a los anhelos de la mayoría de la juventud rockera (por ej, la legalización de la marihuana, entre otras cosas). Como Patricia Bullrich representa valores y sentidos comunes bastante antagónicos con los que se supone que tiene o debería tener el rock como fenómeno cultural, hubo muchos comentarios en redes sociales que daban como diagnóstico prácticamente la muerte definitiva del rock.

Desde el punto de vista comercial, el rock está en crisis porque cambiaron las formas de consumo de la música, porque otros géneros como el trap están acaparando la atención de las generaciones más jóvenes. Pero “vivo o muerto” la casta política hace rato que busca algo en el rock: una vía de diálogo con sectores de la juventud. Incluso los sectores más conservadores o de derecha, como Bullrich, coquetean con el rock. Durante la semana fue Horacio Rodríguez Larreta en un streaming con Chano otro ejemplo. Se está desarrollando una especie de “rock washing”: así como está el concepto de “pinkwashing” que es esto de tener políticas progresistas en algunos planos como en el de los derechos de las personas LGTBI, pero con la intención maquillar políticas reaccionarias en otros planos sociales o económicos, tal vez el tratar de usar al rock para ganar algo de la “onda” que sus políticas no tienen.

Recordemos que Patricia Bullrich como ministra de Seguridad encabezó el encubrimiento de los crímenes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel a manos de fuerzas represivas, pibes que eran como podría ser cualquiera del público de festivales como el Cosquín Rock. Estos valores y sentidos comunes no son patrimonio exclusivo de Bullrich, también están “del otro lado de la grieta” en tipos como Sergio Berni. Y así como Larreta sobreactúa cercanía con Chano, Alberto Fernández también suele recurrir a la “carta rockera”, más allá de que tal vez realmente conoce más el paño.

Volviendo al Cosquín Rock, José Palazzo que es el empresario organizador del evento, recibió con honores a Patricia Bullrich. El periodista Juan Ignacio Provéndola escribió un interesante relato en Página 12 sobre esto. ¿Quién es José Palazzo? Se trata de un peso pesado de la industria musical. El Cosquín Rock nació por la amistad que tenía Julio Maharbiz (el mentor del Cosquín folklórico) con su padre José Luis Palazzo, que fue interventor y gerente de la empresa pública de electricidad de Córdoba (EPEC) durante la Dictadura Militar, por sus lazos con el genocida Luciano Benjamín Menéndez. Sería aventurado aseverar que esto acerca mecánicamente a José Palazzo a Bullrich, pero el empresario organizador de eventos rockeros en su momento se apresuró a felicitar a la Policía por su “colaboración en la organización” para un show de La Renga que organizó en Villa Rumipal en el que la represión policial en las afueras del predio se cobró la vida del joven Ismael Sosa. Y seguramente su padre no vería con malos ojos el discurso de la candidata.

Ahora ¿estos episodios son señales de “la muerte del rock” como expresión de valores de rebeldía? ¿Muestran que el rock “se hace de derecha”? Es todo muy relativo: tampoco se puede afirmar que todo el amplio universo de lo que conocemos como “rock” sea algo homogéneo ni que a lo largo de 7 décadas haya sido siempre “rebelde” o “contracultural”. Más bien hubo momentos puntuales que se pueden entender como más innovadores que otros, en los que coincidió con luchas y movimientos sociales de cada momento histórico, pero no podríamos decir que en sí mismo el rock sea todo lo que a veces idealizamos. Se trata de una expresión cultural y artística muy amplia, creada y desarrollada por miles de artistas a su vez llenos de contradicciones, como prácticamente todo en la vida las tiene.

Para dar un ejemplo: Eric Clapton es un músico blanco especialista en una música negra como el blues, versionó a Bob Marley, grabó un disco junto a B.B. King, y sin embargo en agosto del ´76 en un recital en Birmingham (la ciudad inglesa más multirracial) pidió que se fueran del concierto y también del país todos los inmigrantes, la mayoría afrocaribeños, negros. Y además llamó a votar a Enoch Powell, un candidato facho, y cerró pidiendo “mantengamos a Inglaterra blanca”. Este episodio poco después dio lugar a un movimiento impresionante que fue Rock contra el racismo, con bandas como The Clash o UB-40 entre las principales impulsoras. Fue una movida que se organizó junto a movimientos como la Liga Anti Nazi de la que era parte la izquierda, el SWP.

Los Clash en el célebre “Rock against racism”.
Los Clash en el célebre “Rock against racism”.

En Argentina, grandes figuras del mainstream y que son parte de festivales masivos como Divididos aprovechan la visibilidad que tienen sobre los escenarios y toman banderas como la de la lucha por el agua contra la megaminería contaminante. O consagrados como La Renga, Attaque 77 y León Gieco pusieron el hombro para colaborar con obreros de empresas recuperadas como Fasinpat de Neuquén, la exZanón. El rock más bien es una especie de “territorio en disputa” como otras expresiones culturales.

Para quienes esperamos algo de rebeldía en un fenómeno cultural como el rock, resulta acertado el punto de vista que nos dio el periodista musical Alfredo Rosso cuando lo entrevistamos en nuestro programa radial, El Círculo Rojo: el rock de mensaje disruptivo siempre estuvo al costado del mainstream, en los márgenes. Mientras siga pasando esto, con mayor o menor nivel de masividad, el rock seguirá vivo.