El gobierno nacional busca imponer una hora más de clase en las escuelas primarias, sin mejorar las condiciones de enseñanza y sin consultar con docentes y familias. Reproducimos la declaración de la agrupación docente La Marrón.
Jueves 7 de abril de 2022 14:38
El ministro de Educación nacional Jaime Perczyk anunció, el martes 5 de abril, su intensión de agregar una hora más al comienzo del turno mañana o al finalizar el turno tarde. También se mencionó la posibilidad de agregar treinta minutos al comienzo y otros treinta minutos al final de la jornada, o bien sumar una jornada escolar los sábados.
Los docentes integrantes de la Lista Marrón en Suteba, integrada por docentes de la provincia de Buenos Aires, expresaron su rechazo e hicieron público el siguiente comunicado.
Perzcyk toma la agenda de Larreta y hace demagogia planteando que aumentar una hora de escolaridad genera calidad educativa
Ayer corriendo a clase o entre cargo y cargo almorzando en el colectivo, nos enteramos de los anuncios de impacto mediático del Ministro de educación nacional de extender una hora la jornada escolar en primaria.
“Es una mejora muy importante para la escuela primaria. Sumar horas de clase es más conocimiento y mejor educación”, se jactó el ministro por los medios.
Se trata de una medida improvisada e inconsulta que reconoce la enorme crisis educativa que venimos denunciando las y los trabajadores de la educación desde hace años y se profundizó en pandemia por la acción deliberada del gobierno nacional y los provinciales de no destinar recursos para dispositivos y conectividad y que la conducción de SUTEBA-CTERA dejó pasar en silencio.
Con esta medida, el gobierno busca mostrarse “preocupado” por la educación que muchas familias trabajadoras vieron perjudicada para sus hijes en la pandemia y con una hora más con en la escuela atender el problema del cuidado de les hijes frente las largas jornadas laborales y cada vez más extensas que cumplen las familias para sostener los ingresos con una inflación creciente.
Pero, ¿esto es realmente una medida que mejora la calidad educativa?
En la provincia de Buenos Aires la crisis social y por lo tanto educativa es aguda, hasta el propio gobernador Kicillof reconoció que “no da más”, no sólo por el ajuste que llevaron adelante Macri y Vidal, sino el que su propio gobierno profundizó. Hoy tenemos 5 o 6 de cada 10 chicos en la pobreza. El gobierno de la provincia no garantizó la continuidad pedagógica durante la pandemia, y volvimos a la escuela hacinados, en los mismos edificios derruidos que dejó Vidal, porque no se invirtió un peso en reparación y construcción. Además, la educación se sostiene con docentes sobrecargados trabajando 2 o 3 cargos para llegar a fin de mes, y por otro lado decenas de miles en la absoluta precariedad, como los compañerxs del programa ATR que cumplieron un rol central re-vinculando más de 200 mil estudiantes. Kiciloff dice querer combatir la pobreza, pero destina $85 pesos por alumno en los comedores escolares y no alcanzan los cupos para que todos se alimenten. En las escuelas no hay personal auxiliar y las maestras cocinan para no dejar a las y los chicos sin comer.
Demagogia discursiva, precarización y sobrecarga laboral real
El gobierno propone una hora más de clases, que “preferentemente afectará a la enseñanza de matemática, lengua y lectura”, dando cuenta que está en riesgo la alfabetización de millones de niñas y niños.
Sin siquiera cumplir la ley nacional de educación que promulga jornada extendida en todas las escuelas, pedagógicamente toma a les estudiantes como si fueran tabulas rasa o una línea de producción fabril para quienes con la cuenta rápida que hace el Ministro, la solución sería tener 38 días más de clases, pero en las mismas condiciones estructurales de pobreza, hacinamiento y sobrecarga laboral docente. Es decir de una extrema precarización de la educación pública.
El Ministro toma la agenda derechista que repite como un mantra que más tiempo en la escuela es mejor educación y arremete contra el trabajo de cientos de miles de maestras que con un cargo no llegamos ni a la línea de pobreza y trabajamos 2 y 3 cargos para llegar a fin de mes, agotadas. ¿Ahora habrá que trabajar 10 horas, más los traslados, más las horas de trabajo en la casa para apenas sobrevivir? ¿Dónde se va a discutir este ataque a las condiciones de vida y laborales? ¿Quiénes van a decidir?
Basta de precarización y tecnócratas de escritorio. Trabajadores de la educación, estudiantes y familias tenemos que decidir
Para empezar a hablar de calidad educativa, hace falta tomar una opción favorable al pueblo trabajador, romper con el FMI y destinar recursos para aumentar el presupuesto educativo, para terminar con el hambre de los pibes y la pobreza del 40% del pueblo. No como dice el kirchnerismo y diputados como Yasky, que se plantean ser gestores del FMI y quieren mostrar como progresivo un impuesto a los fugadores pero para pagar la deuda fraudulenta que dejó Macri. ¡NO! Esas riquezas que generó la clase trabajadora y la fugaron los empresarios insaciables, tienen que volver a quién le corresponde, a lxs trabajadorxs y el pueblo para salud, educación, trabajo. Hay que aumentar el presupuesto educativo y poner sobre la mesa el debate real de mejorar la educación pública.
Ahora SUTEBA-Ctera exige reunión paritaria, ¿pero con qué mandato? ¿con cuántos docentes consultaron qué debatir en la paritaria? Esos dirigentes hace años no trabajan ni pisan una escuela, ¡basta que decidan por nosotros! Exigimos a la conducción Celeste de SUTEBA la convocatoria inmediata de asambleas en toda la provincia, para discutir desde las escuelas junto a estudiantes y familias un plan de lucha para imponer nuestras demandas. Desde las seccionales Multicolor, tenemos que convocar instancias de deliberación y medidas de lucha para lograr la unidad de la docencia en la provincia e imponer a Baradel y la Celeste un programa de lucha.
¡Basta de precarización! pase a planta de los 32 mil compañeros ATR.
Capacitación en servicio, ¡queremos perfeccionarnos!
La lucha por conquistar estas demandas es en camino a construir un congreso pedagógico donde podamos discutir con el conjunto de la comunidad educativa qué educación necesitamos. Una educación al servicio de transformar la sociedad y ponerla en función de los intereses de las grandes mayorías.
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