La pandemia mundial por el COVID-19 está hundiendo la economía de todas las regiones. Para hablar de esta crisis y sus perspectivas, entrevistamos a Paula Bach, columnista de economía internacional en La Izquierda Diario.
Miércoles 15 de julio de 2020 13:52
🌎 ¿QUÉ PASA EN EL MUNDO? | Crisis y políticas de intervención: conversamos con Paula Bach - YouTube
La pandemia mundial por el COVID-19 está hundiendo la economía de todas las regiones. El FMI prevé una caída global de por lo menos 4,9 % para este año, con un retroceso de 8 % en Estados Unidos y de 10,2 % en la zona Euro, en tanto que la OIT estima que por el momento se perdieron horas laborales equivalentes a 305 millones de puestos de trabajo.
Para hablar esta crisis de la economía capitalista y sus perspectivas nos comunicamos con Paula Bach, columnista de economía internacional en La Izquierda Diario.
Compartimos algunos fragmentos de la entrevista.
Qué tipo de crisis estamos viviendo
Se decía que esta crisis iba a ser peor que la de 2008. Ahora los organismos internacionales ya la comparan con la crisis de 1930. Le preguntamos a Paula qué tipo de crisis estamos viviendo.
Para Paula, esta "es una crisis que evidentemente ya es mucho peor a la de 2008/2009 y en algunas de sus principales variables como la caída del PBI o el empleo en algunos países como Estados Unidos o España, se acerca más a las magnitudes de la crisis del ’30. Incluso hay pronósticos de que el comercio mundial podría llegar a caer un 30 %".
"No se sabe el resultado final por los planes de contención pero al menos en algunos parámetros se acerca más a la crisis de la década del 30, que fue la peor de la historia del capitalismo. Eso independiente de cuál sea el resultado final y de que esta crisis es muy distinta, en términos generales, a la del
30. Pero en cuanto a magnitud de caída se acerca más a la del `30 que a la de 2008”, agregó Paula Bach.
Las características de la crisis
"Sobre las características más generales de la crisis, hay que tener en cuenta el lugar de la pandemia, que funcionó como un shock extraeconómico, como una gran paralización de la economía, que sin pandemia, aunque ya había crisis, no se hubiera dado. Es un evento que se suma a los efectos de una crisis cuyos ritmos de recuperación fueron muy lentos. Entonces hay que ver la combinación entre la crisis pandémica con el contexto general de una crisis que comenzó en el 2008 y todavía se mantiene y ahora profundiza", dice.
Paula agrega que "la pandemia, que funcionó como un shock externo a la economía, no es externa a la forma de funcionamiento del capitalismo y se suma a los efectos de la crisis de 2008, que tuvo ritmos de salida lentos, con un estancamiento profundo. Así que hay que ver la combinación entre este shock y la situación que viene de hace 10 años. Ya en 2008 empezó de forma abierta la crisis del neoliberalismo y este shock profundiza esa crisis y el capitalismo se encuentra en una situación de estancamiento”.
“Por supuesto ya hay todo tipo de intentos de avanzar con más flexibilización laboral. Se observa en formas de trabajo, teletrabajo, despidos, la precarización, la obligatoriedad de trabajar en servicios esenciales que muchas veces no lo son y con poca seguridad desde el punto de vista de la salud", señala.
Paula advierte que "también hay todo tipo de medidas de contención. Esencialmente están destinadas a que el capitalismo siga funcionando, y por eso hay medidas de rescate a bancos y empresas que son muy significativos, y en una parte menor están manteniendo políticas de contención, subsidios de desempleos, que sabemos que no serán eternas para las grandes mayorías".
¿Cuáles son las perspectivas para salir de esta crisis?
"Por un lado, la economía capitalista funciona mediante crisis, así que alguna recuperación hay que esperar. El problema es que la magnitud de la caída ya resulta peor que en 2008. Y por otro lado, vemos que las políticas que intentan sacar a la economía de la crisis vienen fracasando, no en evitar una catástrofe superior pero sí en el sentido de volver a una tendencia pre crisis. La recuperación tiende, desde 2008, a volver a niveles inferiores que antes. O sea una debilidad cada vez más profunda”.
En este contexto, subraya, "hay dos elementos novedosos históricamente. Por un lado la visión de los propios ideólogos del capital de cómo está funcionando la economía y a dónde va el capitalismo. Empiezan a aparecer una idea, percepción o una duda sobre la finitud o eternidad del capitalismo. No es que plantean que el sistema va a desaparecer, pero sí hay una visualización de falta de confianza en la eternidad de un sistema que está naturalizado. Eso se expresa en tres elementos fundamentales. Por un lado la cuestión del estancamiento secular, que plantea Larry Summers."
Summers "Plantea que hagan lo que hagan, a diferencias de décadas anteriores, la economía no tiene fuerza y no consigue volver a la tendencia anterior. Es interesante: plantea una falta de dinámica, de motor interno. La segunda tiene que ver con la idea de fin del trabajo, que yo siempre critico mucho porque tiene una carga importante de propaganda, y en una buena parte es una mentira. Pero tiene un elemento de verdad: de alguna manera si el capitalismo dejara funcionar de manera libre las nuevas tecnologías, eso provocaría un crecimiento de la cantidad de bienes, habría más abundancia, eso de alguna manera invalidaría la existencia misma de los precios y la propiedad privada. Esto no lo digo yo sino que lo dice Jeremy Rifkin, autor original de la tesis de “El fin del trabajo”. Ahora escribió un libro “La sociedad del cero costo marginal”. Entonces se pregunta hacia donde un sistema capitalista que empieza a perder sus fundamentos”.
"Sobre el fin del trabajo, la discusión es sobre la poca expectativa sobre su continuidad. La idea del fin del trabajo también incluye una sensación de que el capitalismo no podría mantener el sustento de las personas", dice, y añade que "otro aspecto crítico es la desigualdad y también el sustento de las clases medias".
¿Cuál es la perspectiva de la intervención estatal para poder apuntalar esta crisis?
"En este momento la intervención estatal en términos globales no tiene antecedentes: subsidios, apoyos y rescate a bancos y empresas y otros tipos de ayudas de contención. Pero estas formas de intervención del Estado están siendo pensadas por algunos sectores sobre todo de centroizquierda sobre el Estado que volvería a tener una función reformista, tipo el Estado de bienestar. Es un gran error porque la crisis es muy profunda y hay un problema de estrategia, de salida y eso tiene que ver con qué se necesita algún tipo de acumulación nueva".
Paula también habla de una "sensación de desilusión, de falta de progreso, de una situación muy desesperante que genera tensión y desilusión". "Hace pensar que la descarga de la crisis capitalista se va a enfrentar a esa desilusión que existe en amplios sectores del movimiento de masas. La situación es crítica. Los subsidios no van a seguir. Lo vemos en EEUU, dónde los republicanos discuten terminar con esa ayuda. La campaña electoral por supuesto atraviesa todo esto".