La economista argentina, Paula Bach, cerró un ciclo de conferencias en México el pasado 19 de octubre en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) ante más de un centenar de asistentes.
Domingo 22 de octubre de 2017
Paula Bach en UPIITA - IPN - YouTube
El pasado jueves 19 de octubre tuvo lugar la conferencia “Tecnología, robótica y el fin del trabajo” en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) del IPN, impartida por la economista de la Universidad de Buenos Aires, Paula Bach. Se trata de la última presentación de la economista marxista en México la cual tuvo un auditorio de más de una centena de estudiantes de ingeniería y tecnologías avanzadas.
En la conferencia, Paula desarrolló elementos del debate económico sobre el papel de la robótica, la inteligencia artificial, biotecnología y otras tecnologías de punta en el destino de la economía, con dos claras posiciones antagónicas de la teoría oficial o el mainstrem, la de los tecno-optimistas y la de los tecno-pesimistas.
Los primero señalan que las nuevas tecnologías se hallan a punto de sacudir radicalmente la productividad, generando así una nueva revolución industrial. Los promotores de esta tesis, afirman que “nos estamos dirigiendo hacia un mundo en el que habrá mucho más riqueza y mucho menos trabajo”. Afirman pues que se reducirá el precio de los bienes producidos, pero a la vez se tendrá un efecto negativo en el empleo de fuerza de trabajo porque eliminarán 7.1 millones de puestos de trabajo debido al “gran auge económico”.
Por otro lado están los tecno-pesimistas, cuyo principal referente es Robert Gordon, especialista norteamericano en productividad, quienes se muestran escépticos de un futuro próspero producto del desarrollo tecnológico. Esta teoría alberga cierto pesimismo con respecto a la potencialidad de las actuales invenciones, pues recalca los límites actuales de la tecnología de punta y los desafíos aún inconclusos de la inteligencia artificial. Su rechazo a la idea de un despegue espectacularmente rápido de la productividad se sustenta en dos factores: la debilidad del crecimiento de la productividad, y aquello que denomina los “vientos en contra” que afectan a la economía, por el otro.
Paula Bach desnudó el retorno de la vieja teoría “tecno-optimista” señalando que "mientras André Gorz daba a luz en los años ‘80 a su famoso Adiós al proletariado y Jeremy Rifkin en los ‘90 al no menos célebre El fin del trabajo, el capital se hallaba a la conquista de una ‘nueva empresa’”. Los objetivos en ese entonces eran dos: desgarrar el llamado “Estado de Bienestar” de los años de posguerra y reducir los empleos industriales de cierta calidad en los países centrales al conseguir mano de obra barata offshore. Tanto tecno-pesimistas como tecno-optimistas, pasan por alto que, como decía Marx, el capital es la contradicción en proceso: cuando aplica tecnología libera trabajo, pero a la vez coloca al trabajo como fuente única de la riqueza.
Paula explicó que, para tratar de redituar esa reducción, el capital contrapone a la “liberación del tiempo de trabajo necesario” para producir los bienes de consumo, la creación de grandes cuotas de trabajo excedente que combinan trabajos precarios -que presionan a la baja los salarios- y trabajos más tecnificados que ayudan también en ese sentido en la medida en que aumentan el ejército de desocupados. Eso a la par de disminuir la usabilidad de los bienes de consumo reduciendo la calidad y el tiempo de vida de ellos, lo que en ingeniería se le conoce como “obsolescencia programada”.
Paula Bach cerró la conferencia magistral haciendo énfasis en que la crítica al papel de la tecnología en la producción y más específicamente, en las relaciones de producción, está atravesada por cuestionar las ganancias de los grandes capitalistas en contraste con los sueldos cada vez más bajos de los trabajadores de todo el globo y, sobre todo, una fuerza de trabajo cada vez más precarizada en su conjunto. . La posibilidad de dedicar más tiempo a la recreación, al ocio, al desempeño artístico, y las pasiones personales solo será posible si ponemos las nuevas tecnologías al servicio de la humanidad y no de las grandes ganancias capitalistas.
En la ronda de preguntas y participaciones se desarrollaron inquietudes de los asistentes con respecto a la situación económica actual de la mano de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la creación de un ejército de reserva funcional al capital presionando los salarios a la baja, y el legado, en el tema de la producción, de una experiencia histórica como la de Rusia de 1917.
La Agrupación Juvenil Anticapitalista, organizadora de la conferencia magisterial, invitó a seguir discutiendo y desarrollando cada uno de los temas que allí se abrieron, para que sigamos cuestionando al servicio de qué están las nuevas tecnologías; para problematizar el destino de nuestros conocimientos, y cuestionar las ganancias de los grandes capitalistas. Por eso, desde la Agrupación te invitamos a reunirte con nosotros e impulsar en común este proyecto, que cuestiona al servicio de qué están nuestros conocimientos.