La ministra de Seguridad explicó esta mañana el “protocolo antipiquetes” en varias entrevistas radiales. Sin eufemismos ni medias tintas aclaró que su objetivo es la represión directa.
Jueves 18 de febrero de 2016 09:13
La ministra de Seguridad explicó los alcances de la medida aprobada ayer y enviada a las fuerzas de seguridad.
Según la nueva norma, todas las protestas que incluyan cortes de tránsito deberán pedir autorización previa. De no hacerlo, las fuerzas de seguridad actuarán con celeridad: “Les vamos a dar cinco minutos, les vamos a decir que se vayan por las buenas, y se van o los sacamos“, sentenció Bullrich.
Aviso de incendio
Además, el protocolo establece que la policía y otras fuerzas podrán detener a todas las personas que tengan elementos contundentes. “No queremos palos ni capuchas”, explicó Bullrich.
También señaló que, dependiendo del caso, a los oficiales se les permitirá portar su arma reglamentaria cuando la manifestación es “espontánea” e hizo una peculiar comparación: “Si usted tiene una persona a la que le van a quemar la casa, la primera fuerza en llegar es la Policía del barrio. Esos policías están armados. No pueden dejar las pistolas en el patrullero porque sería más peligroso. Además hay que proteger a la persona que está dentro de su casa y puede ser linchada”, explicó la ministra. Con el “ejemplo”, Bullrich igualó una eventual manifestación para reclamar, por ejemplo, por salarios o contra despidos, con la acción no sólo de quemar una casa, sino también de linchar a quienes están adentro. La protesta es delito y de los más graves.
Hasta las capuchas
Bullrich también adelantó que se secuestrarán los elementos contundentes que tengan los manifestantes a la hora de manifestarse, e incluyó entre ellos a "las capuchas".
"A quienes protesten con capuchas y palos se les van a secuestrar los elementos contundentes. Y si se niegan se los va a detener", señaló la ministra.