Entrevistamos a Natalia Cabrera, maestra de nivel inicial y esposa de un trabajador de Persicco, quien perdió la vida haciendo reparto para dicha cadena de heladerías.
Miércoles 7 de marzo de 2018 12:26

Natalia, contanos un poco. ¿Qué fue lo que pasó?
¿Cómo te enteraste?
El mismo día se trasladaron al lugar del hecho mi madre, junto con el Sr. Herrera Sergio, y el Sr. Guaraccino Juan Martín (Apoderado de la firma Persicco General Sweet S.A.) dónde realizaron los trámites de rigor que no se han dado de manera muy transparente. En todo momento hacían alusión a que si se solucionaba con dinero no había problema, sin reparo alguno de que con ellos se encontraba mi mamá.
¿Cómo se manejó la empresa después? ¿Pediste asesoramiento a alguien?
“Casualmente” ese mismo día se comunica conmigo el Sr. Hector Opsansky, delegado del sindicato. Me llamó la atención el desconocimiento sobre los convenios colectivos y el poco asesoramiento que me brindó. Para variar, me refirió que no tenían “ART” desde hacía un año, lo que demuestra la ilegalidad de la empresa en cuanto a no respetar las leyes y la complicidad del sindicato ante esta situación. En cuanto al cobro del subsidio de la Mutual ($ 20.000), la gestión comenzó con fecha 15 de septiembre de 2017 y existieron innumerables excusas y evasiones para evitar el pago.
Considerando todo esto, tuve que buscar asesoramiento con un abogado particular (que pago de mi bolsillo), e intimé a la empresa a través de cartas documento para que se hagan cargo. Además de desconocer dichas notificaciones, ni se presentaron a las mediaciones legales. Lo tratan como un simple accidente de tránsito y, a la fecha, ni siquiera hicieron la liquidación final de haberes.
Además de la pérdida irreparable, ¿qué otros inconvenientes te generó este episodio?
El día 18 de octubre de 2017 me presento en la Obra Social, donde me informaron que me encontraba sin cobertura ya que la misma había sido dada de baja por el empleador incumpliendo los 3 meses que se establece por ley. Por ende, los psicólogos y psiquiatras para mi nene y para mí los estoy solventando de manera particular.
Además, con Walter teníamos pre-aprobado un crédito hipotecario en el Banco Nación, habiendo pasado por el proceso administrativo y de calificación para el mismo con todos los costos que esto significa y la pérdida de tiempo en trámites. Eso significó que durante los primeros meses del año con nuestro hijo estuvimos viendo propiedades y a fines del mes de junio ya teníamos la que sería, en un futuro cercano, nuestro hogar. Lamentablemente el crédito quedó desestimado, quedando mi hijo menor de edad y yo sin hogar y perdimos el dinero de la seña y gastos, agravándose aún más la situación por haber tenido que dejar el domicilio que nos encontrábamos alquilando sin contar aún en la actualidad con un lugar para vivir.
¿Tuviste alguna novedad últimamente?
Y para vos, ¿qué habría que hacer? ¿Cómo te preparás para seguirla?
A pesar del dolor me preparo con mucha firmeza, sabiendo que mi reclamo es justo y entendiendo que hay muchas familias que pasaron y pasarán lamentablemente por esta situación hasta que las cosas cambien de raíz. Si la empresa piensa que mi marido es sólo un número de legajo, acá estaré con los que quieran acompañarme para hacerles saber que nuestras vidas valen más que sus ganancias. Perdí mi compañero de vida y mi hijo cumplió los 12 años sin su papá, pero nos haremos fuertes y pelearemos porque esta lucha recién empieza.