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Red Internacional
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Basta de represión. Paulina Núñez: Lo pensó y lo dijo “jugarse la última bala”

Paulina Núñez (RN) diputada por Antofagasta, utiliza brutal frase para dar cuenta de su razonamiento a favor de que los militares vuelvan a las calles.

Viernes 15 de noviembre de 2019

Paulina Nuñez, diputada de Renovación Nacional, ha sido la abanderada de impulsar el estado de emergencia y el toque de queda en Antofagasta. Como se pudo observar el pasado martes 12, cuando Nuñez solicitó a Piñera el estado de excepción debido a las masivas marchas a nivel nacional.

Ante esto, Nuñez, afirma que: “(…) creo presidente que sin duda la respuesta no es con más fuerza yo valoro que el presidente de la república haya elegido el camino más difícil. El más fácil era decretar estado de excepción nuevamente y por qué no decirlo, a lo mejor jugarse la última bala, la última carta”

Paulina Núñez no sólo ha demostrado ser una abanderada de la represión a punta de balas y de carabineros y militares en las calles, contra el pueblo pobre y trabajador que se manifiesta, sino que en reiteradas ocasiones mostró su negativa a reconocer la violación sistemática a los derechos humanos.

Ante esto, Nicolas Bustamante, dirigente obrero del Partido de Trabajadores Revolucionario, respondió:

La situación actual con el pueblo trabajador, la juventud, mujeres, entre otros sectores, en las calles esta en su legitimo derecho de desconfiar en un proceso constituyente en manos de los mismos de siempre, aquellos que hoy dicen entender las demandas del pueblo, pero que han respaldado la represión y están dispuestos a defender con uñas y dientes el modelo heredado de la dictadura, que ha beneficiado a los grupos económicos a costa de los derechos y las vidas de millones.

Es por esto, que debemos redoblar la fuerza contra la derecha y el Gobierno de Piñera que solo busca criminalizar la protesta social, para de esta manera golpear con un solo puño a este régimen podrido y hacerlo caer, y desde las ruinas de este levantar una Asamblea constituyente libre y soberana, sin el límite de la institucionalidad, para poner como prioridad las necesidades del pueblo pobre y trabajador.