El Poder Judicial chileno informó este viernes la pena para el lonko mapuche. No pudieron hallar pruebas contra él, pero el Tribunal lo condenó por “presuponer” que participó del incendio de una finca.
Viernes 21 de diciembre de 2018 15:13
El Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, Chile, informó públicamente la pena de nueve años de prisión efectiva tras la sentencia a la que fue sometido el referente mapuche Facundo Jones Huala en un juicio que terminó recientemente. En la misma causa, el resto de los imputados fue absuelto en un juicio desarrollado hace algunos años.
Los jueces de Valdivia definieron, sin poder demostrar con pruebas fehacientes, sentenciar a Jones Huala a seis años de prisión por el incendio de una propiedad y a tres años más por "tenencia ilegal de armas".
Los hechos
El 9 de enero de 2013 en Chile se incendió la vivienda de Pisu Pisué, donde vivía un cuidador del campo. Según figura en la causa, el hecho “fue causado por encapuchados”. A los pocos días fueron detenidos Jones Huala y Millaray Huichalaf. Según el relato de la Policía chilena, especializada en criminalizar con pruebas falsas a las comunidades mapuches, les hallaron un arma.
Tiempo después, en un juicio oral, los también imputados por el hecho Fénix Delgado Ahumada, Cristian García Quintul, Alexis Bahamondes Garrido y Lautaro Cañulef, fueron sobreseídos por el tribunal al carecer de pruebas para condenarlos. Es decir, una situación similar a la Jones Huala.
Sin embargo este año el Tribunal Penal de Valdivia juzgó con el mismo expediente a Facundo Jones Huala y lo encontró "culpable" dándole una pena que roza los diez años. Una clara persecusión política al referente mapuche.
Un juicio amañado y una "justicia" racista y parcial
Poco después de conocerse la condena Karina Riquelme, abogada defensora de Jones Huala y de la comunidad originaria, denunció en sus redes sociales la presión que ejercen los gobiernos de turno sobre el Poder Judicial.
Nueve años de cárcel para el Lonko Facundo Jones Huala, así como de cae la institucionalidad de carabineros, hoy vemos cómo se derrumba el poder judicial por las presiones políticas de los gobiernos de turno#razondeestado#pueblomapuche
— Karina Riquelme (@Ka_Riquelme_) 21 de diciembre de 2018
Poco antes había denunciado que no dejaron ingresar a familiares del lonko para escuchar la pena.
Solo tres familares para ingresar. Dejaron a su cuñada afuera por no ser familiar
Enseguida pienso en audiencias donde las víctimas son Luchsinger ellos entran por puertas diferentes nadie los controla y nunca se limitó el público
Rascismo evidente de parte del @PJudicialChile— Karina Riquelme (@Ka_Riquelme_) 21 de diciembre de 2018
Persecusión de Macri, Bachelet y Piñera
Jones Huala es lonko de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen, una comunidad mapuche asentada en territorio de la provincia de Chubut, en tierras que recuperaron de manos del grupo empresario multinacional Benetton, poseedor de más de 900 mil hectáreas en toda la Patagonia argentina.
En 2017, tras un encuentro de los presidentes argentino y chilena, Mauricio Macri y Michelle Bachelet, se reactivó un pedido de extradición para el joven referente mapuche, quien tiempo antes ya había sido absuelto en un juicio de extradición por el juez federal de Esquel Guido Otranto.
En junio del año pasado Jones Huala fue detenido en un control vehicular por orden del juez subrogante de Bariloche Gustavo Villanueva y trasladado al penal federal de Esquel. Un mes después de su detención, el 31 de julio de 2017, su comunidad realizó una protesta en la ruta 40 a la altura de la Pu Lof de Cushamen.
Allí estaba, solidarizándose con la exigencia de libertad para el lonko, Santiago Maldonado, quien al día siguiente desaparecería producto de una ilegal y brutal represión por parte de la Gendarmería Nacional.
A partir de la desaparición de Maldonado el nombre de Jones Huala se hizo mucho más conocido. Sin embargo la persecución sobre él y sus hermanos y hermana mapuches es de vieja data. De hecho en el mes de enero de 2017 esa misma comunidad ya había sufrido una represión criminal de la Policía de Chubut con apoyo de Gendarmería, donde varias personas terminaron heridas de gravedad y hasta hubo desaparecidos durante varias horas.
La condena a Jones Huala conocida en estas horas no es más que el corolario de un largo proceso de criminalización de las comunidades mapuches que en la Patagonia argentina y también en Chile llevan años luchando por sus derechos ancestrales al territorio y al respeto de su cultura.
Macri, la "socialista" Bachelet y el derechista Piñera, junto a los poderes judiciales de ambos Estados, coinciden en defender ante todo los intereses de los grandes terratenientes nacionales y extranjeros a uno y otro lado de la Cordillera. Aún a costa de perseguir injustamente, procesar arbitrariamente y condenar sin pruebas a los referentes más visibles de los pueblos originarios.
Nada que envidiarles a Julio Argentino Roca y sus cómplices genocidas de la "campaña del Desierto".