A cuatro meses de la masacre, familiares de las victimas y organizaciones de derechos humanos volvieron a movilizarse. Exigieron el cambio de caratula y perpetua a los policías.
Lunes 3 de julio de 2017 09:30
Fotogalería realizada por Aurelia Álvarez (fotógrafa local)
Este domingo se realizó la séptima marcha en pedido de justicia por los siete presos asesinados en la Comisaría Primera de Pergamino. Ya pasaron cuatro meses de la masacre y los familiares de las victimas siguen exigiendo justicia. En esta oportunidad, los principales reclamos fueron: el pedido de perpetua a los policías detenidos, la inmediata aparición del Comisario Donza, que continúa prófugo y la denuncia de que la caratula de la causa no es la adecuada. Desde el espacio Justicia x los 7 exigen que la misma sea "abandono de persona seguido de muerte".
El juez César Solazzi que interviene en la causa otorgó el beneficio de arresto domiciliario a los policías que fueron participes de la masacre aunque todavía no está efectivo. Lo familiares repudian este accionar del juez y entre sus demandas esta la prisión efectiva de todos los responsables.
Con un inmenso dolor, los familiares encabezaron la marcha que comenzó en la Plaza 9 de Julio, pasando por la comisaría, donde realizaron una conferencia de prensa y culminaron en Plaza La Merced.
Andrea Filiberto, hermana del fallecido Sergio Filiberto, después de la marcha hizo pública una carta que explica tanto dolor y denuncia la desidia del Estado. Se reproduce completa a continuación.
Quiero agradecer a quienes me han acompañado en estas 7 marchas. Entiendo que es algo nuevo para muchos, entiendo que estamos en un ciudad chata, en un Pergamino individualista que si no te toca la injusticia no gritas por el otro.
A nosotros nuestras vidas nos cambió y cada marcha y sus preparativos retuerce el alma.
Al pasar los meses, noto el frío de esta sociedad que lastima. Es muy triste que muchos no se sumen al pedido de Justicia, más triste es que no sepan separar la inseguridad con lo que pasó acá.
Diecinueve personas estaban privadas de su libertad al cuidado del Estado, tarea que debían llevar adelante los agentes de Policía. Detenidos y aprehendidos por distintos tipos de delitos que estaban siendo procesados, sin condena, pero a pesar de eso le aplicaron la pena más alta, aplicaron la pena de muerte, que no existe en nuestro país.
Ellos debían ser juzgados por la Justicia, no por seis uniformados que se creyeron que tenían la facultad de decidir quién sirve y quien no, quien debía vivir y quién no.
Pero como para ellos esas vidas eran nada, los dejaron morir gritando de sufrimiento, de dolor ¿Quien se puede imaginar dentro de una hoguera? ¿Quién puede imaginar a un hijo o un hermano pasando por tanto sufrimiento? ¿Quién puede callar cuando puede comprobar que fue evitable? ¿Quién puede callar si recibió mensajes de su hijo hasta el último segundo de su vida pidiendo ayuda que los mata la policía? ¿Quién puede callar, si ese 2 de marzo llegamos a la Comisaría y los policías nos decían que estaba todo controlado, que estaba todo bien?¿ Quien puede callar cuando hay miles de pruebas que demuestran que los uniformados se cagaron en la vida de los pibes? Al punto que 7 murieron y 12 se salvaron por segundos, de milagro.
¿A quién se le puede ocurrir disponer Arresto domiciliario a cinco policías, detenidos con prisión preventiva por el delito de abandono de persona seguido de muerte (multiplicidad de victimas) con penas que va de 5 a 15 años?
Con todas las mentiras y contradicciones que surgen en la causa por parte de esos policías. Con los miles de intentos de entorpecer la investigación, con un Comisario prófugo, se está olvidando el Sr. Juez que hay toda una corporación que los va a proteger, como lo está haciendo con él Comisario Donza.
Es algo muy irracional darle ese beneficio sabiendo que tienen todo para fugarse, y sobre todo que hay testigos sobrevivientes a quienes entre todos tenemos que cuidar. Por favor midamos con la misma vara. Seamos JUSTOS.