Antes de ayer, domingo 1 de marzo, se desarrolló el encuentro nacional de la ACES, que contó con la asistencia de estudiantes del norte, centro y sur del país.
Miércoles 4 de marzo de 2020
La convocatoria fue a las 9am en la USACH, llegaron más de 100 estudiantes secundaries de diversos lugares de Chile, se desarrollaron distintas dinámicas de juegos y grupos de discusiones sobre temas como la organización territorial, la lucha de género y sus demandas y el plebiscito constituyente de abril.
Dentro de los grupos de discusión, aparecieron consignas que les secundaries hemos levantado hace años, como No+PSU, educación gratuita laica y no sexista, el derecho al aborto seguro y gratuito, además de sueldo y pensión mínima garantizada, la desmilitarización del Wallmapu, el fin a las fuerzas especiales, el fin a las listas de espera, entre otros.
El espacio discutió que para conseguirlo era necesario fortalecer la organización territorial, e ir por el apruebo en el plebiscito y llamó a paralizar este 8 y 9 de Marzo. Además, se puso sobre la mesa el problema de cómo movilizarnos durante los próximos meses, pero sin respuesta organizativa.
¿Es suficiente para triunfar?
Desde nuestra organización, Vencer secundarixs, pensamos que el encuentro nacional de secundaries es un punto de apoyo para democratizar la organización estudiantil.
Es necesario avanzar a realizar de forma cotidiana encuentros y asambleas nacionales, pero democráticos para que todes podamos decidir las metodologías y lo que allí se discuta, para debatir desde las bases los pasos a seguir de nuestra movilización.
A su vez, es primordial que nuestras demandas consigan un eco en la organización nacional de estudiantes, acompañados por todos los trabajadores involucrados en nuestra educación, de forma que logremos levantar asambleas en todos los lugares de estudio en todo Chile, eligiendo delegados mandatados que logren una articulación nacional de nuestra movilización.
Para aquello hay que terminar con las divisiones que se imponen en el movimiento secundario, unificando las asambleas estudiantiles como la ACES y la CONES en una única Asamblea Nacional con delegados mandatados y revocables y que busque presencia nacional.
Sobre todo en un momento en que nos quieren hacer creer que solo tenemos dos opciones: el apruebo con la convención constitucional o la convención mixta (dentro del tramposo plebiscito constituyente de abril, organizado por los partidos del régimen, desde la derecha hasta el frente amplio y el PC).
Sin embargo les secundaries no tenemos ni voz ni voto en este proceso y además en él está prohibido tocar puntos tan importantes como los tratados de libre comercio, como el TPP-11 o la renacionalización de los recursos naturales como el agua, que han sido demandas del pueblo durante esta revuelta.
Por eso planteamos que mientras acompañamos a las millones de personas que quieren acabar con la constitución de Pinochet, debemos denunciar cada una de las trampas y restricciones del proceso constituyente, como el hecho de que los menores de edad no podamos votar, y a su vez debemos levantar una lucha por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, que nos permita decidir realmente el destino de nuestras exigencias sin depender de los límites impuestos por los mismos de siempre.
¿Cómo fortalecemos la movilización en Marzo y Abril?
Desde Vencer observamos que los próximos meses son claves para definir el camino de lucha que tomará demandas como el fin a la PSU y el acceso irrestricto a la educación, la gratuidad en todos los nivel es educativos, el aborto legal, libre, seguro y gratuito, la derogación de las leyes represivas y el fin a FF.EE.
Para ir por las demandas anteriores, debemos retomar la tradición de organización del movimiento estudiantil en Chile, de forma que organismos como la ACES, la CONES, el Bloque Secundario y también el Colegio de Profesores y la Asociación de Funcionarios Asistentes de la Educación y todos los organismos que han nacido en la revuelta popular hagan un llamado para que logremos unificar nuestra lucha y demandas, y para articular y convocar en todos los liceos la discusión para preparar el 8 y 9 de Marzo fortaleciendolo con paralizaciones y asambleas.
Las perspectivas que abren las movilizaciones del 8M nos dejan un espacio donde podemos demostrar toda la fuerza que posee el movimiento que inició la rebelión, y cuáles son las capacidades que tenemos de organizar paros y huelgas que logren enfrentar la represión de Piñera y su gobierno.