La tercera película del realizador ya está disponible en Netflix.
Julio Urquia @discipulodemarx
Domingo 6 de septiembre de 2020 16:37
Pensamientos que se filman
El nuevo film de Charlie Kaufman se enfrenta con el desafío autoimpuesto de representar pensamientos. Jessie Buckley (Chernóbil) encarna a la Joven Mujer y Jesse Plemons (Breaking Bad) a Jake, juntos viajan para conocer a los padres de Jake. El viaje es el marco de una historia de terror, pero un terror psicológico y sutil. Se hacen presentes una vez más los conocidos terrores de las películas de Kaufman, es decir, el terror a nosotros mismos, a nuestras carencias y la inseguridad que se siente al ocupar un cuerpo que el tiempo inexorablemente degrada. Son 134 minutos de un delirio estético. La propuesta es original hasta en el formato de la pantalla cuadrada (4:3), que nos trasporta a un tiempo incierto. Un universo donde predomina la ausencia de luz y de colores. Estos aspectos técnicos acompañan la narración de un cuento tendencioso que parece no dejar margen a la esperanza. Todo da igual, someterse a la rutina o intentar regresar a casa y escapar, da igual.
En ocasiones los diálogos de la pareja nos recuerdan a los de Antes del amanecer (Richard Linklater, 1995), pero en un sentido inverso ya que mientras los jóvenes que paseaban por Viena tenían una conexión notable, en Pienso en el final lo que se destaca es la imposibilidad absoluta de conectar con otros. El peso de este sentimiento trágico que sería la vida, lleva a la Joven Mujer al borde de la desesperación y al intento de canalizar esas sensaciones en el arte donde también choca con los límites de la representación. Llamadas de advertencia o películas dentro de películas son situaciones que pueden desconcertar al espectador no habituado a artistas como Kaufman que parecen dispuestos a arriesgarlo todo en la búsqueda frenética de presentar una obra tan cruda y extraña como estética, honesta y significativa.
La complejidad de la trama mental es brillantemente interpretada por un reparto, siempre a la altura del desafío, que se completa con los personajes secundarios de Toni Collette (Sexto sentido) y David Thewlis (Harry Potter).
Del guión a la dirección
En 1999 Charlie Kaufman sorprendió a todos con el increíble guion de ¿Quieres ser John Malkovich?, a partir de allí tuvo una destacada carrera como guionista con películas como El ladrón de orquídeas(2002) y la que lo catapulto definitivamente a la fama: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004) con Jim Carrey y Kate Winslet. Luego continuó su carrera como director con las destacadas Synecdoche, New York (2008) con Philip Seymour Hoffman y Anomalisa (2015) una película de animación stop motion muy al estilo Kaufman.
La crisis económica post 2008 también alcanzo al director quien vio como las puertas de la industria del entretenimiento se cerraban a sus diversos proyectos. Desde obras de teatro, series de televisión hasta películas. Producto de esa situación fue que su película Anomalisa vio la luz gracias al aporte colaborativo de sus seguidores que por medio del crowdfunding financiaron el proyecto.
Pienso en el final fue financiada por Netflix y el director agradecido declaró, “Netflix no mató al cine”, y parece que producciones como Roma (2018) de Cuarón o El Irlandés (2019) de Scorsese parece darle la razón. Pero qué pasaría si en poco tiempo los gigantes del streaming como Netflix, Amazon y Disney, producto de la lógica de concentración y centralización del sistema, se queden con el monopolio del negocio del entretenimiento.
Mientras los inversores seguían esquivando sus proyectos, Charlie encontró el tiempo necesario y publicó su primera novela, Antkind, donde en 700 páginas cuenta la historia de un crítico de cine que entre otras cosas despedaza las películas de Kaufman.
Con avances y retrocesos se abre paso quien fuera uno de los guionistas más originales del último tiempo, que supo hacer de su arte un nombre propio y que hizo de sus inseguridades un personaje reconocible. Dijo alguna vez, “Hay mucha basura ahí afuera que no es honesta”, y en esa batalla contra lo ordinario, este 2020 lo encuentra a Kaufman luchando por “convertir las contradicciones de los sueños y la realidad en una realidad absoluta” (André Breton).
Pienso en el final | Una película de Charlie Kaufman | Tráiler oficial | Netflix
