Desde que las mujeres se incorporaron al mercado laboral han recibido sueldos menores al de los hombres por igual trabajo. Esta lógica se mantiene hasta nuestros días, y es calculada y representada a través del término de Brecha salarial.
Sábado 21 de julio de 2018
La encuesta suplementaria de ingresos (ESI) publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) nuevamente arrojó resultados desfavorables para las mujeres, siendo aún peor para las antofagastinas en donde la brecha es de un 40,2% en promedio y de un 42,7% en la mediana durante el 2017.
La encuesta además arrojó el promedio de sueldos, donde el aproximado de los hombres llega a los $860.000, mientras el de las mujeres sólo bordea los $510.000. Más alarmante aún son los resultados de la mediana, en donde los sueldos de los hombres bordean los $510.000, los de las mujeres sólo llegan a los $372.000. Esto implica que el 50% de las mujeres de Antofagasta recibe un sueldo igual o inferior a $372.000.
La brecha en Chile
Desde el 2016 al 2017 la brecha en Chile disminuyó en aproximadamente un 3%, pasando de 31,7% a 29,3%, cifra que sigue siendo alta comparándose con el promedio de los países pertenecientes a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que es de un 21,1%.
Mujeres y la lucha por sus derechos
A pesar de que en Chile hay legislaciones que regulan esta brecha, la situación objetiva obliga a las mujeres a buscar empleos más precarizados o de menores horas, ya que hay tareas que son realizadas mayoritariamente por ellas, como el trabajo doméstico o el cuidado de los niños y enfermos. Más aún, deben ser las mismas trabajadoras quienes comparando su liquidación de sueldo con la de un compañero del mismo puesto, deben hacer valer la ley.
En estos márgenes, además, son las mujeres quienes tienen la mayor tasa de subcontratación en el país, determinando así que sus empleos sean más inestables y en peores condiciones, sobre todo para aquellas en edad fértil.
Es por esto que las mujeres debemos perpetuar la lucha por nuestros derechos, para poder no sólo alcanzar la necesaria igualdad salarial, sino para ganar algo tan básico como poder decidir sobre nuestros cuerpos. Hacemos un gran llamado a los y las trabajadores, estudiantes, mujeres y juventud a que apoyen y se organicen por la campaña del Aborto Legal, Libre, Seguro y Gratuito, para ser una gran fuerza y conquistar esta demanda. ¡Que no hayan más muertas por decidir!