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Red Internacional
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GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA. Pieza clave del golpe: la OEA nunca presentó informe final sobre elecciones en Bolivia

El CELAG cuestiona que la OEA no cuente hasta hoy con el informe final de la auditoria “vinculante” sobre las elecciones generales del 20 de octubre. En el informe preliminar que publicaron hace semanas solo habían revisado el 0,22 % de un total de 34.555 actas, es decir, 78 actas. La derecha golpista se va quedando sin discurso.

Miércoles 27 de noviembre de 2019 10:00

Foto: Luis Almagro, Secretario General de la OEA (AFP/Olivier Douliery)

Hace unas horas, la CELAG (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica) emitió un comunicado señalando que el informe parcial que presentó la OEA a través de su secretario general, Luis Almagro, y que señalaba que en el proceso electoral boliviano hubo fraude generalizado en todas sus etapas, todavía y a más de un mes de las elecciones, no ha sido presentado. Recordemos que este informe fue el que habilitó e impulsó el golpe y que hoy compromete seriamente a este organismo imperialista.

También, en una publicación de RT del 15 de noviembre, cuando ya estaba consumado el golpe, Alfredo Cerrano Mansilla, actual director ejecutivo del CELAG, señaló que: “La OEA únicamente logró demostrar irregularidades en 78 actas de un total de 34.555, lo que supone el 0,22 %. De hecho, para la muestra seleccionada, eligieron los casos allá donde el partido oficialista había obtenido muchos votos”.

En Bolivia, todo el espectro opositor de la derecha devenido en una alianza cívica, policial, clerical y militar, acompañada de importantes sectores de la academia y de la intelectualidad, así como el POR (Partido Obrero Revolucionario) entre otros, han impulsado una campaña negacionista del golpe. Tan es así, que incluso recién nombrado el nuevo gabinete de ministros de la golpista Áñez, empezaron a “advertir” la posibilidad de juzgar bajo sedición a aquellos que osen hablar de golpe de Estado o a medios de comunicación independientes que intenten romper el cerco mediático mostrando las masivas marchas de vecinos alteños, campesinos, comunarios y diversos sectores populares tanto de las 20 provincias de La Paz, así como en Cochabamba, Santa Cruz y otros puntos del país, que repudiaron el golpe de Estado y que exigían la renuncia de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez.

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Ahora bien, es importante señalar que a esta campaña negacionista también contribuyó el propio MAS que traicionando la movilización y la cada vez más extendida resistencia contra el golpe, terminó con sus 2/3 de representación parlamentaria, reconociendo como un “gobierno de transición” a los golpistas. Es decir, terminaron bañando de legalidad el propio golpe que ellos denunciaban.

La nueva ley de Convocatoria a Elecciones acordada entre el MAS a la cabeza de Eva Copa como presidenta del senado -cuyo papel fue clave para el proceso de negociación para la "pacificación" del país con el discurso de "deponer posiciones"-, avaló y reconoció a Áñez con la firma de la referida ley que anuló el proceso electoral del 20 de octubre. Incómoda posición, por decir lo menos, para los golpistas y el ala negociadora del MAS con lo "frágil" que parecen ser los indicios del "descomunal fraude" que todavía la OEA no termina de demostrar.

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Lamentablemente importantes sectores juveniles que honestamente creyeron e hicieron su primera experiencia en la campaña contra el fraude, han sido manipulados y conducidos por medios de comunicación, por intelectuales y docentes, así como por los cívicos y partidos de la oposición, como rebaño a una acción política golpista y de ultra derecha.