Tras el escándalo que desató un informe de abogados alemanes en el que acusan con pruebas a Ratzinger por encubrir a curas y obispos abusadores, el arzobispo Georg Gänswein (secretario del papa emérito) confirmó que Bergoglio le envió una carta a su antecesor para transmitirle su acompañamiento. Entre encubridores no se pisan la sotana.
Viernes 11 de febrero de 2022 10:21
Foto Agencia AICA
El papa Francisco envió palabras de apoyo a su antecesor Benedicto XVI en el marco del escándalo mundial que desató la publicación de un informe de abogados de Münich (Alemania), sobre abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica germana durante décadas.
El arzobispo Georg Gänswein, secretario personal de Joseph “Benedicto” Ratzinger, confirmó que Jorge “Francisco” Bergoglio le envió “una hermosa carta” a su antecesor (pasado a retiro), “en la que habla como pastor, como cohermano y como persona que una vez más expresa su plena confianza, todo su apoyo y su oración”. Así lo confirmó en una entrevista con la televisión pública italiana RAI.
Gänswein además defendió las palabras de Ratzinger, quien tras ser acusado en el informe de los abogados alemanes publicó una carta que recibió duras críticas por parte de la prensa y de sobrevivientes de abusos eclesiásticos. “Aquellos que leen la carta honestamente tal como fue escrita no pueden compartir estas críticas o acusaciones. Pide perdón a todas las víctimas de abuso”, dijo el secretario como si eso fuera suficiente gesto para sacarse de encima las culpas por encubrir a curas violadores.
El secretario del papa emérito asegura que Ratzinger tiene una larga historia de compromiso con la búsqueda de la verdad ante esta “inmundicia en la Iglesia”. Cita para ello textos elaborados por quien fuera durante 24 años jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, entre 1981 (cuando estaba por dejar el obispado de Münich) y 2005. “Hay pruebas de que el cardenal Ratzinger, el papa Benedicto, hizo mucho, mucho, mucho, en esta delicada área para llevar a cabo una limpieza interna”, dice sin ponerse colorado.
En el colmo de la provocación, Gänswein le exigió a los abogados de Münich que, “si tienen pruebas, deben decir ‘ésta es la prueba de que usted es realmente culpable’, no el acusado probar su inocencia. Pero en este caso no hay pruebas”.
Buscando convencer a la feligresía que mira con desconfianza el accionar del Vaticano en relación a los abusos denunciados a lo largo y ancho del planeta, Gänswein dijo que la carta de Ratzinger donde pide perdón “es la imagen de sus sentimientos, de su sinceridad moral e intelectual. Mientras la escribía, pensaba en las víctimas de abusos. Y delante de sus ojos tenía a Dios mismo”. Increíble.
Y agrega que Benedicto XVI “ha sido el primero en actuar como cardenal” contra la pedofilia eclesiástica, al punto que “cambió la mentalidad corriente y estableció la línea en la que el papa Francisco está prosiguiendo”. Se entiende entonces por qué muchas y muchos sobrevivientes de abusos de curas y obispos acusan también a Bergoglio de ser encubridor.
En Münich (donde fue obispo entre 1978 y 1982) a Ratzinger lo acusan, entre otras cosas, de haber organizado una reunión el 15 de enero de 1980 para resolver el traslado de Peter H., un cura acusado de abusos a menores ocurridos en 1980.
A fines de enero, apenas conocido el informe de los abogados alemanes (1.700 páginas que documentan cientos de casos sucedidos entre 1945 y 2019) el propio papa emérito expresó a través de una carta que él “no había estado en esa reunión”. Después se informó que sí había estado, pero que allí no se trató el tema de las acusaciones contra Peter H. Ahora Gänswein dice que todo se debió a “un error de redacción, no de intención” y que “ninguno” de los colaboradores de Ratzinger “se dio cuenta”.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario