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Red Internacional
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FIN DE LA LEGISLATURA. Pedro Sánchez anuncia elecciones generales para el 28 de abril

El presidente español ha anunciado la fecha de las próximas elecciones, después del fracaso de los presupuestos generales en el Congreso.

Viernes 15 de febrero de 2019

“He propuesto la disolución de las cámaras y la convocatoria a elecciones generales para el día 28 de abril”, ha anunciado Pedro Sánchez esta mañana desde una rueda de prensa en La Moncloa. El real decreto ley será publicado en el boletín oficial para dar paso a la disolución de las cortes desde el día 5 de marzo.

La decisión de Sánchez llega después del fracaso para aprobar los presupuestos generales en el Congreso, que fueron rechazados por la mayoría de los diputados de la cámara. El gobierno solo contó con el apoyo de Unidos Podemos y del Partido Nacionalista Vasco.

Los partidos independentistas catalanes, que fueron claves para que saliera la moción de censura contra Mariano Rajoy hace casi nueve meses, no apoyaron en esta ocasión los presupuestos del gobierno del PSOE, en el marco del comienzo del juicio contra los líderes independentistas y de las declaraciones del gobierno contra el derecho a la autodeterminación.

La foto de la Plaza Colón hace una semana, con la derecha y la extrema derecha exigiendo la convocatoria a elecciones, agregó presión sobre el gobierno para decidir la vía electoral.

Sánchez hizo un balance de sus ocho meses en la presidencia de gobierno, destacando que se aprobaron 13 leyes y 25 decretos Ley en este período y reivindicando que los presupuestos caídos eran los “más sociales en las últimas décadas”.

En relación con la cuestión territorial, reiteró su oposición frontal contra el derecho a decidir y contra los derechos democráticos del pueblo catalán con una afirmación que viene repitiendo en las últimas semanas: “Dentro de la constitución todo, fuera de la constitución, nada”. Un discurso que, en medio del juicio a los líderes catalanes, que vulnera todas las libertades y derechos democráticos, se alinea con el bloque monárquico y el partido judicial.

Sánchez también señaló que “el gobierno anterior contó con la lealtad institucional y el apoyo inequívoco del PSOE y de mi persona”, y reprochó al PP y a Ciudadanos que hayan “bloqueado” y “paralizado” varias leyes y los presupuestos en el Congreso.

El discurso se centró en un balance de las leyes aprobadas en su corta presidencia y las leyes “bloqueadas” por la oposición, en un claro inicio de su campaña electoral. Reivindicó el aumento del Salario mínimo interprofesional y otras medidas como la restitución de la sanidad universal. Y dijo que la derogación de la reforma laboral o de la ley mordaza no fue posible por el “bloqueo” de la oposición, especialmente Ciudadanos y el PP, desde la mesa del Congreso. En este punto, el discurso de Sánchez aparece como pura demagogia electoral, ya que fue el propio gobierno el que anunció que -en acuerdo con las cámaras empresariales- renunciaba a la promesa de derogar la reforma laboral. En cambio, había propuesto una serie de reformas que profundizarían la precariedad laboral.

Finalmente, consultado por una periodista acerca de si iba a intentar gobernar con Unidos Podemos o con Ciudadanos, Sánchez prefirió no responder directamente y dijo preferir que “primero hablen los españoles en las urnas” para ver qué tipo de coaliciones se pueden formar. Esto deja abierta la posibilidad para un acuerdo del PSOE con Ciudadanos después de las elecciones, mientras que Unidos Podemos sigue apostando a un “gobierno del cambio” con los social-liberales del PSOE.